despierto perdida, y con un dolor en mi cabeza, ¿donde estoy? siento que alguien me mira he intento mover mi cabeza hacia la ventana, hay un chico muy bello a mi parecer, con pelo negro, y una mirada que no se como describirla, al ver que lo miro se aleja de la venta y desaparece, y no.... no estaba dentro de la habitación, estaba fuera.
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- quiero que me recuerdes!!! - grita.
- ¿porqué? ¿tan importante eres? - digo de igual manera.
- si - susurra y se va.
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- me gustas mas de lo que recuerdo. - hable sinceramente.
- y tu a mi - pum... Sus labios y los mios colisionaron.
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- ya somos una familia pequeña.
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capitulo 23
Sonreí con burla al verlas.
Mi primo esta frente a dos sucias chicas y con un sartén humeante en la mano, las chicas tienen leche por su ropa, y sus manos y pelo con harina, y en el piso logro ver... Huevos, si... Huevos.
- ¿qué mierda paso aquí? - el chico a mi lado habla con burla.
Nadie dice nada, las chicas bajan la cabeza y Luca las mira ceñudo.
- pero si ahora están calladas - habla mi primo con burla.
- ¿y? - dijo nuevamente Justin - ¿qué paso?
- b-bueno... - comenzó a hablar Carolina. - s-solo queríamos ha-hacer algo de c-comer.
- ¿y que mas? - dice Luca.
- ir a tirárselos a la casa de Luther. - dijo esta vez la chica morena.
Esta vez me puse serio.
- ¿por qué? - dijo Justin adelantándose.
- porque... Casi atropella a Luther\, y porque lo golpeo - y es ahí cuando recién miro fijamente a mi primo\, y en efecto\, esta golpeado. - además de que parece ser malo\, ya que no deja que ni miren a la chica.
Dice Carolina refiriéndose a Sam.
- POR DIOS! - he de admitir que me sobresalte en mi lugar con el grito de mi primo - chicas ¿no creen que ese es un plan muy.. PERO MUY macabro y diabólico?
Y es cuando yo y mi amigo explotamos en carcajadas.
- lo sentimos - hablan al mismo tiempo.
- Stephen - llamo mi atención la chica rubia - ¿podemos hablar? - miro a los chicos - en privado. - termino de decir.
No dije nada, como ya se me hiso de costumbre, solo mire las escaleras e hice un movimiento para que me siguiera.
Una vez arriba y que ella esté un poco más limpia, se sentó en mi cama y yo frente a ella esperando que fuera a decirme.
- bueno - dije ella - primero que nada\, quiero ser directa y preguntarte ¿que sientes realmente por Sophie.? - nuevamente no dije nada\, solo me limite a mirarla.
Sin querer cerré mis ojos y sin que yo lo quisiera, la pelirroja apareció en mis pensamientos, con su cuerpo pequeño y regordete, pero que a la vez la hacía ver más hermosa que una chica alta y delgada.
- le quiero.. -
Narra Carolina.
Le quiero...
Fueron sus únicas palabras luego de unos cuatro. Minutos de silencio.
Sonreí.
- lo supuse - el abrió sus ojos - eres muy evidente - esta vez Sonreí con un poco de burla - y algo celoso.
- no lo soy - dijo frunciendo el ceño\, admito que me asusta\, pero sé que está tranquilo.
- cambiarías de opinión si te digo que... - ¿qué le digo? Oh ya se - que en el hospital hay un enfermero muy joven y guapo que atendido a Sophie y creó que él se quedara a cargo de ella... - dios mi mente trabaja rápido en esto de dar celos - ya sabes\, eso.. Estará todo el día con ella\, la cuidara\, revisara... - no termine de hablar porque me quede paralizada a ver el rostro notablemente enojado de Stephen\, sus ojos azules estaban oscurecidos y note sus puños muy apretado.
Ups... Creo que me pase.
- dime que solo juegas - su voz ronca hace que me dé más miedo aun.
- sólo bromeo - dije con miedo.
- diablos... - susurro relajándose notablemente\, luego me miro fijamente. - gracias.
Lo mire sin entender, no entiendo porque me agradece, al parecer noto mi confusión ante sus palabras por lo que siguió hablando.
