Conocerte fue un disparo al corazón
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Capitulo 23
"El corazón nunca olvida el lugar donde dejó sus mejores latidos"
^^^Mario Benedetti^^^
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Los tres días de libertad se desvanecieron rápidamente, como un sueño que llega a su fin. Samantha y Fernando se preparaban para regresar a la realidad, dónde el trabajo y la disciplina los esperaban en el comando SWAT. Mientras recogían sus cosas en la pequeña casa de la playa, Samantha decidió abordar un tema que la había estado preocupando.
- Fernando - comenzó, con un tono serio mientras guardaba algunas prendas en su maleta - Hay algo que necesito pedirte.
Fernando, que estaba terminando de cerrar su mochila, levantó la vista y vio la preocupación en sus ojos.
- Dime, Sam. ¿Qué pasa?
Samantha se tomó un momento antes de responder, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras.
- Me... me gustaría... - se detuvo un momento dudosa - que mantuvièramos en secreto nuestra relación, al menos por ahora. No quiero que empiecen los rumores y malos entendidos en el equipo. Sabes cómo son las cosas en el trabajo, y no quiero que eso nos afecte.
Fernando se sentó en el borde de la cama, y estuvo en silencio por un rato, finalmente, asintió con la cabeza, aunque con una leve frustración en su expresión.
- Entiendo por qué lo pides, Sam. No es lo que yo hubiera querido, Pero si estoy es lo que necesitas para sentirte cómoda, lo aceptaré.
Samantha sintió un alivio mezclado con una pequeña punzada de culpa al ver la expresión de Fernando. Sabía que esto no era lo ideal para él, Pero también sabía que, por ahora, era lo mejor para ambos. Se acercó a él, se puso agachó y le tomó las manos, mirándolo directamente a los ojos.
- No quiero que pienses que no quiero estar contigo - dijo Samantha con toda la sinceridad que podía - porque lo quiero. Solo necesito tiempo para manejar las cosas a mi manera.
Fernando apretó sus manos y esbozó una pequeña sonrisa.
- Lo entiendo, Sam. Solo quiero que sepas que para mí, nuestra relación es importante. Y que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que funcione.
Samantha sonrió y lo besó suavemente en los labios, agradeciendo en silencio su comprensión. Mientras se preparaban para regresar al trabajo, ambos sabían que navegar está nueva etapa de su relación no sería fácil, Pero estaban dispuestos a intentarlo. Y aunque Fernando aceptó la decisión de Samantha, en su corazón deseaba que llegara el día en que pudieran vivir su amor libremente, sin secretos ni reservas.
Cuando finalmente llegaron a la casa de Samantha, la noche ya había caído, envolviéndolos en un silencio cómodo Pero lleno de emociones no expresadas. Fernando apagó el motor de su camioneta y volteo a ver a Samantha.
- Mañana mandaré a buscar tu motocicleta.
- Está bien - le dijo sonriendo.
Se quedaron viendo un rato dentro del auto, sin hacer el menor esfuerzo por irse. Samantha, sintiendo la misma resistencia a separarse, permaneció junto a él, con la mano descansando suavemente en su pierna.
- Debería irme - murmuró Fernando, aunque sus palabras parecían de convicción. No quería estar lejos de ella, no después de los días que habían compartido. La sola idea de volver a la rutina sin la cercanía que habían experimentado lo llenaban de un vacío que no esperaba sentir.
Samantha lo miró, sabiendo exactamente cómo se sentía. A ella también le resultaba difícil separarse, especialmente después de haberse abierto tanto el uno con el otro. Pero ambos sabían que no tenían opción, el trabajo los esperaba, y con él, la responsabilidad que venía con ser parte del equipo SWAT.
- Lo se - respondió ella en voz baja, apretando su mano antes de soltarla lentamente - Pero mañana volvemos al trabajo, y no podemos dejar que esto nos distraiga.
Fernando asintió, aunque no puedo evitar que su frustración asomara en su expresión.
- No quiero estar lejos de ti, Sam. No después de estos días junto a ti tan maravillosos.
Samantha esbozó una sonrisa melancólica.
- Yo tampoco quiero, Pero debemos ser profesionales. Lo que tenemos es especial, y lo sé. Pero sabes muy bien que necesitamos tener la cabeza clara y enfocada cuando estemos en el trabajo.
Fernando suspiró, sabiendo que ella tenía razón. Se inclinó hacia ella y la abrazo con fuerza, sintiendo la calidez de su cuerpo contra el suyo, tratando de memorizar cada detalle antes de tener que dejarla.
- Te prometo que haremos que esto funcione, pase lo que pase
Samantha correspondió al abrazo, aferrándose a él por un instante más antes de dar un paso atrás.
- Lo sé también haré mi parte.
Finalmente, con un último beso suave, se despidieron. Ella lo observó mientras se alejaba.