La historia de una chica italiana en Inglaterra. Con amigos especiales y un gran secreto que no quiere revelarles. Su hermano que regresa por ella y un gran amor que vuelve a su vida después de años. Qué pasará? Cuál será ese secreto? Acompañenme a descubrirlo.
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CAPÍTULO 22.
CAPÍTULO 22.
Esa tarde, Camila salió decidida de su oficina. Se dirigió a la mansión a preparar sus maletas. Se iría a Londres ya mismo. Necesitaba tomarse un tiempo. Antes de salir fue a la casa de Ariana, después de que sus padres y su madrina regresaran de viaje, Ariana les pidió que se muden con ella, así sea temporalmente, después de todo los chicos prácticamente vivían juntos en la mansión Bonano y ella no quería estar sola en una casa tan grande.
Al entrar a la mansión, su madrina la recibió con un enorme abrazo.
-Hola princesa. -exclamo Ariana, dulcemente.
-¿Cómo estás, tía? -pregunto ella.
-Intentando seguir adelante, amor. -exclamo ella. -¿Qué haces con esa maleta?, creí que acababas de llegar de América.
-Sí, es que hay unas cosas que hacer en Londres y, como Gio está muy ocupado aquí, decidí ir en su lugar. Quería saludarte y también a mis padres.
-Claro. -Dijo ella. -Ven por aquí, estábamos jugando ajedrez.
-Qué bueno. -Dijo ella.
Camila siguió a su tía hasta el salón de juegos de la mansión. Allí estaban sus padres, tomando el té, esperando que Ariana regrese para unirse a ellos.
-Hola hija. -exclamo Isabella.
-Hola mamá, papá. -Dijo ella.
-¿Cómo estás, princesa? -pregunto su padre.
-Vine a despedirme, me iré a Londres en unas horas. -exclamo ella. -Debo asistir a algunas juntas en la compañía. Aprovecharé a tomarme un pequeño descanso.
-Me alegro por ti, hija. -Dijo su padre.- ¿Está todo bien?
-Claro que sí. -Dijo ella.
-Podría jurar que tienes el corazón roto. -Dijo Fabricio.
Camila sonrió.
-No, papa, estoy bien. -exclamo ella. -De verdad.
La chica permaneció un rato más allí y luego se dirigió al aeropuerto para emprender su viaje, decidió enviarle un mensaje a su hermano antes de subir al jet, mientras tanto, pensaba en toda esa situación y se convencía de que estaba haciendo lo correcto. Debía alejarse de Massimo antes de que las cosas entre ellos empeoren y afecten a sus familias y a los negocios.
Cuando llego a Londres, se dirigió al Penthouse de Giovanni. Allí acomodo su ropa y comenzó a buscar su atuendo para presentarse en Bonatello Tec, al día siguiente. Después de aquello, se durmió sin cenar. La angustia le habia quitado el apetito y además, era muy tarde para ir de compras.
Al día siguiente, se levantó muy temprano y se alistó. Tomó su coche y se dirigió a las instalaciones de la empresa. Quería comenzar a trabajar cuanto antes.
Al entrar a la recepción de la compañía, una bella mujer se encontraba detrás de la mesa de entrada, a lo que Camila se acercó a ella.
-Qué alegría verte otra vez. -Exclamo ella.
-Srta. Camila. ¡Qué agradable sorpresa! -respondió la joven muchacha.
-¿Cómo estás, Laurel? Ha pasado mucho tiempo.
-Muy bien. No sabía que vendría.
-Oh, sí, mi visita era hasta el viernes, pero decidí adelantarla. Dime linda, ¿se encuentra Noah?
-Claro Señorita. Aquí tiene una identificación, pase, la anunciaré con el Sr. Dessault.
-Gracias Laurel. Te veré luego. -exclamo ella.
Camila se dirigió a la oficina de Noah, iba atenta al camino para ver si estaban sus dos amigos, quienes luego del suceso en la mansión Bonano no volvieron a hablarle. De vez en cuando hablaba con Nicolás. Pero ya hacía tiempo que él no devolvía sus llamadas.
-¿Pero qué es lo que ven mis ojos?, estás preciosa mujer. -exclamo él.
-Noah, tan guapo como siempre. -Sonrió ella.
Noah río y abrazó a su amiga.
-¿Cómo estás, querida? Me sorprende tu visita, no te esperaba hasta el viernes. -exclamo el chico. - Ven conmigo, pasa. -Dijo, haciéndose a un lado para que la chica entre primero. -¿Quieres café, té?
-Café está bien. -exclamo ella.
Noah asintió y pidió a una de las secretarias que llevara dos tazas y que no deje pasar a nadie. Mientras se dirigían a la oficina de Noah, los amigos se ponían al día.
-Lamento haber adelantado mi visita sin avisarte.- exclamo ella. -Seguro, estás muy atareado.
-No te preocupes. Siempre es agradable tenerlos por aquí. Y ahora… ¿Me dirás la razón por la que decidiste adelantar tu visita?
-¿Quieres la versión corta o la versión larga?
-Las dos. -exclamo él, sonriente.
-Vine a ponerme al día en los negocios. -exclamo ella. -La versión extendida te la contaré con una botella de whisky en la mano.
-Pues quédate tranquila que no faltara la oportunidad. -Dijo él.
-Bueno, y ¿qué novedades hay de la reunión del viernes?
-Vendrán los inversionistas, escucharán la propuesta que tenemos y decidirán si firman o no. Probablemente, deberemos viajar a Dubai para cerrar el trato.
-Guau. -exclamo ella. -Ustedes sí que saben conseguir inversionistas.
Noah rio.
-Supongo que sí.
-Estupendo. -Dijo Camila.
-Cami. Te mostraré tu oficina, pero de igual manera me gustaría seguir hablando contigo.
-Claro Noah. En realidad venía a eso. Ya mañana me pondré a trabajar.
Camila estuvo todo el día poniéndose al tanto sobre el funcionamiento de la empresa. Desde que habian despedido al maldito acosador de Alfonso, todo iba marchando mejor. Noah le explicó que debido a que contaban con muchos inversionistas, mantenían un perfil bastante bajo en cuanto a asuntos de la mafia. Pues ese tema pasa, por otro lado, para no perjudicar a los inversores, ya que un mal paso y todo estaría arruinado. Todos los libros contables y demás documentos de la Organización, estaban guardados en la mansión Bonano, y solo teníamos acceso los tres herederos.
-Fue un gusto verte Noah. Te veré mañana.
-Adiós, Cami.