NovelToon NovelToon
La Otra Cara Del Placer [Duele Amar - II]

La Otra Cara Del Placer [Duele Amar - II]

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Venganza / Mafia / Dominación / Autosuperación / Traiciones y engaños / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / Amor-odio / Cambio de Imagen / Ascenso de clase social / Venganza de la protagonista
Popularitas:89.6k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Zuly Torres

Un asesinato bastó para desmoronarlo todo. Las sombras del pasado los persiguen. ¿Cómo todo pudo cambiar en una noche?
Entre secretos oscuros y lealtades cuestionadas, se ven arrastrados hacia un juego mortal donde cada elección los adentra más en un laberinto de engaños y pasiones prohibidas. ¿Podrán resistir la atracción que los consume o sucumbirán ante las fuerzas que los separan?
¿Odio u obsesión?
¿Deseo o amor?
¿Venganza o atracción?
Todas las decisiones te llevan a rumbos completamente distintos.

NovelToon tiene autorización de Zuly Torres para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

22: Hiena traidora.

...RAHAB...

Decidí que de ahora en adelante haré las cosas por mí, por nadie más. Ya no me importa equivocarme y tomar malas decisiones, solo quiero hacer lo que el corazón me dicta.

A pesar de negarme ayer a aceptar la propuesta de Travis, destaqué los beneficios que me traería negociar con él. Estamos hablando de uno de los más importantes herederos de la familia Petrov, Travis es todo un caso que me falta profundizar, por eso quiero tenerlo cerca, por eso terminé dándole un sí.

—Por años tu padre utilizó su empresa como una fachada y una intermediaria para ejecutar el tráfico de drogas y armas, y el lavado de dinero —me explica Travis, extendiéndome las pruebas almacenadas en documentos que sabré yo cómo consiguió—. El cabrón tenía una suerte para nunca ser atrapado con las manos en la masa, así que aprovecharemos tu cargo en la compañía para practicar lo antes mencionado, ¿estás de acuerdo?

—Hasta donde yo sé, tú también cuentas con una empresa que le fue dada a tu padre por tu abuelo Logan Petrov. La compañía de los Petrov es un gran portal para actuar en los negocios, es incluso cinco veces más que la que me heredó Dawson, ¿por qué mejor no utilizamos esa?

—Después de la muerte de mi padre me limpié las manos y dejé la empresa en manos de mi hermana Melody, ella se encargó de limpiar todo el historial sucio que involucraba la organización; además, a pulso me gané su desdén y no me conviene asomar mis narices por ahí. Esa compañía pronto pasará a su poder.

Melody… Es la única hermana de Travis que aún no conozco, siempre me ha surgido curiosidad por saber sobre ella.

—Está bien —apruebo—, utilizaremos mi empresa para trabajar desde ya.

—Debes tener en cuenta que es algo que no se debe tomar a la ligera, hay que ser cuidadosos porque con un paso en falso nos jodemos y mandamos a la fregada todo.

Este parece loro repitiéndome algo que ya sé.

Mis ojos viajan hacia el hombre que tras tocar la puerta del estudio entra con unos papeles en su mano. Sí, es Arlo. Llegó ayer del viaje y después de mucho tiempo vuelvo a verlo. ¿Lo curioso? Imaginé que con recordar lo que vivimos juntos surgirían sentimientos encontrados, que despertaría el amor que dormía en el pasado, pero la verdad no siento nada. Es jodidamente extraño. Es confuso. Mis ojos saben que es mi primer amor, pero mi corazón solo me expresa que tengo enfrente a alguien distinto.

—Rahab, necesitaré que me firmes esto —los mismos papeles que trajo Arlo me los entrega Travis acompañados de un bolígrafo.

—¿Qué es?

—El permiso con el que me otorgarás trabajar en tu empresa. Una vez puesta tu firma aquí, tu organización y mis hoteles y centros comerciales quedarán asociados por seis meses, hasta que el contrato se venza.

—No firmaré algo que no he leído. Me llevaré estos papeles y los leeré cuidadosamente en la tranquilidad de mi casa. Te los haré llegar cuando tenga tiempo.

