Skylar Adams es un omega consentido por su familia y cercanos, toda su vida se ha preparado para ser el omega ideal para el alfa con el que pasará el resto de su vida.
Decepciones, traiciones y desencuentros lo llevarán a plantearse su lugar en el mundo.
."¿Qué debo hacer cuando ya ni siquiera sé quién soy?".
NovelToon tiene autorización de ILiss para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 23
El sol salió muy temprano, el día comenzó con mucho movimiento, Carter vendría por él a las cinco en punto.
Mientras tanto Skylar repasaba en su mente paso a paso todo lo que debía hacer, la omega había hecho una pequeña valija con lo más básico y necesario que necesitaría para el viaje, quedó en que todo se lo entregaría la persona de confianza de Kell, aquel personaje que lo había ayudado a orquestar todo el plan de escape.
Los documentos le serían entregados una vez que llegarán al punto de encuentro, había memorizado el lugar después de buscarlo un par de veces en línea.
Estaba nervioso, pero decidido. Para la cena en casa de Clarice había elegido un traje de dos piezas en un tono celeste pastel que hacía juegos con sus ojos y resaltaba el color de su cabello.
Con accesorios dorados brillaban como pequeñas estrellas sobre la delicada tela del traje. Había elegido ese atuendo porque lo hacía sentirse especial, siempre supo que era atractivo pues creció escuchando que era el omega más hermoso de todos los existentes, sabía que con una sola mirada podría detener el tráfico de autos, bastaba una sonrisa para que todos cayeran embobados a sus pies, todo en su ser derrochaba elegancia, su imagen pulcra, elegante y distinguida.
Sonrió amargo pensando en cuanto tiempo había vivido engañado, pero no era solo culpa del entorno en que había crecido, sino también en aquello que se había empecinado en creer. Le producía repulsión involuntaria aquellos cercanos o aquellos omegas que se empeñaban en encajar en el mundo laboral, codeándose con alfas y betas que siempre buscaban la forma de subyugarlos.
Se había convencido de que él era superior a aquellos omegas que luchaban diariamente para lograr cambios en la sociedad, solo porque era bonito y era el omega "ideal". Aquella palabra lo perseguía de forma aplastante ahora, lo que más deseaba era sacudirse el peso de aquella etiqueta, se sentía asfixiado.
-Jamás pensé que algún día querría ser... ¿Normal? me habría gustado estudiar, tener mis propios sueños... ¿Qué cosas realmente me gustan?, soy como un pequeño niño que recién está descubriendo el mundo. - susurró bajito para sí mismo mientras se observaba en el espejo.
-Cariño, ¿dijiste algo? - su madre irrumpió en la habitación sin ninguna delicadeza.
-Nada, solo pensamientos vagos sobre cómo me veo. - respondió en automático.
-Te ves hermoso como siempre querido, no tengo dudas de que serás el omega más destacado en la velada. Carter sentirá orgullo al ir tomado del brazo contigo. - El tono meloso que utilizaba su madre lo indisponía.
Ya había renunciado a pedirle ayuda a su madre, tantas veces que se quebró delante de ella, aquella mujer que lo había acunado, mimado y criado de manera tan cuidadosa ahora se presentaba con una imagen frívola y distante.
-Mamá... ¿Eres feliz? - Sabía que no debía hacer ese tipo de preguntas, pero qué más daba este era su último día aquí, esta era la última oportunidad de encarar a su madre.
La omega se tensó por un momento y Skylar por un instante reconoció la sorpresa en sus ojos aunque inmediatamente fue reemplazada por molestia, su madre sacudió con sus manos los pensamientos y respiro profundamente.
-¿Feliz? ¿Qué es ser feliz para ti, bebé? Por qué tendrías que dudar que yo soy feliz. Tengo todo lo que un día soñé, puede que las cosas se hayan torcido un poco, pero mi felicidad prevalece en la felicidad de mis hijos. Y aunque tu hermano este pasando por una etapa rebelde y tú tengas algunas dudas, sé que he hecho un buen trabajo criandolos. - Cerró los ojos y luego continuó - Siempre seré tu madre, podrás volver a mi las veces que necesites para recordarte el buen camino y ese, ese será mi mayor triunfo en la vida. - La omega mayor sonrió con satisfacción y le acomodó un rizo detrás de la oreja.
Skylar sonrió con suavidad, el dolor en su pecho era tan agobiante que apenas si podía respirar, pero su madre jamás lo entendería.
-Tú siempre sabes que decir. Te prometo una cosa mamá, seré muy feliz. - Aquellas palabras tenían un sentido mucho más profundo del que podría explicar, pero su madre jamás lo sabría.