Reynaldo Marrugo, un hombre de 28 años con una dura infancia por parte de su padre; estaba en su oficina recordando todo por lo que ha pasado.
Se acordó que a sus 14 años su padre lo puso a ver películas para adultos, la razón fue porque pasaba con un amigo todo el tiempo, su amigo se quedaba a dormir en su casa, en su cuarto y en la misma cama, la madre no le veia problema a eso, pero su padre si, el era Emiro Marrugo.
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FIN
Minerva le envió un mensaje a Emiro con la dirección para que fuera el sábado a su casa, a Emiro le llegó el mensaje, pero no sé atrevía a leer porque no quería una respuesta negativa, pero abrió el mensaje y se emocionó por la invitación que le estaban haciendo, él esperaba hablar con él en un restaurante o alguna otra parte menos su casa.
Emiro pensaba como pedirle perdón a su hijo, su único hijo, él no esperaba que lo recibiera con los brazos abiertos, pero sí que lo dejara socializar un poco con él y estar cerca de su nieto.
El fin de semana llegó, el sábado a las seis de la mañana Reynaldo estaba despierto, estaba ansioso por la llegada de su padre a quien tenía años de no ver, kenia se dio cuenta y le dijo.
KENIA: Tranquilo mi vida, todo va a estar bien.
REYNALDO: Gracias mi amor, tú y mi madre son mi todo, están cuando más lo necesito.
KENIA: Pronto seremos tres a tu lado.
Él abrazó a su mujer y se sintió un poco más tranquilo, después de cada uno bañarse bajaron a desayunar, allí Minerva le dio ánimo a su hijo y le dijo que dejara que las cosas fluyeran por si sola.
A las cinco de la tarde Reynaldo escuchó el timbre de la casa, se puso nervioso pero se pudo controlar, él estaba sentado en la sala con su mujer y su madre, a los pocos segundos ingresó una de las empleadas, detrás de ella Emiro con un regalo; la empleada se retiró y él quedó mirando a todos, ninguno decía nada, hasta que Minerva rompió el hielo, lo saludo y presentó a Kenia; ella lo saludo amablemente con un abrazo y él también lo hizo, le entrego el regalo y ella se sorprendió porque no esperaba que fuese para ella.
Kenia abrió el regalo y sacó un conjunto blanco, sonrió y le agradeció porque era lo primero que tenía para su hijo.
EMIRO: Lo compré blanco porque no sé si es niño o niña.
KENIA: Nosotros tampoco lo sabemos, pero gracias, está muy lindo.
Reynaldo también sonrió al ver el primer conjunto para su bebé, Kenia miró a Minerva y ella entendió, se levantó y dijo que iba con Kenia a ver cómo estaban con la comida, se fueron y dejaron a padre e hijo solos; Emiro nervioso le dijo a su hijo.
EMIRO: Gracias por aceptar hablar conmigo, sé todo el daño que te hice sin querer, perdóname hijo, sé que te hice mucho daño y eso no tiene remedio, pero por favor perdóname, sé que soy un hombre que sé deja seguir por los prejuicios.
REYNALDO: Reconocer que has permitido que los prejuicios te guíen es un paso importante hacia la liberación. Ahora puedes comenzar a trabajar en desafiar y superar esos prejuicios, recuerda que los prejuicios a menudo se basan en creencias y valores que hemos aprendido de otros, pero que no necesariamente son ciertos o relevantes para nuestra propia vida.
EMIRO: Lo sé hijo, y reconozco que me di cuenta de todo gracias al video, te juzgues e hice que los demás también lo hicieran, yo... tu propio padre ocasione todo.
REYNALDO: Ya no sé puede hacer nada, hay seguir adelante, no se puede cambiar el pasado, pero es importante elegir cómo queremos vivir el presente; aunque no se puede deshacer el daño causado, lo importante es no volver a cometer los mismos errores, papá, no dejes que los prejuicios te definan, tú eres más que tus creencias.