—Te doy plazo hasta mañana.

—No me presiones, Travis.

Acomodo los documentos bajo mi brazo y me pongo de pie.

—Arlo, acompaña a la señorita hasta la salida.

Su intención es hacerme caer en la tentación de que le confiese todo para luego mandar a matarlo, es un pobre maldito.

—Conozco la salida —les echo un vistazo antes de salir de ese lugar cargado de tensión.

—Arlo, quisiera que continuemos nuestra última conversación —a través de la puerta escucho a Travis hablar.

—¿Qué conversación, señor?

—Sobre Jessa y tú.

Sospeché que Travis tramaba algo, que utilizaría la situación actual entre su hermana y Arlo. Sin terminar de escuchar la plática puedo reconocer lo que está por decirle con tal de impedir posibilidades entre él y yo. Es todo un cabrón. Apuesto a que lo hará sin siquiera pensar en la felicidad de su hermana, y sí para darle rienda suelta a su obsesión conmigo.

...NOLAN...

¿En qué estaba pensando anoche cuando acepté esa estúpida oferta de trabajo? No sé cuidar ni de mí mismo, ¿cómo voy a proteger a esa chica?

Quizás debí dejarla a su suerte e ir al hotel en donde me esperaba Odessa, pero hice todo lo contrario, y eso me molesta porque no sé la razón oculta por la que lo hago.

Ya estoy metido en esto, no puedo echarme para atrás.

Toco el timbre de la casa y en menos de dos minutos tengo a Jessa recibiéndome en la puerta.

Luce cansada, como si hubiera pasado mala noche, e incluso sus ojos están rojos como si hubiera llorado.

Me invitó a pasar al interior del departamento. No soy un experto en estos temas de escoltas y “jefas”, pero estoy seguro de que a un escolta jamás le insistirían a tomar asiento y le ofrecerían una taza de café como ella lo está haciendo ahora.

—Te agradezco por haber llegado temprano. Después de lo de ayer pensé que invadirían mi casa en cualquier momento y que me secuestrarían otra vez —suspirando toma asiento delante de mí—. Entrégame tu cédula de identidad.

—¿Qué?

—Sí, como lo oíste, dámela. Me interesa conocer tu información personal, quiero saber todo sobre la persona que va a trabajar para mí.

Esta sale con algo nuevo cada que puede.

Sin quejarme se la di, no vaya a ser que me despida en mi primer día.

—Nolan Meier —empieza leyendo en voz alta—. De nacionalidad suiza y mexicana, eh. No sabía que eras suizo.

—Pues mis padres lo eran. Nací en Suiza y permanecí allí hasta mis dieciocho años, luego con ayuda de Dawson viajé hasta este país y recibí la nacionalidad mexicana.

—Se me había olvidado el pequeño detalle de que esa cosa era tu padre.

—¿Cómo lo sabes?

—Lo supuse cuando te escuché conversar con Andrew en el estudio de Travis, él mencionó que Rahab era tu hermana, así que no fue muy difícil unir lazos —vuelve a enfocarse en la identificación—. ¿Adoptaste el apellido de tu madre?

—Ella era madre soltera, no le quedó de otra.

—Naciste un 14 de septiembre —sonríe, mirándome de reojo—. Eres virgo y yo escorpio, somos compatibles.

No entendí ni mierda de lo bajo que habló, pero sospecho que lo hizo a propósito.

Me entrega la cédula, satisfecha. Sigo sin entender por qué me la pidió, literalmente no hizo más que decir un par de tonterías.

—Bien, Nolan, puedes empezar a trabajar desde hoy.

—¿Adónde iremos?

—A ninguna parte. ¿Sabes?, nunca he tenido amigos y si te contraté fue para que seas el primero.

—Es la ridiculez más grande que he oído.

—A veces pienso que te caigo mal por alguna razón, pero no te juzgo, cada quien es libre de considerar a una persona como quiera. A pesar de tus malos tratos, sí siento que llegaremos a ser buenos amigos.

