LAZOS DE SANGRE

Cuando Jimena escucho a su amiga que estaba embarazada pensó que algo le había pasado, por eso al saber cómo fue que estaba embarazada, se sorprendió mucho, pero tenía unas dudas, más bien, una gran preocupación.

Maya, no crees que eso te afecte a la larga, no debe ser fácil cargar en tu vientre un bebé que deberás abandonar.

Trato de no pensar en eso, hacerme a la idea que soy como una tía, ayudando a cuidarlo por 9 meses, espero no desarrollar algún tipo de cariño por este pequeño, debo hacerme a la idea que no es mía, solo estoy cuidándolo y ayudando a desarrollarse, es como un trabajo que me dieron, así que no me digas más, porque ya firme todo y no puedo retractarme, el bebé ya está aquí, dijo señalando su vientre.

Amiga, te conozco, sé que eres muy sentimental y a la larga puede afectarte esta decisión, pero no volveré a mencionarlo, no sabes cómo te agradezco que lo hayas hecho por ayudarnos, gracias a esa cirugía mi madre está recuperándose y tendremos Zulema para rato.

No te preocupes, todo saldrá como tenga que ser, mejor dame un abrazo que me siento chiqueona.

Ven aquí hermanita, gracias por todo lo que haces, yo te voy a cuidar y ayudar a que todo salga bien, dijo abrazándola.

Arturo pasó a ver a Maya por la mañana para ver si se le ofrecía algo o tenía alguna necesidad, encontrándose que no había pasado la noche en el departamento. Ese día no asistiría a la universidad, por lo que debería estar en casa a esa hora. Al ser recibido por la empleada que fue contratada para permanecer con ella para atenderla a la hora que lo necesitará, y ser informado de que ella había salido avisando  que no regresaría hasta por la noche del otro día, se enojó, si algo le pasaba a ella o al bebé Federico, se molestaría mucho.

¿Hola?, dijo Maya adormilada.

¿Dónde estás?, se escuchó la voz varonil molesta del otro lado del teléfono.

En mi casa, ¿a esta hora donde más podría estar?, dijo estirando su cuerpo y dando un quejido al escuchar como tronaban sus huesos.

Estoy aquí y no estás en casa.

¡Ehhhh!, no esa casa, en mi casa, mi amiga llegó ayer y vine a verla, se nos hizo tarde y nos quedamos a dormir, además, aún no hablo con ella para que se vaya a vivir conmigo.

Pásame la dirección, necesito asegurarme de que estás bien, además sirve que empacan todo para que se vengan.

Un momento, ¿por qué te debería dar mi dirección?, yo llegaré cuando deba llegar, aún tengo sueño, así que déjame dormir, dijo colgando.

¿Me colgó?, me colgó, pero está que se cree, dijo enojado.

Arturo molesto, le marco a Luis, su asistente y le pidió que le hiciera llegar a la brevedad la dirección de Maya, una hora después el timbre del departamento de Maya y Jimena sonaba insistentemente, Jimena salió toda despeinada a ver quién las estaba interrumpiendo, el día anterior habían dormido hasta tarde, al abrir vio un hombre muy guapo con el rostro rojo de coraje tocando su puerta, ella alzó la ceja y colocando su mano en la cintura le preguntó molesta que quería.

¿Qué se le ofrece?, dijo viéndolo de arriba abajo.

Busco a Maya, me dijeron que esta era su dirección, Jimena se puso pálida de momento pensando que era gente de Alfredo o Franco.

Ella no vive aquí, váyase, dijo tratando de cerrar la puerta sin éxito, ya que Arturo había puesto un pie y con su mano empujo la puerta para evitar que fuera cerrada.

¿Quién es Jime?, dijo Maya apareciendo cerca de la puerta, estaba adormilada, pero al ver a la persona frente a ella hasta el sueño se le quitó.

¿Qué hace aquí?, le dije que regresaría más tarde.

¿No qué no vivía aquí?, dijo molesto viendo a Jimena.

Mejor pasemos, dijo Maya indiciándole a su amiga que le permitiera pasar.

Es muy bonito su departamento, dijo Arturo observando el lugar, la zona donde ellas vivían era una zona céntrica, cerca de su universidad, podría decirse que el departamento entraba dentro de los considerados de lujo.

