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Chico Gay Contra Una Sociedad Retrograda

Chico Gay Contra Una Sociedad Retrograda

Status: Terminada
Genre:Completas / Hijo/a genio
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Mauricio Olivo

habla de la vida y los desafíos de un chico gay el cuál se desarrolla en medio de un país latinoamericano

NovelToon tiene autorización de Mauricio Olivo para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

los desafíos en educación física

Matías siempre había sentido una mezcla de emociones cuando llegaba la hora de la clase de educación física. Por un lado, disfrutaba del tiempo al aire libre y de la oportunidad de moverse después de largas horas sentado en el aula. Por otro lado, la clase de educación física con la profesora Esmeralda no era exactamente lo que esperaba.

Esmeralda era una mujer de mediana edad con una figura atlética que no se reflejaba en sus métodos de enseñanza. A pesar de su apariencia física, su competencia como profesora dejaba mucho que desear. Su idea de educación física consistía en poco más que tirar un balón de fútbol al grupo de estudiantes y dejarlos jugar por su cuenta. No había instrucciones, no había estructura, solo el caos de un partido de fútbol improvisado.

Desde el primer día de clase, quedó claro que Esmeralda no tenía la paciencia ni el interés en enseñar habilidades deportivas o promover la actividad física de manera efectiva. "Jueguen y diviértanse", decía con un tono despreocupado mientras se sentaba en una esquina del campo, a menudo mirando su teléfono o charlando con otros profesores.

Para Matías, que no era particularmente aficionado al fútbol, estas clases eran un reto. Se esforzaba por encontrar maneras de mantenerse ocupado y evitar las situaciones que podían llevar a conflictos o accidentes. Sin embargo, en una de esas clases, algo inesperado ocurrió.

Ese día, Esmeralda había traído varios equipos de gimnasia, incluyendo cuerdas para saltar y pelotas de ejercicio. Como de costumbre, los estudiantes comenzaron a jugar al fútbol, pero Matías decidió explorar las otras opciones. Entre los objetos había un pequeño fitball, una pelota blanda que solía usar para mantenerse activo cuando se aburría del fútbol.

Matías tomó el fitball y comenzó a jugar con él, lanzándolo y atrapándolo mientras corría por el campo. El movimiento del balón lo mantenía entretenido y le daba un sentido de propósito, aunque pequeño. Mientras jugaba, notó una cuerda de saltar que colgaba de una de las porterías. Decidió combinar ambos elementos, lanzando el balón a través de la cuerda y atrapándolo al otro lado.

Sin embargo, su juego inocente pronto tomó un giro inesperado. Mientras lanzaba el fitball una y otra vez, sus compañeros continuaban con su partido de fútbol. En un momento de distracción, Matías lanzó la cuerda hacia adelante sin mirar, y sin querer, atrapó a Diego, uno de sus compañeros de clase, quien corría tras la pelota de fútbol.

Diego tropezó y cayó al suelo con un grito de dolor, sujetándose el brazo. La clase entera se detuvo, y una oleada de preocupación y culpa inundó a Matías. Corrió hacia Diego, que yacía en el suelo con el rostro contorsionado por el dolor. Al darse cuenta de la gravedad de la situación, Esmeralda finalmente intervino, dejando su posición cómoda y apresurándose hacia el grupo de estudiantes.

"¡¿Qué pasó aquí?!" exclamó con una mezcla de preocupación y exasperación. Matías, con la voz temblorosa, explicó lo que había ocurrido. "Yo... estaba jugando con la cuerda y el balón. No lo vi venir, lo siento mucho."

Esmeralda examinó rápidamente el brazo de Diego y su expresión se oscureció. "Esto parece serio. Llamaré a la enfermería de inmediato. Matías, ve con Diego a la enfermería y asegúrate de que lo atiendan bien."

Mientras ayudaba a Diego a levantarse y lo acompañaba a la enfermería, Matías no podía dejar de sentirse responsable. Aunque no había tenido intención de lastimarlo, el hecho era que su descuido había causado una lesión grave a su compañero. Al llegar a la enfermería, la enfermera examinó el brazo de Diego y confirmó que estaba fracturado.

La noticia se esparció rápidamente por la escuela, y Matías se encontró enfrentando no solo la culpa, sino también la reacción de sus compañeros. Algunos lo miraban con desaprobación, mientras que otros simplemente lo evitaban. La mayoría, sin embargo, no podía ocultar su curiosidad morbosa por el incidente.

Durante los días siguientes, Matías intentó disculparse con Diego en varias ocasiones. Aunque Diego aceptó las disculpas, la situación seguía siendo incómoda. Cada vez que veía a Diego con su brazo enyesado, recordaba el momento y la sensación de impotencia que había sentido.