—Yo lo dudo.

—La idea de que seas mi escolta y mi amigo no está nada mal, eh.

—Estoy casi obligado a ser tu escolta, así que ni consideres en convertirme más que eso.

Sacude la cabeza, alargando su sonrisa con unos marcados hoyuelos.

Malditos hoyuelos fascinantes.

—Háblame de ti, Nolan —cruzada de piernas apoya la cabeza en su mano, con un claro interés.

—¿De mí? —carraspeo—. Haces ver esto como una entrevista de trabajo. Aún no estoy contratado, ¿cierto?

—Nada de eso, solo quiero conocerte a fondo.

No sé qué pasa conmigo, todo lo que dice me lo estoy tomando en doble sentido.

Cálmate, Nolan Meier.

—¿Qué quieres saber?

—¿Por qué Andrew mandó a golpearte?

Iba a sacar su curiosidad a la luz en cualquier momento. Estaba tardando en preguntar.

—Tengo una hermana llamada Daphne.

—¿Otra?

—Sí, también es la hija de Dawson. Ella es la misma que Dusan protegió por varios meses y a la que le dio el apellido Leonardi.

—Pero qué vueltas de la vida —murmura.

—Tu hermano Travis y Daphne tuvieron una aventura en Venecia, cuando ella aún se dedicaba a la mala vida. Cuando ambos volvieron a reencontrarse sucedieron cosas… —aprieto la mandíbula cuando la conciencia me ataca por llevar la gran culpa.

—¿Cómo cuáles?

—No entraré en detalles, aún no te tengo confianza, niña. En resumen, Dusan se enteró de todo y Daphne prácticamente huyó de él. Encontré a mi hermana y decidí ayudarla, pero ella se negó y me rechazó, y ahí es cuando entra Andrew quien me engañó ofreciéndome un techo y un trabajo para Daphne. El infeliz de Andrew solo lo planeó para tenerla con él y forzarla a acostarse con ella, chantajeándola con ayudarla a enamorar a Travis.

—¿Y por qué ella se resistió a recibir tu ayuda si eres su hermano?

—No preguntes, no te voy a responder eso —respiro hondo—. Cuando me enteré del asunto entre Andrew y mi hermana le propuse a Daphne que venga conmigo, pero solo me hizo ver como un entrometido.

—¿Entonces la paliza que recibiste era para que te mantuvieras alejado?

—Sí.

—¿Y por qué sigues protegiendo a Andrew en lugar de indicarme dónde está? Mínimo debes tenerle cierto coraje, ¿no?

—En realidad no —tomo la taza de café—, soy fiel creyente de que haremos las paces y me entregará a Daphne —doy un sorbo a la porquería de café que regreso sin disimular—. ¡Esto sabe a mierda!

—No tiene azúcar.

—¿Quién carajos toma el café sin azúcar?

—Yo, prefiero evitar la diabetes —se incorpora—. Volviendo al tema de tus hermanas, ¿por qué desprecias a Rahab?

—¿Por qué el repentino interés en saber de mí y de mi familia? ¿Tu hermanito te lo encargó?

—Travis ni siquiera sospecha que tengo en mi propia casa a un traidor que antes trabajaba para él. Te mataría sin dudarlo.

Rio.

Si supiera que tanto ella como su hermano tienen a una hiena traidora en común en la que han depositado su confianza en vano.

—Yo no odio a Rahab —resalto—, pero tampoco la amo como una hermana. Ambos tenemos veinticinco años, venimos de madres diferentes y lo único que tenemos en común es a un desgraciado de padre que nos destruyó y marcó nuestras infancias de mil maneras. El hecho de que no nos criáramos juntos hace que no sienta aprecio por ella, la primera vez que la vi teníamos dieciocho años, pero ella no lo recuerda.

—¿Ella sabe que tiene hermanos?

—No, y tampoco me interesa verme relacionado con ella, por eso me lo he callado tantos años.

—Deberías darte una oportunidad para pasar tiempo con Rahab y recuperar los años perdidos, ella no parece mala persona, quizás se alegre de saber que tiene dos hermanos.

