Introducción
Viridiana una joven mexicana que ama la música, había ganado la oportunidad de hacer una maestría en Roma en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. A sus 22 años ya tenía cien canciones escritas, y no solo la letra ella quería convertirse en una compositora mundialmente famosa. Sabía que pronto pasaría el tiempo, después volvería a su país para comenzar su sueño. Pero su estadía en Roma le cambiaría la vida para siempre, así entendería la razón de cada canción compuesta y escrita por ella.
Levent Akyürek un CEO de Estambul, estaba haciendo negocios importantes en Roma para fortalecer su imperio en compañía de su padre, a sus 24 años tenía todo, una familia unida, una fortuna en constante crecimiento. La más bella prometida de toda Turquía, pero el destino lo pondría a prueba.
“La vida sería mejor explicada a través de las más bellas canciones.” Viridiana
NovelToon tiene autorización de Nay Escoto para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Mariposas de bronce
Capítulo 23
Los días pasaban rápidamente, Cibel y Viridiana eran las mejores amigas. Sabía que ella le hacía mucho bien a su hermano, y que juntos serían muy felices.
—No hay duda que Levent y tú son las mariposas de bronce, juntas siempre y aunque se separen volverán a estar unidas.—
—Levent es un hombre maravilloso, honesto y confiable. Además tiene sentimientos muy nobles y profundos.—
—¿Cuando llega tu familia?—
—Hoy por la tarde, iré por ellos al aeropuerto. ¿Y tus papás Cibel? No hemos sabido nada de ellos, ni siquiera han reaccionado por nuestra boda.—
—Viridiana ellos son muy conservadores, no creo que aprueben su matrimonio. Levent está consciente de ello, es por eso que ha decidido dejarlos fuera de este día tan especial.—
—Pero no estamos en la edad de piedra. Solo son prejuicios absurdos, Levent y yo somos iguales. ¿No lo crees?—
—Si lo creo, pero mi madre no. Es mejor así Viridiana, tú serás la familia de mi hermano. Después de todo, algún día debemos dejar a nuestros padres para hacer nuestra vida.—
—¿Tiene miedo de que no me aprueben verdad?—
—De eso, y que intenten separarlos. No insistas por favor, no quiero que te arrepientas de haberlos conocido si llegaras hacerlo. Aquí lo que realmente importa es que mi hermano y tú se aman, que además unirán sus vidas.—
—Si se llegan a enterar de nuestra boda, sobre todo que los dejamos fuera. Jamás me van a aceptar, además me gusta que todo sea trasparente, detesto las mentiras.—
—Está vez no se puede, por favor olvídate de ellos. Mis padres como el sol, entre más lejos es mejor.—
—Esta bien, no iniciaré una batalla con ustedes en vano.—
—Bien futura señora Akyürek, es hora de ir por tu vestido para que puedas ir por tu familia al aeropuerto.—
Viridiana fue a probarse su vestido, lamentablemente seguía bajando de peso, así que el vestido necesitaría un arreglo más de última hora. La modista lo tendría al día siguiente, sugiriéndole que comiera más. Después Viridiana se reunió con Levent para ir por su familia al aeropuerto, durante el camino conversaron.
—Me comentó Cibel que volviste a bajar de peso, me preocupa.—
—Es que estoy nerviosa, después de todo va ser un gran cambio en nuestras vidas. Levent prometí a tu hermana no insistir con el mismo tema, pero se me hace muy extraño que en un día tan especial para ambos, tus papás no estén presentes. ¿En verdad están llenos de prejuicios, o es que hay algo más?—
—Créeme que es peor de lo que piensas, cuando decidí conquistarte estaba dispuesto a renunciar a todo para poder estar contigo. Sé que son mis padres, pero tú serás mi familia, la madre de mis hijos. No necesito nada más.—
—Está bien, no volveré a insistir. No seré yo quien te atormente con ese tema.—
—Ves porque te amo tanto.—
Levent besaba la mano de Viridiana mientras continuaban su camino al aeropuerto, minutos después esperaban con ansias la llegada de los papás de Viridiana, sería la primera vez que Levent conviviría con sus futuros suegros.
—Ahí están.—dijo Viridiana emocionada mientras agitaba su mano para que los vieran.—Papá, mamá.—se acercó hacia ellos para abrazarlos.
—Eres hermosa hija mía, te ves feliz.—
—Lo estoy papá.—
—Pero estás muy delgada, ah ya se es por los nervios de la boda. Todo va a salir bien mi vida.—decía Eloísa
—Si lo se, bien les presento formalmente a mi prometido. Levent Akyürek.—
—Es un gusto conocerte Levent—saludó Rodrigo a su futuro yerno
—Déjame abrazarte muchacho, tendré un nuevo hijo.—decía Eloísa siempre tan cálida, por un momento Levent hubiera deseado que sus padres tuvieran la mitad de la personalidad de sus suegros y su calidad humana.
—Gracias por estar aquí, debo decir que su hija es lo más valioso que tengo en mi vida.—respondió Levent
—¿Y mi hermano?—preguntó Viridiana
—Esta de gira y no encontró quien lo reemplazara, de todas formas les envía sus buenos deseos y bendiciones.—respondió Eloísa
—Bien vayamos a casa y después vamos a cenar porque muero de hambre, antes de que me de jet lag por el vuelo y el cambio de horario.—decía Rodrigo
Durante el camino a casa de Miroslava, Eloísa miraba Roma con mucha nostalgia. Habían pasado muchos años desde que había estado ahí, la ciudad seguía siendo preciosa.
