Mi nombre es Fernanda, vivo en una época donde las mujeres vivimos esclavas de las normas morales, de los valores, ética y las disque buenas costumbres de la sociedad.
Hoy estoy en el fango, cometí el peor error de mi vida, creer en las promesas de amor de un falso hombre y aquí estoy embarazada, siendo la peor mujer para la sociedad, la gente me mira mal, me hace un lado y todos me dieron la espalda por qué soy una mujer indecente.
Pero la vida me tenía que abrir los ojos a golpes, entender que no todos son buenos y no todos son malos, como la mujer que se convirtió en mi suegra, ahora no se ¿debo odiarla o quererla?
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CAPÍTULO 11
Que hermosa propuesta de matrimonio, la verdad es que nunca me imagine una propuesta como esta; cuando pensé que me casaría con Marcos, solo pensé que me pondría el anillo, pero nunca lo mire arrodillado como lo estaba haciendo Jorge.
Las personas que estaban ahí se nos quedaron viendo y una mujer al ver que yo no contestaba me grito. – Ya contéstale, no nos dejes en suspenso.
Que hermoso momento estoy viviendo, es algo que nunca pienso olvida; le sonrió con emoción y le conteste. - ¡Si! ¡Si acepto casarme contigo!
Todos los presentes al escuchar mi respuesta empezaron a gritar. – ¡Beso, beso, beso!
Creo que esto no me lo esperaba y no sé si este bien, me puse más nerviosa de lo que ya estaba, pero lo más extraño era que él se miraba tan tranquilo; me puso el anillo y se puso de pie, hizo que me levantara, pego sus labios a los míos, fue algo rápido.
Yo no supe cómo reaccionar, aunque sus labios se sintieron suabes, tiernos, no me desagrado y el abrazo que me dio fue algo tan lindo, hasta parecía un hombre enamorado; lo acepto que hermosa ilusión, aunque al final todo es falso, aquí no hay amor, solo un compromiso que la verdad no sé por qué él lo está haciendo y ahora se estaba haciendo una pregunta en mi cabeza ¿Por qué se estaba casando conmigo?
Respondí a su abrazo, no me había fijado, pero huele tan bien, es algo fresco masculino como a madera, era agradable estar en sus brazos; mi rostro quedaba en su pecho, pegué mi rostro a su cuerpo para poder olor mejor su aroma, llenar mi nariz con su fragancia.
Las personas que estaban ahí aplaudieron y nos felicitaron, algunas mujeres e pararon para abrazarnos nos dieron hermosas palabras de felicitación, para que nuestro matrimonio siempre estuviera envuelto en el amor; tambien se levantó un hombre ya mayor, se miraba de unos 60 años o más que se acercó a nosotros y nos dijo. – Jorge, muchas felicidades por tu compromiso, por fin has decidido sentar cabeza, él se pondrá feliz al saber sobre tu boda.
Jorge me soltó y volteo a ver al hombre, aunque no se miraba feliz de verlo, más bien su rostro parecía de amargura; ese hombre se miraba bien vestido, estaba de traje y en estos tiempos ver a alguien con traje y corbata en estos lugares era algo raro, la verdad este lujo solo se lo podían dar las personas con dinero, pero lo más extraño de todo era lo que le dijo, ¿a quién se refería cuando dijo él?
Me quede parada al lado de Jorge, no dije nada y pasaron unos segundos en silencio cuando lo escuche decir. – No sabía que estaba en este lugar, es extraño que usted este por estos lados.
Gracias por sus felicitaciones y no hace falta que le diga nada, esto no es algo que sea importante, será mejor que no lo molestemos con estas cosas.
Sus palabras eran cortantes y la verdad no eran claras, no podía saber de quién hablaban, pero si me llamo la atención, deseaba tanto saber ¿de que estaban hablando? o ¿mejor dicho de quien hablaban? y ¿por qué Jorge se miraba molesto?
El hombre nos invitó a sentarnos en su mesa y la mujer que venía con él se nos acercó, abrazo a Jorge con mucho cariño, era como si fuera el abrazo de un familiar; lo extraño fue que Jorge apenas correspondió al abrazo de la mujer, pero ella nos hizo ir a su mesa, no pudo negarse a su petición terminamos en la mesa de esa pareja.
La mujer me abrazo y me felicito, me pidió que lo cuidara bien, hasta me dijo que era un buen hombre, alguien noble, leal, que me daría mucho amor; lo extraño de todo esto fue que no se presentaron, solo siguieron con la plática preguntando sobre la boda.
Se miraba que Jorge contestaba sus preguntas sin ganas, pero era educado y los trato con respeto; ordenamos algo para comer y cuando la comida llego en la mesa se hizo un silencio.
El hombre y la mujer se miraban tranquilos hasta felices de estar con él, pero Jorge no se miraba feliz, más bien parecía molesto e incómodo de estar con ellos; al terminar de comer, me dio unos minutos para que yo terminara mi bebida y apenas me la termine él dijo. – Nosotros nos retiramos ya es algo tarde y tenemos que regresar al pueblo, no quiero preocupar a mis futuros suegros.
