El Alfa Maldito.

Gio no tuvo más remedio que obedecer las palabras de Vincenzo. Además, él también tenía hambre y odiaba desperdiciar buena comida sólo porque no podía usar su mano buena. Abrió la boca y tomó un bocado de carne del tenedor que sostenía el Alfa.

Vincenzo asintió con satisfacción. Cortó la carne del plato de Gio en pedazos pequeños y le dio de comer un poco más. Después de que el Omega terminó la carne en su plato, él le dio las rodajas de fruta.

Gio comió con ganas. No se podía negar que hacía mucho tiempo que no probaba buena comida, por lo que no perdería la oportunidad de disfrutar de toda la comida que le servían frente a él.

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Lion la madre de Vincenzo estaba radiante cuando escuchó los informes del espía que envió a la torre de su hijo..

_ Entonces... hicieron el amor apasionadamente anoche, ¿eh? ¿Qué? ¿Todos la torre pudieron escucharlos? ¡Guau! ¡Eso es increíble! _ se rió entre dientes y miró a su esposo de manera cómplice.

El Alfa fingió no escuchar su conversación, pero la gente pudo ver que sus ojos estaban llenos de orgullo.

Sí, puede que no sea un hombre guapo, pero tenía resistencia y podía satisfacer a su esposo con se-xo alucinante. Así es como él, un Alfa de apariencia promedio, pudo conservar un esposo tan hermoso. Lion era tan bonito como un príncipe elfo de los cuentos de hadas. Él era la definición de perfección y lo amaba.

Ejem... basta ya de la vida sexual del Alfa y su esposo. Ahora tenemos que volver a la cuestión más importante. El Alfa maldito.

_ Estoy muy feliz de escuchar esto. Si continúan así, seguramente tendré a mi nieto muy pronto _ dijo Lion con evidente emoción.

_ Sí, señor. Todos en la torre pudieron escuchar que hicieron el acto _ dijo el informante con el rostro sonrojado. También escuchó todo claramente cuando vino a husmear. El espía se aclaró la garganta. _ Esta mañana también vi a al sr. Vincenzo alimentando a su Omega.

_ Diosa Luna... ¿es así? Ah... qué romántico. Esto me hace muy feliz. A él realmente debe gustarle ese Omega. Ahhh... no puedo esperar a escuchar las historias sobre cómo se conocieron y se enamoraron _ Lion presionó su mano contra su pecho. Estaba encantado como si fuera él quien se enamoró.

El informante estaba a punto de decir algo, pero entonces recordó la expresión feroz Vincenzo. De repente le preocupó hablar demasiado. Sí, Lion le ordenó espiar a su hijo. Sin embargo, pronto Vincenzo sería el Alfa de la manada y sus órdenes serían la ley. No debe estar del lado malo del joven Alfa por ningún motivo.

El informante sintió que no debía hablar demasiado y no le contó a Lion cómo Gio se disfrazó de sirviente de Vincenzo para matarlo. Debe haber una razón por la cual Vincenzo no le reveló esa información a su madre por sí mismo. Lion se pondría furioso.

Hmm... parecía que, para mantener la cabeza, debía estar seguro de que la información que le transmitiría a Lion no haría que Vincenzo se enojara con él. El informante se aclaró la garganta.

_ Escuché que se conocieron hace un mes, él Omega, Gio, ha vivido en la torre del Alfa Vincenzo durante un mes.

_ Ahhh... entonces su nombre es Gio, ¿eh? _ Lion asintió con una sonrisa. Su rostro parecía muy satisfecho _ Es un nombre encantador. ¿Sabes de dónde viene Gio?.

El informante negó rápidamente con la cabeza.

_ Volveré y lo descubriré. Le ruego a que tenga paciencia.

_ Hmm... está bien _ dijo Lion. Le dio un codazo a su marido, que había estado en silencio durante toda la conversación _ Enzo, creo que deberíamos celebrar una cena especial para darle la bienvenida a nuestro futura yerno.