¿Una oportunidad? No, eso solo empeoraría mi situación con Daphne. Mi única hermana es Daphne y con eso es suficiente, no necesito a Rahab.

—Eres demasiado curiosa, no sé en qué momento me sacaste tanta información que nunca había compartido con nadie.

—Según la psicología, compartir tus problemas es una forma de liberarte de pesadas cargas emocionales.

—¿De qué parte de tu trasero sacaste ese dato?

—Cuando quieras conversar con alguien, cuando necesites de un consejo, ven a buscarme. No te diré algo que quieras escuchar, pero sí una posible solución. Eso es algo que hacen los amigos.

—Ya te dije que yo no quiero ser tu…

Enmudezco cuando se ubica a mi lado, en el mismo sofá que yo.

—Dime, Nolan, ¿qué tipo de mujeres te atraen?

No debería sorprenderme que salga con una estupidez tras otra. ¿Por qué pregunta algo que no tiene nada que ver con mi trabajo?

Por alguna razón estoy inquieto, nervioso.

—Pues no sé, nunca me han gustado las mujeres —de inmediato me retracto por mi estúpida respuesta que dibuja una sonrisa en su rostro—. No, eso no era lo que quería decir…

—No te preocupes, si te gustan los hombres no tienes que avergonzarte, no te lo calles.

—¡No me gustan los hombres! —me pone demasiado tenso—. A lo que me refería es que nunca me ha gustado románticamente una mujer, para algo serio. Pero supongo que si llegara a interesarme en un tipo específico de mujer seguro sería en alguien que no me dé dolores de cabeza, reservada, inteligente, comprensiva… ¿Y a ti qué te importa saber eso?

—Solo quería saber tu punto de vista para convencerme en si tengo oportunidad con Arlo.

Ese imbécil…

—¿Y yo qué tengo que ver con ese?

—No sé, solo sentí que ustedes se parecen mucho en la personalidad —ríe en lo bajo—. Imaginé que tendrían los mismos gustos. Pero gracias, me has devuelto la ilusión.

Se sobresalta al sentir su celular vibrar en su pantalón, de lejos puedo ver que es el dichoso Arlo que tiene agregado con un corazón. Ridícula.

—Dame un minuto —con una sonrisa de oreja a oreja contesta la llamada y se aparta hacia un rincón de la sala.

Es impresionante la cantidad de chicas estúpidas que se esperanzan con alguien que ni las voltea a ver, o peor aún, con alguien que no les conviene. En fin, cada quien cava su propia tumba como quiere. ¿Quién soy yo para juzgar?

Arlo… A ese lo tengo entre ceja y ceja.

—Saldremos —me avisa contenta, tomando su bolso del sofá.

¿Así de la nada me lo dice? Estábamos conversando, ¿qué le dijo ese tipo para que nos interrumpiera?

—¿Adónde? —la sigo y le abro la puerta de mi carro.

—Solo conduce, cuando estemos cerca te digo donde detenerte.

Va a encontrarse con él, de eso no tengo duda.

Al cabo de diez minutos me hizo estacionar el auto fuera de una cafetería en donde bajó sola para entrar, mientras que yo me quedé en el carro para no estorbar en su “cita”.

Ya ha pasado media hora y nada que vuelve. ¿Y si le pasó algo? Tampoco he visto salir a Arlo. En ese hombre no me puedo confiar, ¿y si le hizo algo?

—Jessa —gruño y abandono el auto.

Esa niña me advirtió que no entrara para evitar problemas con Arlo que si descubre que trabajo como su escolta le irá con el chisme a Travis, pero a la mierda, ella no me dirá qué hacer.

Apenas pongo un pie en la cafetería observo a los dos besándose en la última mesa. Fue muy pronto…, inesperado.

Este tipo de cursilerías me dan asco.

No pierdo de vista a Jessa que se aparta de él y luego se dirige al baño de mujeres.

