Mi Único Cielo Eres Tú

Azael avanzó por la bulliciosa fiesta, escudriñando entre la multitud con determinación para encontrar a Adalyn. El sonido de la música y las risas parecía ser un obstáculo, pero él persistía, con sus sentidos agudizados. Mientras tanto, en la habitación de Jake, Adalyn y el anfitrión compartían un momento íntimo, ajenos a la búsqueda de Azael. La habitación estaba iluminada por luces tenues, creando un ambiente de complicidad entre ellos,a la lejanía apenas se escuchaba el sonido de la fiesta que se estaba llevando a cabo.

Azael, haciendo su camino a través de la fiesta, notó miradas y sonrisas cómplices de quienes lo reconocían como el guardaespaldas de Adalyn. Las conversaciones se detenían brevemente mientras pasaba, generando un aura de intriga en su camino. En la habitación, Adalyn y Jake continuaban su interacción, ajena a la intensa búsqueda de Azael. Las risas y susurros se mezclaban con la música, formando un telón de fondo para su encuentro fugaz. Azael, determinado, pero respetuoso, continuaba su búsqueda, siguiendo el rastro de miradas y señales, ese era su único recurso ya que al parecer Miguel había decidido que no pudiera utilizar sus poderes angelicales. La tensión crecía a medida que se acercaba al lugar donde Adalyn se sumía en un momento íntimo, la muchacha disfrutaba sin saber que su guardaespaldas se acercaba rápidamente.

Finalmente el jóven guardaespaldas localizó a Katrina en medio del bullicio de la fiesta. Se acercó con un gesto serio, mostrando su determinación.

- Disculpa, ¿has visto a Adalyn? Estoy buscándola- le preguntó con respeto y un dejo de autoridad en su voz. Katrina, lo miró, sorprendida por su apariencia más relajada aunque no había perdido su aura dominante.

 -¡Oh, Azael! Sí, la vi salir con Jake hace un rato. Fueron hacia el jardín, por allí. Yo los vi bastante cariñosos- le respondió la muchacha sonriendo.

Azael asintió agradecido y se dirigió hacia el jardín siguiendo las indicaciones de Katrina. Mientras se alejaba, ella no pudo evitar mirar furtivamente la figura atractiva de Azael, preguntándose por la historia detrás de la relación entre él y Adalyn e imaginando que serían una bonita pareja.

-Tal vez Adalyn debería reconsiderar sus planes. Este chico es más interesante de lo que parece.

Mientras tanto en la habitación, Jake detuvo la sesión de besos con una sonrisa pícara, sugiriendo un trago para continuar la velada. Con una copa en la mano, le ofreció a Adalyn un cóctel que, sin que ella lo supiera, llevaba consigo un sutil afrodisíaco. Adalyn, sin sospechar nada, aceptó el trago con entusiasmo y bebió despreocupadamente. La atmósfera en la habitación iba cambiando gradualmente a medida que el afrodisíaco empezaba a surtir efecto. Jake, aprovechando la situación, intensificó su acercamiento, buscando capitalizar la creciente complicidad entre ambos. La mirada de Adalyn comenzó a nublarse mientras el afrodisíaco hacía su trabajo, y Jake, con una sonrisa juguetona, se acercó con mayor confianza. La noche tomaba un giro inesperado, y la habitación quedaba envuelta en una mezcla de risas y susurros, mientras Jake avanzaba con sus planes en mente.

Azael, ajeno al giro que tomaba la noche para Adalyn, continuó su búsqueda, cuando llegó al jardín que Katrina le había indicado, pudo notar a una pareja de jóvenes que se estaban besando de manera apasionada sentados en una de las bancas del lugar, estaban siendo demasiado efusivos para su gusto.

-Mejor consíganse un cuarto- les sugirió de repente. El chico lo observó...

-Tienes razón, amigo- replicó y luego se dirigió a la chica que lo acompañaba- Vamos a alguna de las habitaciones que Jake preparó para momentos íntimos- agregó guiñándole un ojo, para luego ponerse de pie y tomar la mano de la muchacha, alejándose del guardaespaldas.

Azael, pensó unos minutos y luego caminó siguiendo el mismo rumbo que la pareja había hecho, entró a una sala, la cual tenía a los lados varias puertas, alcanzó a ver a la pareja de calenturientos meterse en una de ellas y recordó las palabras de Katrina, luego comenzó a pasar

por las diferentes habitaciones del lugar , deseando en su interior que Adalyn no estuviera en ninguna de ellas. Cada puerta que abría aumentaba su ansiedad por encontrar a la muchacha a tiempo. Los murmullos y risas de la fiesta se filtraban en las habitaciones, creando una banda sonora incesante. Finalmente, tras revisar varias estancias, Azael abrió la puerta de una habitación más apartada y se detuvo al ver a Adalyn. Su expresión se volvió un caleidoscopio de emociones al encontrarla en compañía de Jake, la atmósfera cargada de complicidad, el muchacho la tenía agarrada de la cintura mientras ella pasaba sus brazos sobre los hombros de él.

- Adalyn, creo que es hora de partir- le dijo interrumpiendo el momento sin perder la compostura. Mientras que Adalyn, aún bajo los efectos del afrodisíaco, le miró con confusión, sin percatarse completamente de la situación.

-Vete solo- replicó la muchacha casi balbuceando- Jake me llevará de regreso, ¿verdad, Jake?- dijo ella mirando al joven que la sostenía entre sus brazos.

-Si, nena- respondió Jake- primero te voy a llevar al cielo y luego a tu casa.- Afirmó, Azael hizo un gesto de desagrado ante las palabras de Jake.

-No puedo hacerlo- le respondió el ángel tratando de no extra limitarse con sus palabras o acciones, ya que si hacía lo que pasaba por su mente en ese momento tendría muchos problemas- Tu seguridad es mi prioridad. Necesitamos abandonar el lugar- agregó.

-No creo que eso sea necesario. Adalyn está bien aquí conmigo- le espetó Jake desafiándolo.

-Que ella se quede contigo, no es una opción- acotó Azael- Nos vamos ya, Adalyn- agregó acercándose a la muchacha y notando un brillo extraño en sus ojos. Y aunque Jake intentó protestar, Azael tomó a Adalyn de la mano y la condujo fuera de la habitación, Pero antes de marcharse dejó a la muchacha apoyada en la puerta, regresó donde Jake, y lo miró seriamente.

-Tu no eres capaz de llevar al cielo a nadie- espetó- Y más te vale que no hayas hecho lo que creo porque te vas a arrepentir- agregó, luego volvió donde estaba la muchacha rescatándola de una situación que estaba fuera de su control. Él había comprendido a la perfección la insinuación del muchacho y pese a que la noche había tomado un giro inesperado, Azael estaba decidido a velar por la seguridad de Adalyn, sin importar las complicaciones.

Mientras salían, Adalyn tropezó, entonces Azael la levantó en brazos, ella se colgó de su cuello y así salieron de la dichosa fiesta. Dejando a Jake enojado, frustrado y prometiéndose que pronto tendría a la muchacha sobre su cama.