—Se lo que estás pensando, mañana lo resolveremos.—le decía Rodrigo mientras sujetaba la mano de su esposa
Viridiana los veía por el retrovisor del coche, el semblante de su madre había cambiado por completo. No entendía cuál era la causa.
—¿Papá y mi abuela va a venir?—
—Tampoco puede venir, sabes que también tiene mucho trabajo. Ya sabe Levent que tu abuela, mi madre es actriz.—decía Rodrigo
—No señor, no lo sabía. Solo me comentó que vive en Manhattan.—respondió Levent
—Si, es verdad ahorita hace teatro. En Broadway, no solo como actriz también como productora.—le contaba Rodrigo
—Se hereda el talento.—agregó Viridiana.
—¿supongo que sus padres son escritores señora Eloísa?—preguntó Levent
—Es cierto mamá, nunca hablas de tus padres, mis abuelos. No tienes ni siquiera fotos de ellos, es como si nunca hubieran existido.—
—Es una historia larga y triste, en otra ocasión se las contaré. Y no Levent mis padres no son escritores, decía mi padre que era una carrera sin éxito, y sin futuro.—respondió Eloísa
—Sin embargo mi esposa es la escritora más exitosa de nuestro país. Además su primera telenovela fue transmitido en casi todo el mundo.—
—Logré mis sueños porque tuve el valor de luchar por ellos, sobre todo de hacer un gran sacrificio. Levent, ¿ya están grabando mariposas de bronce?—
—Si, es mi primera novela. Espero sea tan famosa, como su primer proyecto.—respondió Levent
—Así será, ya lo verás.—
Llegaron a casa, se instalaron, cenaron en familia y se fueron a descansar. Faltaba un día para la boda, así que aún tenían cosas que concretar. Al día siguiente Viridiana bajó a desayunar en pijama, su padre ya estaba en la terraza.
—Buenos días papá.—
—Buenos días hija, extrañaba la comida de Lolita.—
—Gracias señor, me halaga. Ya le sirvo su desayuno mi niña Viri.—respondió Lolita
—Gracias mi dulce Lolita. ¿Y mi mamá?—
—No está, fue a un asunto que tenía pendiente.—
—¿Un asunto?¿aquí?—
—Eres muy curiosa, si ella te quiere platicar lo hará, si no, debes respetar.—
—Está bien papá.—
En la academia, el maestro Beccu estaba por comenzar el ensayo para el siguiente evento que tendrían en los próximos días, sus alumnos aún no llegaban. Por un momento al estar solo en el auditorio comenzó a tocar el piano, Für Elise de Beethoven era la canción que le recordaba a su hija, mientras la melodía lo envolvía, la nostalgia hacía que una lágrima rodara por su mejilla.
—Sin duda maestro sigue siendo el mejor del mundo.—
Franco no podía creer lo que veían sus ojos, después de veinticinco años, su hija mayor estaba frente a él. Se veía joven y radiante.
—Pensé que jamás volvería a verte Elisa.—
—Ahora me llamo Eloísa Jacome de Escalante, no era mi intención lastimarte, papá.—
—¿Escalante?—preguntaba confundido
—Si, debo decir que tu nieta heredó tu talento para ser compositora. ¿No lo crees? Y tu nieto Marcelo heredó tu habilidad para ser músico, ninguno de los dos heredaron el talento de Rodrigo para ser director.—
—Entonces no fue casualidad que Viridiana llegara a esta academia.—
—Eres muy famoso, ella te ha admirado toda su vida, sabía que cuando enviara la audición tú la elegirías. Sé que tú querías que yo fuera la que heredara tu legado, pero lo mío es escribir historias hermosas.—
—Ahora entiendo porque nunca te encontré, ¿por qué cambiaste tu nombre?—
—Para poder tener la vida que yo quería, me enamoré de Rodrigo y sabía que nunca lo aceptarías. Al igual que nunca aceptarías que me convirtiera en escritora. El siempre apoyó mis sueños y los sueños de mis hijos, he sido muy feliz a su lado. Perdóname papá.—
—Es mi culpa por haber sido un padre inflexible, supongo que mi nieto se llama Marcelo por tu difunta madre, pero Viridiana ¿por qué?—
—Así se llama mi primera novela, con la que me hice famosa, Viridiana. ¿Cómo está Carlo?—
—Peleamos por Viridiana, sin saber que era su sobrina. Ahora sí tendrá que disculparse, no hay duda que la sangre llama. Ahora entiendo porque veía tanto de ti en ella.—
—Carlo era un niño cuando me fui de casa, lo he visto en redes sociales, en la televisión y hasta fui a un concierto de él cuando se presentó en México. Sé que Viridiana se va a enojar conmigo cuando le cuente la verdad sobre su abuelo y su tío.—
—No hay necesidad, no arruinemos su boda. Después se lo diremos, no sabes lo mucho que te he extrañado.—
—También yo papá, tenía que verte antes de que me vieras en la boda. ¿Ya no estás enojado conmigo?—
—No, al contrario estoy feliz y orgulloso de ti. Fuiste muy valiente.—
Franco abrazaba a su hija después de tantos años separados, al tenerla de nuevo cerca era para él un verdadero milagro, sobre todo estaba feliz de que Viridiana era su nieta. Ya solo necesitaba conocer a Marcelo, pero eso sería después de la boda de su nieta.