Aksel Klutzberg no es el típico alfa de cuento. Es delgado, su forma de lobo es más pequeña que la de cualquier otro líder, y su vida está lejos del lujo o la admiración. Se convirtió en alfa siendo apenas un adolescente, cuando sus padres lo abandonaron para ir en busca de sus mates, dejándole solo una nota y una manada al borde del colapso.
Hoy, Aksel vive en la casa principal de la manada, pero prefiere usar los pocos recursos que le quedan para reparar los hogares de los demás, pagar estudios, cubrir gastos médicos y mantener unida a su gente antes que comprarse un par de pantalones nuevos. Trabaja en la única ferretería que lograron salvar, sobrevive a base de esfuerzo y sarcasmo, y no ha tenido tiempo —ni espacio— para enamorarse.
Lo último que espera es encontrar a su mate. No está listo para el amor, ni para compartir una vida que a duras penas sostiene.
Pero el destino no espera a que estés preparado.
Y Aksel está a punto de enredarse más de lo que nunca imaginó.
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¿Una reunión sin enredos?
Nos encontramos desayunando junto a Marlon, Dilan y Mattheo, ellos están encantados con mi preciosa. Ella es divertida y responde rápido a sus bromas y contraataca. Ella no ha vuelto a acercarse al cuarto de Liam, no he querido molestarla con eso. Liam tampoco a bajado y entiendo que quiera estar junto a Josh hasta que despierte.
De repente, escuché unos pasos bajando las escaleras. Era Josh junto a Liam. Los dos se veían muy felices y enamorados, y también muy marcados.
— ¡Buenos días! - Saluda Josh llegando al comedor.
— Buenos días, Josh - respondió Mattheo. - ¿Cómo te sientes hoy? ¿Ya te recuperaste del mordisco de Liam?
— Sí, sí, estoy bien - dijo Josh, sonrojándose un poco.
— No te avergüences, Josh - intervino Dilan. - Todos sabemos que te gustó. ¿Verdad, Liam?
— Claro que sí - afirmó Liam, abrazando a Josh por la cintura. - Fue lo mejor que me ha pasado en la vida.
— Ay, qué bonito - dijo Marlon, con un tono burlón. - Pero no se pongan muy melosos, que nos dan diabetes.
— No, no, no se preocupen - dijo Liam, guiñando un ojo. - Ya estuvimos muy melosos esta mañana.
— ¡No queremos saber los detalles! - exclamó Mattheo, tapándose los oídos.
Todos reímos un poco, menos Zafiro, ella estaba callada. Josh se acercó a su hermana y la abrazó.
— Hola, Zafi - le dijo. - ¿Cómo estás?
— Bien - respondió ella, sin mucho entusiasmo.
Josh se quedo mirando un buen rato a su hermana, era obvio que ella lo estaba evitando. Josh frunció el ceño, pero no quiso presionarla. Luego se dirigió a mí.
— Hola, Aksel - me saludó. - ¿Qué tal tú? ¿Cómo va todo con mi hermana?
— Todo bien, Josh - le contesté. - Estamos muy bien.
— Me alegro - dijo Josh. - Y dime, ¿para cuando la marca?
Mi preciosa se sonrojo un poco, y creo que yo estaba todo rojo, pero no quise darle mucha explicación.
—Pronto, solo esperando a que el bello durmiente despertara— le digo en broma para quitar la atención de nosotros— Y vaya que ha sido potente Liam por que has dormido más de dos días.
Josh se sonroja, se iba a sentar junto a su hermana pero Liam se sienta entre ellos, Josh no entiende por que lo ha hecho, va a decir algo y Zafiro se levanta me dice que ha quedado con Rosa y Flora ver las compras de los alimentos y esas cosas, y que ella quiere acompañarlas ya que va a ser sus funciones de luna , dice esto mirando a Liam, mi preciosa quiere recuerde que ella va a ser su luna.