Eran las 4 pm, fue extraño lo que dijo porque el tren que íbamos a tomar de regreso llegaría hasta las 6:30 pm, aun teníamos una hora y media, pero él parecía que no quería estar con ellos.
Yo lo apoyé me puse de pie y me despedí de ellos, los dos volvieron a felicitarnos, nos despedimos con educación y salimos de ahí; estábamos caminando por la plaza y me di cuenta de que él no pensaba decirme nada, ni explicarme quienes eran ellos.
Estaba curiosa, deseaba saber quiénes eres, pero realmente no tenía la confianza para preguntarle nada y como lo había pensado él no me comento nada, lo único que me dijo fue si quería una paleta de hielo; no me quedo más que decirle que sí y me compro una de piña, era mi favorita.
No me pregunto de cual quería, solo la escogió y me la entrego, no sé por qué no me pregunto de cual quería, solo la tomo como si supiera cual me gustaba, pero era imposible que supiera mis gustos, nosotros nunca habíamos tenido un trato para que me conociera, pero él me entrego la paleta con una confianza, que se me hizo algo extraño.
Creo que no tengo que pensar mucho, tal vez aún está enojado y solo busca que yo no le pregunte nada, por eso solo me dio la primera paleta que miro, esto tiene que ser una coincidencia.
Caminamos de regreso a la estación del ferrocarril para tomar el tren, teníamos hora y media para llegar, caminamos despacio, él cargaba las compras que hicimos, yo comía mi paleta mientras caminábamos, aunque lo hacíamos en silencio.
Yo no quería este silencio, pero no encontraba que decirle, solo pensaba en esos dos señores en lo extraño que fue todo, tambien deseaba saber ¿Por qué se estaba casando conmigo? ¿Por qué estaba siendo tan lindo conmigo? Preguntas que cuando le dije que si me casaba no había pensado, pero a como avanzaban los días las preguntas se iban haciendo presente, pero al mismo tiempo no me atrevo a preguntarle, no tengo esa confianza, ni siquiera se en que plan estamos realmente.
Ya me beso, tambien me abrazo y ha tomado mi mano, me regalo un hermoso anillo de compromiso, me hizo la petición más linda de matrimonio, pero aun así realmente ¿yo puedo preguntarle algo? ¿tendré el derecho de cuestionarlo?
Miraba el camino por donde íbamos, Ahuacatlán era un pueblo algo grande y lindo, era la cabecera municipal, tenía casi de todo lo que se pudiera buscar, pero aún no era como las grandes ciudades, aunque pasar las tardes aquí era agradable.
Me termine la paleta a mitad del camino y él al parecer me ponía atención, aunque lo disimulaba muy bien, porque apenas me la termine me quito el palo que me quedo, lo hecho en una de las bolsas para que no cargara y no tirara la basura en la calle.
Le di las gracias y seguimos caminando, él no decía nada, solo caminaba, esto era realmente desesperante, no me gustaba este silencio y a unas calles antes de llegar a la central camionera le dije. – Creo que ya tenemos todo lo de la boda, solo faltaría ver los arreglos de la iglesia, me gustaría comprar flores blancas para la virgen.
Pensé que solo me iba a decir está bien pero no fue así; empezó a decirme. – Mi madre se hará cargo de eso, creo que te va a gustar como ella planea dejar la iglesia.
Fernanda, sé que tienes muchas preguntas y creo que no sabes cómo preguntar, pero si queremos que nuestro matrimonio sea realmente armonioso lo mejor es que hablemos siempre con la verdad, que tengas la confianza de decirme lo que piensas, hablarme de tus dudas y si tienes preguntas por más duras que sean tienes que hacerlas.
Yo realmente no tengo ninguna pregunta para ti, sé muy bien lo que estoy haciendo, tambien entiendo por qué aceptaste casarte conmigo, aunque no estas enamorada de mí, tambien sé que con el tiempo podremos tener una buena relación, sé que seré un buen padre, un buen esposo y tendremos una hermosa familia, para mi es lo único que me importa.
Tienes que ser sincera conmigo de la misma manera que yo lo soy, no espero tener una relación contigo donde los secretos sean las bases, pero no esperes que yo te conteste preguntas que no me haces, porque no sabría si tu no las haces porque no te interesa saberlas o porque no me tienes confianza.
Jorge parece que me le la mente, pero creo que tiene razón, si no le pregunto cómo espero saber algo de él, pero ahora que me da esta confianza, que me dice todo esto no sé por dónde empezar, son tantas mis preguntas y no se cual es más importante, ¿qué es lo que debería preguntar primero?
Negocio de la costura y el bordado hacer vestidos para damas con bordados únicos eso a la larga da dinero quien sabe hasta modista llegas ser . Todo es posible