Si, fuimos afortunadas de tener una amistad que no lo ocupa y nos permite vivir aquí mientras no podemos pagar uno por nuestros propios medios, dijo justificándose, podía notar que observaba cada detalle del lugar.

No cree… que es de mala educación lo que está haciendo, dijo Jimena molesta con sus brazos cruzados.

¿Mala educación?, dijo no entendiendo a que se refería.

Llega sin ser invitado y se pone a observar el lugar como criticando o buscando algo.

Lo siento, solo me llamo la atención, ya que el lugar me parece muy… acogedor.

¿Este es el padre del niño?, dijo, señalando primero a Arturo y luego el vientre de su amiga.

No, él es el intermediario, la persona que se encargará que todo salga bien hasta el día en que sea entregado el bebé.

Así es, por eso mismo estoy aquí, te pusimos un departamento para que puedas estar bien y tranquila, pero ya veo porque no estás a gusto allá, es muy bonito donde viven, igual si yo tuviera un lugar así, no me sentiría a gusto en otro lugar, así que es mejor ver bien, ¿se quedarán aquí o vivirás en donde dispusimos para ti?

Como le dije este lugar es prestado, así que podemos irnos a ese lugar, por lo menos en lo que nace el bebé, ya después veremos si hay oportunidad de regresar aquí o buscamos otro lugar.

Me parece perfecto.

Solo necesitamos empacar algunas cosas, dijo Jimena, recordando que su maleta seguía con sus cosas, pero tenían más cosas para llevarse.

Pero antes necesito comer, este pequeño ya tiene hambre.

Ahorita te preparó algo amiga, dijo Jimena caminando a la cocina para preparar el desayuno.

No es necesario que nos espere, nosotras podemos llegar solas.

Ni siquiera me vas a invitar un plato de comida, llegué temprano a ver si necesitarías algo, vine a buscarte hasta aquí al no encontrarte en el departamento, vengo sin desayunar solo para que me corran de esa manera, dijo haciéndose el indignado, Maya solo suspiro.

Está bien, ahorita le digo a Jimena que haga más, para que coma usted con nosotras.

TÚ, háblame de tú - dijo aclarando - no soy tan viejo para que me hables de usted.

Mientras Jimena preparaba la comida, Maya fue a darse un baño y cambiarse, ya que se sentía incómoda, pues estaba con un pijama de short y camiseta de tirantes, afortunadamente no dormía sin sostén, si no se hubiera sentido incómoda de presentarse así frente a él, al terminar, fue a ayudar a Jimena, en lo que Maya terminaba de preparar lo que faltaba, Jimena fue a cambiarse, Arturo lo habían dejado viendo la televisión, pero en realidad estaba más atento al celular y a lo que hacían las chicas.

Cuando estuvieron las dos cambiadas y el desayuno listo se sentaron a desayunar en el comedor, al platicar con ellas aprovechó a saber sobre la operación para la que dijo Maya que había ocupado la parte que recibió del dinero.

¿Cómo sigue su mamá?, supe que la habían intervenido para un trasplante.

Así es, afortunadamente ya está mejor, igual que yo, a mí me toco ser la donante, si no fuera por eso, la que se hubiera postulado para llevar el bebé hubiera sido yo, así no se hubiera tenido que sacrificar mi amiga de esta manera, ya suficiente ha pasado, como para ahora tener que llevar un bebé en su vientre y deshacerse de él.

Ya te dije que no debes preocuparte por eso, el bebé no es mío, yo solo seré la persona que lo lleve en el vientre, una incubadora, realmente no será mío.

Así es, este es solo un trato para ayudar en este proceso a las personas que desean mucho ser padres y a su vez, ustedes se benefician para solventar sus deudas.

Aun así, me preocupa que después se vaya a sentir culpable, se sienta que regalo o vendió un hijo por ayudar a mi familia, dijo dirigiéndose a Arturo.

Ustedes son mi familia, son más familia que mi familia de sangre que me dio la espalda, bueno, excepto mi madre, dijo poniéndose triste.

Ella está bien, pude saber por mi mamá que ella está bien, solo que le pidió a mi madre ya no verse para que tu papá no nos en…

Me alegra saber que está bien, dijo cortando el rollo de su amiga, no quería que la persona que estaba con ellos supiera más allá de lo que les había contado.