Me parece bien que salga con Rosa así que le digo que si pero que por favor Marlon y otro de los guerreros le acompañen solo como precaución, ella asiente me da un beso y se despide de forma general de todos.
Josh mira a todos me pregunta que rayos le pasa a Zafiro por que lo esta ignorando, el va a seguirle y Liam lo detiene, parece que algo le dice por el enlace de pareja y Josh se molesta con él le grita que como es posible que le haya dicho eso a ella.
Terminamos el desayuno con un silencio incómodo. Nadie quería hablar de lo que había pasado. Yo solo quería ver a Zafiro y abrazarla. Pero ella ya había salido.
—Bueno, creo que ya es hora de trabajar - dije, levantándome de la mesa. - Josh, Liam, los espero en mi oficina. Tenemos que hablar.
—Está bien, Aksel - dijo Josh, asintiendo. - Vamos, Liam.
Me dirigí a mi oficina, seguido por Josh y Liam. Entré y cerré la puerta. Me senté en mi escritorio y los miré con seriedad. Ellos seguían discutiendo mientras se sentaban, Josh le decía a Liam, a que se refería a que su hermana le tenia que contar algo importante pero que no se sentía preparada.
— No quiero escuchar más de esto - les dije, cortando la discusión. - Lo que pasó entre Zafiro y Josh es cosa de ellos. Y lo que pasó entre Liam y Zafiro es cosa de Liam y Zafiro. Yo solo quiero que se lleven bien.
—Está bien, Aksel - dijo Josh, asintiendo. - No insistiremos más. Pero espero que Zafiro me perdone. Y que me explique lo que realmente pasó.
— Lo hará, Josh, le dije. - Solo dale tiempo.
—Gracias, Aksel, - dijo Josh, sonriendo.
Liam también se disculpó conmigo. Le dije que tenía que pedirle perdón a Zafiro. Él aceptó, aunque se veía avergonzado.
— Bueno, cambiemos de tema - dijo Josh, tratando de aligerar el ambiente. - ¿De qué querías hablarnos, Aksel?
— Quería hablarte de la situación de la manada - le dije. - De los problemas que tenemos.
— ¿Qué problemas?- preguntó Josh, interesado.
Entonces, le conté la verdad. La verdad sobre mi padre. El anterior alfa. El que nos traicionó. El que nos robó. El que nos abandonó. Le conté cómo nos dejó sin nada. Sin recursos. Sin ingresos. Sin futuro. Le conté cómo tuve que asumir el liderazgo de la manada. Cómo tuve que hacerme cargo de todos. Cómo tuve que buscar soluciones. Cómo tuve que enfrentar las consecuencias.
Josh me escuchó con atención. Me dijo que lo sentía mucho. Que no podía creer lo que había hecho mi padre. Que no podía creer lo que había sufrido yo. Me dijo que me apoyaba en todo lo que necesitara para sacar adelante a la manada.
— ¿Y qué sueñas para la manada? - me preguntó.
— Sueño con mejorar la situación de la manada - le dije. - Sueño con crear nuevos negocios. Sueño con generar más ingresos. Sueño con que los jóvenes de aquí puedan estudiar.
— ¿Y cómo piensas hacerlo? - preguntó Josh, interesado.
— Pues, no lo sé, Josh - le dije. - No soy un experto en negocios, apenas sé cómo llevar la ferretería.
— Pero eres un experto en liderazgo - me dijo Josh, animándome.
—Gracias, Josh,- le dije, agradecido. - Pero no es suficiente. Necesito ayuda y buenos consejos.
—No hay de qué, Aksel - me dijo Josh, con una sonrisa arrogante. - Yo soy el indicado para ayudarte, Aksel. Yo te puedo aconsejar, porque yo lo sé todo de negocios y de finanzas. Tengo una empresa exitosa en la ciudad y soy un maestro en el manejo de proyectos. Nadie sabe más que yo en este campo.