Enzo asintió _ Te dejaré encargarte de todo, mi amor.

_ Ja. Muy bien. haré que a Vincenzo venga a la mansión en la tarde y hablaré sobre organizar una cena familiar para darle la bienvenida a Gio a esta manada.

Después de enviar al informante de regreso a la torre de Vincenzo. Lion inmediatamente llamó a algunas de sus damas de compañía y habló con ellas sobre la preparación de una cena especial.

_ Tengo que pensar en una excusa para invitar al Omega aquí _ murmuró Lion mientras golpeaba la mesa con sus hermosos y delgados dedos _ Mi hijo dijo que no quería presentarlo todavía.

_ Señor Lion... el cumpleaños del sr. Vincenzo está a la vuelta de la esquina. ¿Por qué no lo convierte en una excusa para organizar una fiesta e invitar a la señor Gio aquí? _ pregunta Amalia Preston, que era más inteligente que sus compañeras _ Estoy segura de que el sr. Vincenzo no podría decir que no. También es una buena manera de disipar los rumores de que el sr. Vincenzo le gustan los Alfas. Puedes matar dos pájaros de un tiro.

_ Ahh... tienes razón.

El rostro de Lion volvió a iluminarse. Le molestaban mucho los desagradables rumores difundidos por ciertas personas que querían manchar la reputación de su hijo. Otros Alfas de su edad ya tendrían 2 o 3 hijos, pero Vincenzo nunca salió con nadie.

_ Como de costumbre, cada vez que organizamos una cena o un fiesta, todavía tenemos que brindar seguridad alrededor del sr. Vincenzo para que ningun Omega o Beta lo toque. añadió otra dama.

_ Hmm... esa es otra buena idea. Entonces debemos hacer los preparativos de inmediato _ dijo felizmente Lion _ Ahh... ¡no puedo esperar a conocer a mi futura yerno!.

Mientras tanto, en la torre de Vincenzo...

_ ¡¡Achoo!!

Gio estornudó muchas veces. Afortunadamente, toda su comida había sido masticada y tragada, por lo que no escupió la comida a Vincenzo que estaba sentado a su lado cuando estornudó.

_ ¿Qué te sucede? _ preguntó Vincenzo con asombro.

_ No lo sé _ respondió Gio. Se secó los labios con una servilleta, pero como no estaba acostumbrado a usar la mano izquierda, todavía tenía algunas migajas en la comisura derecha de los labios que no pudo limpiar.

Vincenzo negó con la cabeza mientras tomaba la servilleta de la mano de Gio. Comenzó a frotar la comisura derecha de los labios del Omega.

_ Comes como un niño. Qué desordenado _ comentó el Alfa. Luego se levantó y puso la servilleta sobre la mesa _ Tengo que volver a entrenar a con mis subordinados. Tendremos una competencia con mi primo en unos días. Estoy haciendo una apuesta de que manada ganará.

Gio puso los ojos en blanco. [Espero que pierdas.]

_ No olvides anotar todos los alimentos que te gustan y darle la lista al cocinero. Tienes que comer bien.

[Tch. Por supuesto, quieres engordarme para el trabajo.]

Vincenzo se quedó de pie por un momento, mirando a Gio. Parecía que estaba a punto de decir algo, pero nada salió de sus labios. Su actitud desconcertó al Omega.

[¿Qué va a hacer este bastardo? ¿Por qué me mira así? ¿No acaba de comer? ¿Por qué su cara parece hambrienta? Ugh...]

Vincenzo parecía vacilante, pero luego, se inclinó y besó a Gio en los labios.

Tenía el rostro sonrojado y sus labios no pudieron ocultar una leve sonrisa cuando se despidió del Omega.

_ Me iré ahora.

Luego, el Alfa salió corriendo del comedor, de la torre para encontrarse con sus guerreros en el patio.

Gio se tocó los labios que Vincenzo acababa de besar y frunció el ceño.

Como el beso fue tan corto, Gio no sintió la necesidad de frotarse los labios con fuerza para eliminar el rastro.