La profesora Esmeralda, por su parte, no hizo mucho para mejorar la situación. En lugar de abordar el incidente de manera constructiva, continuó con sus métodos habituales, dejando a los estudiantes jugar sin supervisión adecuada. Matías, sin embargo, decidió evitar el fitball y la cuerda, y optó por participar en el fútbol, aunque no le gustara, solo para mantenerse fuera de problemas.

La rutina continuó, pero Matías no podía evitar sentirse cada vez más frustrado con la falta de profesionalismo de Esmeralda. Sabía que el incidente con Diego podría haberse evitado si la profesora hubiera estado más atenta y dedicada a su trabajo. La idea de que otros estudiantes pudieran resultar heridos por la negligencia de Esmeralda lo preocupaba profundamente.

Finalmente, después de varias semanas de observar la misma falta de estructura y supervisión, Matías decidió que era hora de hablar. Sabía que su voz podría no ser escuchada, pero sentía la necesidad de intentar hacer algo al respecto.

Un día, después de clase, se acercó al director Gómez, quien ya estaba familiarizado con su nombre después del incidente con la maestra Martina. El director lo recibió con una sonrisa comprensiva. "¿Qué te trae por aquí, Matías?"

Matías respiró hondo antes de hablar. "Señor Gómez, quiero hablarle sobre la clase de educación física con la profesora Esmeralda. No estoy seguro de que esté manejando las clases de manera adecuada. Ha habido muchos incidentes y creo que necesitamos más supervisión y estructura."

El director Gómez lo escuchó atentamente, asintiendo mientras Matías explicaba las circunstancias. "Entiendo tu preocupación, Matías. Aprecio que hayas venido a hablar conmigo. Voy a investigar esto y asegurarme de que tomemos las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el aprendizaje de todos los estudiantes."

Matías salió de la oficina del director sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad. Había hecho lo correcto al expresar sus preocupaciones, pero sabía que podría enfrentar reacciones negativas tanto de Esmeralda como de algunos de sus compañeros.

Los días pasaron y Matías notó algunos cambios en la clase de educación física. Esmeralda parecía más atenta y comenzó a implementar actividades más estructuradas. Hubo sesiones de estiramiento y calentamiento, y aunque todavía había partidos de fútbol, ahora había instrucciones claras y objetivos específicos.

Aunque no todos los estudiantes estaban contentos con los cambios, Matías sintió una mejora en la seguridad y la calidad de la clase. La experiencia con Diego había sido una dura lección, pero había llevado a un cambio positivo. Matías comenzó a participar más activamente en las actividades y a disfrutar de las clases de educación física de una manera que no había sido posible antes.

La relación con Diego también mejoró con el tiempo. Aunque al principio había sido tensa, Diego finalmente aceptó la disculpa de Matías de manera genuina. "Sé que no lo hiciste a propósito", dijo un día durante el recreo. "Fue un accidente. Solo espero que podamos seguir adelante."

Matías sonrió, sintiendo un peso levantarse de sus hombros. "Gracias, Diego. Lo siento mucho por lo que pasó. Estoy realmente aliviado de que estés mejorando."

Con el tiempo, la clase de educación física se convirtió en una experiencia más positiva para Matías. Aunque todavía había desafíos y momentos difíciles, sintió que había aprendido una valiosa lección sobre responsabilidad y el impacto de sus acciones. La experiencia también fortaleció su determinación de hablar cuando veía algo que no estaba bien, sabiendo que su voz tenía el poder de hacer una diferencia.

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María Elena Tinta Ñaupa
eso me gusta Matías,tu puedes,eres grande
mauricio olivo
ya lo corrijo
maria lourdes Mercado
porque cambiaste el nombre de Matías a mauricio
Rosa Osorio Vasquez
Bueno
🎧🎶✨🪐💫
Matias te entiendo,somos iguales sabes?,a mis cuatro cortos años ya lloraba por qué los nenes del jardín me golpeaban o empujaban de los juegos o me molestan por ser gordita,recuerdo que un día me sacaron del jardín por qué en un ataque de ansiedad ya común para mí a esa tan corta edad dije "mami me quiero morir",a mis cortos cuatro años,con las palabras que me salían mal dije eso,te de comprendo por qué ahora
estoy en secundaria y me va un poco mejor pero sigo con las inseguridades autoestima baja y ataques de ansiedad,la vergüenza y el pánico social,en fin,te comprendo
mauricio olivo: entiendo muchas fuerza querida lectora❤️
total 1 replies
María Elena Tinta Ñaupa
me gusta mucho 😍
Dania Espinoza
Es muy bonito 🥰 me e canto
Brock
No puedo parar de pensar en ello
Sun Seto
Me encanta tu forma de contar historias, tienes un verdadero don para esto. ¡Sigue adelante! 🙌
Panqueques24
Me siento tan conectada con los personajes que necesito saber qué pasa después. ¡Actualiza pronto! 😭
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