Me fumo un cigarrillo que llevo a la comisura de mis labios y que aplasto con la punta de mi zapato en cuanto llego a la mesa de Arlo, el mismo que me mira con desagrado y confusión.

—¿Tú qué haces aquí? —cuestiona.

—Al final si cumpliste tu “sueño” de envolver a esa tonta niña, eh.

Sonríe y rueda los ojos.

Se centra en su celular que le arrebato para que me preste atención, cosa que con mala gana lo hace.

Arrastro una silla y me siento al frente de él.

—Felicidades por tu logro, Arlo, ¿o debería llamarte Ethan? —le ofrezco un cigarro que acepta.

—Cuando te hablé de mis objetivos fui demasiado claro, Nolan. Siempre logro todo lo que me propongo. Soy alguien que siempre piensa en grande, te dije que Jessa Petrov sería mía algún día, y mírala ahora, es mi novia.

—En realidad no entiendo tu nivel de estupidez. Te estás apartando del plan enamorándote de esa chica —suspiro—. La clara diferencia entre tú y yo es que yo jamás perdería la cabeza por una mujer. Dime, Arlo, ¿qué harás una vez todo termine?

—Me llevaré a Jessa conmigo.

A este idiota no hay quién lo haga cambiar de opinión. No he visto a hombre más obsesionado que él.

—Te recomiendo que pongas los pies sobre la tierra, Arlo —me incorporo—. Jessa no querrá permanecer con el hombre que está aliado con Andrew para matar a su hermano Travis.

—Ella no se tiene que enterar —sonríe—. Y ya que nombraste a Andrew, me mandó a comunicarte su mensaje: ¿Sigues dentro del plan?

—Dile que se vaya a la mierda. Asesinar a Travis ya no es mi problema, no me interesa.

—Dime la verdad, ¿qué pasó entre ustedes dos? Se supone que eran buenos amigos. Andrew no me quiso dar detalles.

—¿Y qué te hace pensar que yo sí lo haré?

—Imbéciles. Su enemistad también retrasa los planes, ¿sabían? Tu cambio de decisión afecta todo, si te apartas del negocio no podremos contar contigo. Eres una pieza importante para destruir a Travis.

—Pues dile a tu queridísimo amigo Andrew que eso hubiera pensado antes de involucrarse con mi hermana.

Callamos cuando notamos la presencia de Jessa a escasos metros. Está que me mata con la mirada por venir cuando me lo advirtió.

—Te espero afuera —le susurro al pasar a su lado para irme, dándole una última ojeada al imbécil de Arlo que enarca una ceja, enredado con tanto secreteo.

Maldita la hora que vine a involucrarme con los Petrov. No salgo de un asunto para meterme a otro.

Era obvio que el cabrón de Arlo lograría meterse con Jessa. Ese tipo no le va a traer nada bueno.

Maldito el día que lo rescaté de las manos de Dawson. Salvarlo hace más de tres años fue mi peor error. Fui un ingenuo al esperar que después de mi misericordioso acto él iría por Rahab a librarla de las garras de Dawson, pero no, el imbécil vino a fijarse en Jessa. Nada de esto estaría pasando si no le hubiera pedido a Andrew que se lo presentara a Travis.

Detesto a Arlo por la simple razón de haber sido un cobarde y no luchar por Rahab, mi hermana, que no hizo más que derramar lágrimas por su culpa.

...RAHAB...

Me comuniqué con un abogado de confianza que me confirmó que el contrato propuesto por Travis no incluye cláusulas desfavorables para mí al asociarme con él. Por lo tanto, le envié los documentos a Travis sin demora, convirtiéndome oficialmente en su socia.

Dado que no tengo experiencia en el negocio, Travis está dispuesto a enseñarme con paciencia. Hoy iremos juntos a España, donde estaré presente esencialmente para aprender. Aunque mi papel será principalmente de acompañante, estoy segura de que será una experiencia enriquecedora.

Llevamos más de dos horas aquí en el aeropuerto, inspeccionando que movilicen con cuidado las cajas pesadas que se transportará en un avión de carga comercial de mi empresa hacia la ciudad de Barcelona.