Emiro no soporto escuchar la palabra papá y abrazó a su hijo llorando, Reynaldo también lo abrazó y lloro con él, ese abrazo para ellos fue la mejor sensación del mundo, sintieron que el vacío de sus pechoss volvían a llenarse, Reynaldo había pensado que nada iba a ser igual, que no iban a tener ese apego de padre e hijo, pero se equiboco, si tenia la necesidad de tener a su padre cerca de el, quería compartir con su padre sin importar lo sucedido en el pasado, a pesar de ser un adulto quería el afecto de su padre.
Minerva y kenia llegaron después de treinta minutos y vieron a padre e hijo hablando más relajados, ellos contaron que había aclarado sus diferencias, en ese momento Emiro preguntó cuando sería la boda, su hijo sonrió mirando a su mujer y dijo.
REYNALDO: Desde que decidimos casarnos, no hemos dedicado tiempo a planificar la boda, estamos pendiente del bebé que viene en camino y la empresa.
KENIA: Lo importante es que esté bebé tendrá a toda su familia en su vida, una vida llena de plenitud con todos nosotros presentes.
La familia cenaron felices, en todas las noticias se hablaba del video de Reynaldo y su mujer, el decidió dar una Rueda de prensa al día siguiente, allí dijo que no le gustaban los hombres, y a su vida llegó la mujer que rompio la Barrera que lo hacía dar alergias y asco, y les contó lo del embarazo de kenia, la abrazó y la besó; todos grabaron esa noticia, allí confirmaron que eran especulaciones sin confirmar todo lo que se decía de él.
Pasaron los meses y kenia tuvo a su hijo, supieron del sexo cuando nacio, él niño ya tenía seis mes, la feliz pareja estaban a pocas horas de casarse, Emiro era el encargado de entregar a kenia, Minerva y Alicia llegaron a donde estaba ella areglandose y dijo.
MINERVA: Estás hermosa..
KENIA: Gracias.
ALICIA: Mi hermosa hija.
KENIA: Gracias mami.
MINERVA: ¿Sabes donde está Emiro?
KENIA: Está disfrutando ahora de su nieto y no creo que tengas ninguna posibilidad
de arrebatárselo.
ALICIA: Claro que no podra, cuando viene no sé despega de su nieto.
MINERVA: Es aterrador pensar que casi todo eso habría sido imposible, si mi orgullo no hubiera aceptado escuchar a Emiro, y después hablar con Reynaldo, quizá nunca hubiera llegado a conocer a su nieto.
KENIA: Menos mal que conseguiste mantener una conversación adulta y resolver el problema.
Después de media hora todo estaba listo para la boda, Emiro la llevó a donde Reynaldo estaba esperando, en el jardín de la casa con algunos invitados, entre ellos el ex secretario y el amigo de Alicia, también rl amigo de Reynaldo con una amiga, amiga con la que llevaba años compartiendo intimidad, Kenia fue entregada a Reynaldo y empezó la ceremonia enseguida. El discurso del juez empieza, y después la pareja proclama sus botos, las palabras que los unirán como esposos, para Reynaldo pronunciar esas palabras tradicionales, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe, era una sensación fenomenal. Pero no tan extraordinario como lo que tendría que decir kenia. Cuando escuchó que podían besarse, ella le sonrió y dijo.
KENIA: Antes de que puedas besar a la novia, o sea, a mí, quiero decirte que...
Ella agarró la mano de el y la puso en su vientre, el la mira un poco desconcertado y ella dice en voz baja.
KENIA: Estoy embarazada, vamos a tener otro bebé, este es el regalo de boda, me hice la prueba esta mañana.
REYNALDO: Oh por Dios ¿Vamos a tener otro hijo? ¿Lo dices en serio? ¿Un nuevo integrante en la familia?
Ella le confirmo y el se emocionó, la abrazó y lo grito fuerte para que todos lo supieran, los padres de Reynaldo y la madre de kenia se unieron al gran abrazo, después de todo, Reynaldo y kenia estaban felices, casados con un hijo y a punto de tener otro, ya no era ARLERGICO A LAS MUJERES.