Amelia Xhu, es la joven y única sobrina del Patriarca de la familia Xhu, quien la ha criado desde su niñez. Al cumplir los 23 años, Amelia fue obligada por su tío a tener citas a ciegas con hombres que no conocía para que pudiera asentarse y tener algo de vida amorosa, y quien sabe, hasta casarse y tener hijos.
Sin embargo, cada cita a ciegas terminaba en fracaso cuando los hombres escuchaban a que se dedicaba, estos huían inmediatamente con excusas al saber su profesión. Finalmente terminó frustrada y se dio por vencida con su vida amorosa.
Pero lo que no sabía era que un pequeño descuido la llevaría a conocer al hombre con quien había soñado en incontables ocasiones.
NovelToon tiene autorización de Karla Aragón para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Intensa mirada.
Sasha y Matthew se quedaron uno de pie al lado del otro mientras veían a los otros tres Mayores caminar hacia ellos a paso lento.
Aunque ambos no lo sabían, sus rostros estaban fruncidos del mismo modo y con los brazos en la espalda. Max, quien estaba con ellos, miró a uno y luego al otro, sus labios se fruncieron en una pequeña mueca divertida.
"Mis tíos son muy similares en actitud." Pensó el pequeño un poco divertido, a pesar de no saber lo complicado de aquello. Sabiendo que ambos se casarían, se dirigió a Sasha como "Tía" ya que para él, eso sería ella dentro de unos meses.
-Ustedes son tan amargados, mi mami dice que una relación uno tiene que ser gentil y el otro serio, pero si ambos son serios ¿No son incompatibles?- La voz de Max sacó a ambos de sus pensamientos, mirando al niño con asombro.
Tanto Sasha como Matthew se asombraron por aquellas palabras tan maduras y elocuentes del niño. La joven tomó al pequeño en sus brazos, envolviendolo en un cálido y gentil abrazo mientras llevaba sus labios al cuello del pequeño, haciendo cosquillas en ese lugar.
Max soltó largas carcajadas ante las cosquillas que le daba la chica, él pidió clemencia con rapidez para así tomar aire ante la falta que está hacia en sus pulmones.
-No, la tía sí es gentil, Jejeje.- Rió el pequeño, sintiendo los suaves mimos que Sasha dejaba sobre su mejilla, era la misma calidez que su mamá le daba, solo que un poco menos delicada.
-No te preocupes, puedo ser gentil con tu tío, solo dame tiempo.- Susurro Sasha al oído del niño, de ese modo, solo Max escucharía. El pequeño abrió los ojos y asintió apresuradamente, sintiéndose satisfecho con aquellas palabras.
-Es un trato, es muy frío y aveces da miedo...- Susurro el pequeño al oído de su nueva confidente con tristeza.
A unos metros de ellos, Matthew frunció el ceño, de algún modo, aquella escena le gustaba pero... también le molestaba al sentir un sentimiento extraño brotar desde su estómago.
Sasha y su sobrino se decían cosas al oído como si se contarán grandes secretos que hacían reír a ambos, por un momento, incluso sintió envidia de su sobrino. Sin darse cuenta, sus ojos se volvieron más fríos.
Sasha, quien jugaba con Max y hablaban seriamente sobre el tío de este, frunció un poco el ceño al sentir la intensa mirada de Matthew sobre ella. Volviendo la mirada hacia él, le sonrió un poco.
Ambos se miraron por unos segundos, hasta que... -Bien, ya nos vamos, muchas gracias por recibirnos con tanta hospitalidad, comenzaremos a hacer los preparativos para la boda desde mañana.- La voz de Patrick sacó a Matthew y a Sasha de su pequeña ensoñación.
Mark sonrió con tranquilidad -Ha sido todo un gusto para mí, yo también haré lo mismo, después de todo, Sasha es mi única y preciosa hija, no me preocupare sabiendo que esta en buenas manos.- Dijo el hombre con sinceridad.
Se acercó a su hija y coloco la mano en su hombro de forma cariñosa.
Sasha dejó a Max en el suelo e hizo una reverencia hacia ambas personas, los cuales, serían sus cuñados dentro de poco -Fue un placer conocerlos, espero vuelvan de visita pronto.- Sus palabras fueron simples pero sinceras.
Tanto Patrick como Bellinda asintieron en aprobación, sin duda alguna, la chica era de su completo agrado, además, ambos habían notado algo positivo: a Sasha parecía agradarle mucho Matthew y al mencionado también parecía agradarle Sasha.
Luego de una despedida, la familia Liang se retiro en su carruaje, dejando a Mark y a Sasha de pie en la puerta.
-La boda será en los últimos días del próximo mes, es la mejor fecha para la ceremonia.- Cuando el carruaje se perdió de la vista de ambos, Mark finalmente habló, informando a su hija lo más importante.
La joven soltó un suspiro, siguió a su padre cuando este se dio la vuelta y caminó hacia el interior de la Mansión -Es algo pronto pero supongo que se debe a las palabras del Emperador.- Menciono Sasha con tranquilidad, a lo que su padre asintió.
-¡Riu, Cuart!- Mark habló en voz alta mientras detenía el paso, provocando confusión por parte de su hija, quien miró a esos dos que aparecieron inmediatamente al escuchar sus nombres.
-A sus órdenes, Maestro.- Dijeron ambos al unísono, arrodillados sobre una de sus rodillas y los puños delante de sus pechos con la cabeza baja.
-De ahora en adelante, ya no seré su maestro.- Dijo Mark con frialdad, mirando con extrema seriedad a sus dos subordinados, dejando a estos, completamente desconcertados.
-Seguirán a mi hija, ella será su Maestra de ahora en adelante.- Aclaro el hombre sin titubeo alguno, haciendo que sus dos subordinados miraran a Sasha y luego a él como si no entendieran lo que quería decir.
-Padre, no hace falta, yo puedo defen...- Sasha estaba a punto de hablar cuando su padre levanto la mano y la detuvo en seco, miró a su hija, dándole a entender que no había espacio para la negociación.
-Espero tengas muy en claro que me preocupo por ti, no importa si sabes defenderte sola, tu sigues siendo mi prioridad. Cuart y Riu estarán contigo en todo momento para cuidarte.- Se expresó el hombre para darse a entender.
Fue hasta ese momento que ambos guardias, que creyeron haber escuchado mal, entendieron por completo. Su Maestro estaba dejando a su preciosa hija a su cuidado.
Todos en la Mansión sabían lo mucho que ama el Gran General a su única hija, por ellos, ambos se sintieron increíblemente halagados al tener esa carga tan importante sobre sus hombros.
-¡Maestra!- Gritaron ambos al unísono, esta vez, dirigiéndose hacia Sasha, quien tenía el ceño un tanto fruncido pero suspiraba con impotencia. No podía negarse a la explicación de su padre.
-Muchas gracias, padre... Por favor, levántense.- Dijo la joven, haciendo una reverencia hacia su padre de forma respetuosa, para luego, volverse hacia sus nuevos guardias personales y ordenarles con tranquilidad.
El asunto quedo de esa manera, aún así, el ajetreo en la Mansión solo se hizo mayor, ya que el Gran General estaría ocupado con sus sirvientes haciendo los preparativos para la boda de su Joven Señorita.
La espera sin duda se cortaría cada vez más.
Es más divertido por estos lares latinos 🤣😂🤣🥂🍾🍷🍻🍺💃🕺💃🕺💃🕺
Me encantó este encuentro de Sasha con la madre