Me interesaría saber quién fue el enfermo que le compró a Travis treinta toneladas de cocaína. Digo, ¿contactarse con alguien de México en lugar de acudir a otra persona cercana en España? Yo solo soy una inexperta, no puedo opinar al respecto cuando desconozco el tema.

—Iremos en mi jet privado —me notifica Travis una vez termina de revisar que todas las cajas hayan sido subidas correctamente.

—¿Ya nos vamos?

—Sí, ya está todo listo para el viaje.

—Esto no puede salir mal, Travis.

—Los papeles están en regla, no hay sospechas de que ese avión transportará mercancía ilícita. Si bien será un trámite tedioso por ser un avión comercial de tu empresa, está todo fríamente calculado y equipado. Mientras no haya sapos todo bien.

Travis me indicó con un gesto que lo siguiera, y así lo hice, avanzando hasta el elegante jet en el que nos subimos sin demora. Me consta que será un viaje largo. Nunca imaginé que mi primera vez viajando con alguien sería precisamente con Travis.

—¿Deseas tomar algo?

—No —respondo con la vista fija en la ventana. Quiero estar tranquila y no escuchar su voz, no pido mucho—, estoy bien así.

—Como quieras —aturdida lo observo sentarse a mi lado a pesar de haber más asientos—. Será un viaje de más de diez horas, si se te ofrece algo pídelo sin pena.

—¿Qué haces?

—¿De qué?

—Quiero mi espacio y respirar. ¿Puedes alejarte de mí, por favor?

—¿Y dejar que te aburras? —sonríe, brindándome una copa de vino que no le solicité—. ¿Hubieras preferido que Arlo viniera?

Ruedo los ojos, ignorándolo al asentar mis ojos otra vez en la ventana, pero el idiota sigue hablando.

—Ayer Arlo fue a buscar a mi hermana, y adivina qué —menea su copa de un lado a otro con una sonrisa ladeada—, empezaron una relación.

—¿Y a mí qué? De mi boca no saldrá ni una palabra para irrumpir en ese noviazgo, Arlo ya no me interesa, él es parte de mi pasado.

—¿Estás diciendo la verdad? —con un fuerte agarre en mi mentón, me obliga a mirarlo directamente a los ojos—. ¿En serio renunciarás a Arlo?

—Nunca me he rehusado a estar con él —le doy un manotazo para que me suelte—. Les deseo mucha felicidad a Jessa y a Arlo, por mi parte no hay malas intenciones. Ahora termina de explicarme algo que aún no comprendo, ¿por qué coleccionas fotos mías en esa habitación?

—Creo haberte dicho todo en aquel yate.

—No, aún no me has respondido lo que quiero escuchar. ¿Qué hiciste con mis ex novios? ¿Eh? Cada que conseguía una pareja nueva me terminaban misteriosamente a la semana, nunca más volví a saber de ellos.

—¿Y qué con eso? —echa la cabeza para atrás con los ojos cerrados—. ¿Piensas que yo era el amante de ellos o qué?

—No te hagas el chistosito, Travis. En esas fotografías no solo estaba yo, también aparecían mis ex parejas.

—Las mujeres se alteran por todo, no aguantan nada —murmura—. Están muertos, no hagas alboroto por tipejos que deben estar de fiesta en el infierno, incluso pasándola mejor que tú y yo.

—¿Qué? —no sé qué me sorprende más, si el acto o su tranquilidad para expresarlo—. Eres un hijo de perra sin corazón.

—¿Yo? —cuestiona ofendido, mirándome a los ojos—. Te salvé de unir tu vida con esos sujetos que pretendían llevarte a la cama por orden de tu padre. No te pido que me agradezcas, pero sí que justifiques mis acciones. Yo no soy una mala persona, Rahab, solo defiendo lo que es mío. Y tú eres mía.

—En tus sueños.

—¿En mis sueños? Ahí hasta ya te hice mi mujer, te casé conmigo y ya vamos por nuestro cuarto hijo.

No lo aguanto más.

Me levanto y me sitúo en los últimos asientos.