—¿De verdad?—le digo fingiendo admiración— ¿Qué me puedes decir? ¿Alguna sugerencia ?
— Pues, muchas cosas, Aksel, muchas cosas - me dijo. - Podemos empezar por revisar los libros contables y los registros. Podemos analizar los ingresos y los gastos. Podemos identificar las fortalezas y las debilidades.
— Sí, hagamos eso - le dije, asintiendo. - Te doy acceso a toda la información. Acceso a todo lo que necesites.
— Cuenta conmigo- me dijo. -Te prometo que haré lo mejor que pueda.
—Lo sé, Josh.- le dije, confiando. - Y gracias por todo.
Josh era muy práctico. Enseguida entendió lo que quería hacer. Me dio varias ideas para crear nuevos negocios en el pueblo o en el pueblo contiguo. Me explicó cómo aprovechar las ventajas de ser lobos. Me mostró cómo diversificar los ingresos. Me enseñó cómo optimizar los gastos.
—Te agradezco que nos apoyes con todo, Josh, pero por favor no te sobreexijas. No quiero que Zafiro se preocupe por ti, -le dije, con sinceridad.
—No te preocupes, Aksel. Yo sé lo que hago. No me voy a enfermar otra vez. Estoy bien, -me dijo, con seguridad.
Él es muy terco y muy confiado, ahora entiendo lo que me dice mi preciosa.
—Sí me preocupo, Josh. Si no te cuidas, Zafiro se va a enojar con los dos.- le advertí.
Se quedó callado y bajó la cabeza. Sé que le cuesta admitir que necesita ayuda, y que le da vergüenza que su hermana lo regañe.
También me quedé callado y miré a otro lado. No quise presionarlo más, pero tampoco quise que se hiciera daño.
Liam, que estaba sentado al lado de Josh, le puso una mano en el hombro y me dijo:
—No te preocupes, Aksel. Yo sé cómo relajar a mi mate. Le voy a dar un masaje, un beso y un abrazo. Y luego le voy a hacer reír con mis chistes.
Sonrió y le dio un beso a Liam. Me alegré que su relación iba bien pese a todo.
—Está bien, está bien. Pero no se olviden de Zafiro. No querrán verla enojada.
Nos miramos entre nosotros y nos estremecimos como si tuviéramos miedo de Zafiro. Sabíamos que era una mujer fuerte y decidida, y que no se andaba con rodeos. Cuando se enojaba, era mejor no cruzarse en su camino.
Al mediodía, vi regresar a Zafiro con Rosa y los guardias con las compras. Se notaba que habían comprado un montón. Ella había insistido en que ella se haría cargo de los gastos de alimentación para la casa principal, para que yo pudiera atender los otros asuntos. Quería preguntarle cómo iba a asumir esos gastos, sé que ella tiene dinero pero no quiero que lo use así como si me mantuviera. Sé que ella no quiere saber mucho de la empresa ni del dinero de la herencia, Josh dice que ella siempre ha tenido una forma de conseguir recursos, que ella es independiente en eso. Lo que me ha dicho ha sonado raro, confío y la conozco así que esperaré a que ella me lo diga. Ella me vio y me sonrió.
— Hola, Aksel - me saludó. - ¿Qué tal tu mañana?
— Hola, Zafiro - le respondí. - Mi mañana ha sido muy productiva. He estado trabajando con Josh y Liam en unos planes para la manada.
— ¿Qué planes? - me preguntó, curiosa.
— Te los contaré luego - le dije, guiñándole un ojo. - Ahora dime, ¿qué tal tu mañana?
— Mi mañana ha sido muy divertida - me dijo, riendo. - He estado comprando con Rosa y Flora varias cosas para la manada.
— ¿Qué cosas? - le pregunté, intrigado.
— Te las mostraré luego - me dijo, imitando mi gesto. - Ahora ven, ayúdame a llevarlas.
— Está bien. - le dije, riendo también. - Vamos, te ayudo.
me encantó la personalidad de este alfa