- gracias por hacerme aclarar unas dudas. - me pico la curiosidad.
- ¿puedo saber que dudas? - el giro su cabeza mirando a otro lado. - si no quieres no me dig..
- me di cuenta de que esa pelirroja me trae loco - hablo rápido.
- ¿eso quiere decir? - sé lo que quiere decir\, no soy una estúpida\, quiero que lo diga en voz alta\, y tan rápido como se me ocurrió lo hice.
Aproveche que él no me miraba, y también que se quedo callado y busque mi móvil, puse rápidamente la cámara, para gravar lo que tenía para decirme.
- me gusta Sophie - dijo sin más y agradecimiento a todos los dioses que todo paso fríamente calculado. - me encanta su pelo rojizo\, sus ojos cafés.
Suspiró como un verdadero enamorado.
-¿le arias daño? - pregunte luego de recordar las cosas que Sophie nos decía, como que ningún chico la amaría por ser gorda y así.
- sé lo que piensas - dijo de repente. - pero no soy como todos.
- todos... Dicen lo mismo - lo corto.
- no... ¿Te has dado cuenta de que todos los hombres rudos tienen una chica o chico por el cual volverse locos\, enamorarse perdidamente? - dijo un poco más serio.
- no - susurré al recordar a mi novio... Bueno ahora ex-novio.
- por la simple razón de que jamás nos enamoramos antes\, nos resulta extraño\, y lo bueno que hay de esto que siento por Sophie\, es que solo lo siento con ella.
- al principio pensé que Sam era esa persona. - Sonreí.
- a Sam la amo porque ella es mi todo - vi que su mirada bajo y su tono era evidentemente de tristeza. - y deje que otras personas arruinaran nuestro amor de hermanos\, deje que me llenaran la cabeza de mierda y la perdí. - realmente se veía arrepentido. - también eso me pasa con Sophie\, me gusta y no quiero hacerle daño con mi pasado de mujeriego total.
- ¿jamás sentiste amor por alguna chica con las que te acostaste? - el negó.
- por eso cuando nosotros los mujeriegos nos enamoramos.. Es una vez en la vida\, en otros casos son dos\, pero no pasa a mas de hay
- ¿cómo sabes eso Stephen? si jamás te has enamorado.
- tuve amigos y de ellos aprendí.
Narra Stephen
Dije al recordar cuando anduve por el bajo mundo con Justin, y conocí a mafiosos, que se volvían locos por no saber qué hacer ante el enamoramiento que sintieron por aquellas mujeres.
Conocí a mujeriegos peores que yo llorándole a una mujer, y así la lista sigue.
- ¿eso puede pasar con amor de hermanos? – dijo la rubia
- lo dices por Sam ¿no? – reí irónico.
- sí.
- eso prueba lo que yo estoy haciendo por encontrarla ahora\, por decirle que la amo muchísimo y decirle lo arrepentido que estoy por hacerle caso a mi tía\, y tratarla tan mal.
Me calle no queriendo hablar más, y como siempre pasa cuando la recuerdo.
Lloro.
Dejo que las lágrimas caigan libres por mis mejillas.
Narra Samanta
- quiero una explicación - dije al llegar a casa.
Luther me ignoro y subió las escaleras, a su habitación, lo seguí queriendo una explicación para lo que acaba de pasar en los estacionamientos del hospital.
- Luther!! - grite al ver que me serró la puerta en las narices. - ábreme la puerta!!
- ¿pero qué ocurre? ¿qué pasa aquí? - escucho gritar a mama desde las escaleras.
- nada mama - le grite de vuelta - ábreme de una buena vez Luther
Golpee la puerta por unos largos minutos, y al fin, cuando ya estaba lista para irme a mi cuarto.
Y la puerta es abierta.
Y él está mirando al suelo.
- pasa - dice y entró de inmediato.
- ¿y quién es el chico Luther? - pregunte apenas Serré la puerta detrás de mi.
- es...Es un chico que.. - se tiro en la cama - está obsesionado contigo.
Y recordé se inmediato, cuando dormía y alguien me hablaba y ese alguien era mi hermano.
- Luther - lo llame\, el me miro - ¿quiénes son "los tres"?
Narra Luther.
Mierda...
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Escritora: Natalia Manríquez