—¿Cuándo dejarás de huir de mí, princesa? —a pesar de la distancia sigo escuchándolo, es increíble.

—Cuando renuncies a esa estúpida obsesión.

—¿Obsesión? No sé de qué hablas.

—Dentro de poco me casaré con tu hermano, uniré mi vida a la de Andrew, mínimo ten un poco de respeto. Soy la mujer de tu hermano.

—Ese compromiso es sola una fachada para reclamar la herencia de Dawson, no me creas tonto, Rahab. Apuesto a que ni siquiera te has acostado con Andrew.

Sin perder la compostura sigo con la mirada al imbécil que se dirige hacia mi asiento para apoyarse en el que tengo adelante.

—Deja todo en mis manos, Rahab. Esa boda no se realizará, es mi última palabra. Puedes ir mandando a la mierda de una vez esa maldita herencia, pronto recibirás el apellido Petrov y no tendrás necesidades, no dependerás del dinero del infeliz de Dawson.

—Estás loco.

—El que persevera alcanza. Tú llámalo locura, yo le digo amor.

1
rosi
todo un Enzo en desmayarse por esas noticias
rosi
que le pasó a Andrew el no era así el era de lo más relax cuando se volvió contra su familia y por que ese odio hacia Travis y Jane donde está ? sus hijos se van a matar y ella no enterada 😔
Lorena Davila
muy bueno
rosi
que paso por que se separaron tanto los hermanos Andrew traicionó a su hermano ?
Katherine De Velasquez Pino
jessa ya me estás cayendo mejor yo también soy ♏ y mi esposo ♍
rosi
a mí también me daba como mala espina pero bueno verdes que sucede
Andrea Barrionuevo
dios no no no lo acepto pq matarlos a ellos que no fueron malos y dejar vivos a travis Andrew o Nolan ninguno de estos 3 valía la pena uno es peor que el otro.
Andrea Barrionuevo
Por favor es un asco de tipo Andrew.
Este tendría que haber muerto en lugar de Carlos
Andrea Barrionuevo
Nooo pq justo Carlos tenia que morir
era lo mejor de todo esos
tenias al resto para matar Andrew Travis Nolan y sigue el resto pero no justo mato a Carlos
Andrea Barrionuevo
Por favor no se kmo puede ser tan tonta y perdonarle lo que hizo.
No hay perdón ni nada de lo que haga para tapar lo que hizo sin su consentimiento.
No estamos hablando de algo tan simple sino de que manipulo todo a su favor y le practico un aborto y quiere tapar todo kn decir yo te amo sos mi vida.
Pero no ninguna de estas parejas están bien mentalmente mejor dicho nadie de todos los personajes pq hacen todo mal y están kmo si eso fuera correcto.
Andrea Barrionuevo
pregunta pq tiene que experimentar lo mismo 2 veces y la respuesta es por tonta por no salir kn guardaespaldas.
es tan tonta y confiada que termina siempre en problemas.
Andrea Barrionuevo
por lo que voy leyendo todos son unos enfermos no hay uno que valga la pena
Pero el peor de todos es Andrew
Andrea Barrionuevo
puede ser tan tonta esta mujer después de lo que le hizo y dijo Andrew piensa que va a cambiar su forma de pensar.
tendría que tener más caracter
Andrea Barrionuevo
Pobre tiene a sus enemigos bajo su mismo techo.
Al final no hay uno que le sea fiel todavia
Monica R Briseño
Muy buena esta novela, he leído cada historia de tus personajes, me hicieron reír mucho con cada cosa.
Gracias pur cada novela las disfrute mucho.
Felicidades!!!
Excelentes cada una de tus historias.
Rossana Dorante
excelente trabajo, me hizo llorar en varias ocasiones
Esther Peraza Valdez
Excelente
Karina Jaime
hermosa novela. me hiso llorar el capitulo final!!
Karina Jaime
se pasan, una familia de locos. jajs
Karina Jaime
se pasa ese travis, es la segunda vez q se desmaya cuando se entero del embarazo!
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play