En El Corazón Del Bosque

Caso especial, no entendía por qué, pero me gustaba ahora solo había que encontrar un nombre adecuado para mí, inusual nuevo amigo. En la noche me había quedado pensando en lo que le había prometido y aunque en un principio no tenía intenciones de cumplir ahora pensaba hacerlo, así que ahora me encontraba buscando al dueño del castillo

- Hola!!

- ¿Me buscabas?

- A quién más si no

- ¿Perdona?

- No es nada, en realidad me gustaría pasar un momento contigo si tienes tiempo

Eso último lo dije en apenas un susurro y es que me sentía como una tonta pidiéndole eso, pero yo pensaba cumplir, él me miró extrañado y con razón pues en realidad eso era lo último que quería pasar tiempo con él. Para sorpresa mía el acepto y me dijo que nos viéramos por la tarde en el jardín, así que mientras llegaba la tarde me fui a mi lugar favorito del castillo, el cuarto de música ahí toque un poco el pianoforte y también el violín, la música siempre mejoraba mi humor. Mamá decía que el mal humor perdía contra una chica a la cual la música mejorará su estado de ánimo

- Incluso la vida pierde ante ella

Esas eran sus palabras y tenía razón pues no importaba como estuviera mi estado de ánimo siempre mejoraba tocando un poco y dejándome llevar entre la melodía. Adam pasó para avisarme que estaba listo y ambos nos dirigimos hacia el jardín en un silencio incómodo pues no sabía cómo entablar una conversación con él sin terminar queriendo matarlo, al llegar había un kiosco precioso con flores alrededor y una pequeña mesa en el centro, la vista del jardín y el lugar era verdaderamente preciosa. Ambos nos sentamos y Adam pidió un poco de té y postres, pero de nuevo nos encontrábamos en silencio hasta que él decidió romper ese silencio, me preguntó el porqué de pasar tiempo juntos si no diríamos nada

- Hay silencios que dicen mucho si aprendes a escuchar

- Pues según tu expresión dice que no quieres estar aquí

- Solo quiero pasar un momento agradable, tu hogar es verdaderamente hermoso, debió ser increíble crecer en un lugar como este

- En algún momento lo fue, hasta que llegó ese monstruo y destruyó todo lo que amaba

Yo quería saber más pero había temas de los que era muy difícil hablar y además él y yo no nos teníamos la confianza para compartir las cargas del pasado. Él me habló de lo bonitos que son los atardeceres y que había tantos lugares por recorrer que no terminaría en una semana, eso hizo que me entusiasmara pues yo quería conocer todo no sabía cuánto tiempo estaría aquí y me gustaría llevarme un bonito recuerdo de este lugar

- Tú ¿no tienes familia que se preocupe por ti?

- No solo porque lleves la misma sangre de alguien significa que son familia, pero si por familia te refieres a parientes consanguíneos, si tengo un padre, uno del que huí antes de que destrozara mi vida. No es curioso como hay gente que no sabe hacer nada más que destruir lo que tiene a su alrededor

- Como la bestia

- Él no es malo, simplemente fue creado para castigar por lo que sé, desde que está consciente no ha hecho daño a nadie. En cambio mi padre destrozó todas las vidas que tenía a su paso muy consciente de ello, pensando en mi padre y la bestia me preguntó ¿quién es el verdadero monstruo?

- No puede ser tan malo

- Pensarías diferente si lo conocieras

- Lo mismo digo

Después de eso el silencio volvió pero está vez no fue incómodo de alguna manera y pude comprobar que en efecto los atardeceres eran muy hermosos, cuando el sol termino de ocultarse Adam se despidió y me mandó a mi habitación pero yo solo lo ví alejarse y decidí quedarme un poco más. Era diferente el tener con quién conversar y no sentir la soledad a tu alrededor

Adam

Había sido un momento agradable pues no peleamos y tuvimos una charla amena si se puede llamar de esa manera, Isabella debe ser hija de algún noble o al menos alguien con una buena posición económica pues sus modales en la mesa eran muy buenos, su forma de tomar la taza para beber el té, cuando comió un pastelito y un poco del dulce quedó en su dedo y ella lo llevo a su boca fue... Tan excitante, deseé con todas mis fuerzas ser ese dedo para poder sentir sus labios. Nunca había sido un tipo celoso pero con ella yo tengo celos incluso del caballo que trajo con ella, de su dedo y aunque parezca patético (que en el fondo se que lo soy) también tengo celos de la bestia, pues yo sé perfectamente que si ella accedió a pasar tiempo conmigo, con el hombre, fue para poder conversar con el monstruo. Yo estaba seguro de que no cumpliría con su palabra pero lo hizo, creo que está noche le pediré que desayuné conmigo pues quiero conocerla más y... Y no sé que más en realidad