BAJOS LAS SOMBRAS DEL ENCANTAMIENTO

El grupo continuaba su marcha hacia el Ojo de la Noche, atravesando los pasadizos y cámaras ocultas de la antigua fortaleza. La atmósfera estaba cargada de tensión y expectación, y cada uno de ellos sentía el peso de la misión en sus hombros. Sin embargo, mientras la cohesión del grupo se fortalecía, Adrián comenzaba a maquinarlas en las sombras.

Adrián, que había sido testigo de las revelaciones de Caelum y el impacto que su conexión con la luna estaba teniendo en el grupo, empezó a ver una oportunidad para sacar provecho de la situación. La incertidumbre de Elara y el foco en Caelum le ofrecían un camino para manipular los eventos a su favor.

Una noche, mientras el grupo descansaba en una de las cámaras más seguras de la fortaleza, Adrián se acercó a Caelum, que estaba meditando sobre las páginas del antiguo libro. Adrián se sentó a su lado, actuando con una apariencia de camaradería.

—Caelum —comenzó Adrián con una voz amistosa—, he estado pensando en lo que revelaste sobre tu destino. Es impresionante cómo estás conectado con la luna y el poder que eso representa. Debes sentir un peso enorme sobre tus hombros.

Caelum abrió los ojos y miró a Adrián, sintiendo una mezcla de desconfianza y gratitud.

—Sí, es una carga, pero también una responsabilidad que acepto con todo mi ser. La conexión con la luna me da una guía y un propósito.

Adrián asintió, pero su mente estaba en otro lugar, maquinando su próximo movimiento.

—Entiendo. Pero también es evidente que esta conexión y el poder que traes son vitales para nuestra misión. Sin embargo, me preocupa que el peso de este destino pueda ser abrumador. Tal vez sería útil tener un plan para protegerte, para asegurarnos de que puedas cumplir con tu papel.

Caelum frunció el ceño, notando una extraña urgencia en las palabras de Adrián.

—¿Qué quieres decir con protegerme?

Adrián sonrió, un brillo calculador en sus ojos.

—Si la conexión que tienes con la luna es tan importante, entonces es crucial que evitemos cualquier situación que pueda ponerte en peligro. Quizás deberíamos considerar hacer un sacrificio para asegurar nuestra posición. Podríamos buscar un medio para reforzar tu vínculo y asegurar que el Ojo de la Noche esté bajo nuestro control.

Caelum frunció el ceño, sintiendo que había algo sospechoso en la propuesta de Adrián.

—¿Qué tipo de sacrificio sugieres?

Adrián mantuvo su tono calmado y persuasivo.

—El poder del Ojo de la Noche puede estar protegido por más que solo pruebas físicas. Tal vez necesitamos hacer un acto simbólico que demuestre nuestra dedicación y nos asegure el control sobre el artefacto. Si tú eres el elegido, entonces el sacrificio podría ser algo que refuerce tu papel, como una prueba personal.

Caelum pensó en las palabras de Adrián, sintiendo una mezcla de duda y tentación. La idea de proteger su destino y asegurar el éxito de la misión parecía lógica en teoría, aunque una parte de él seguía sintiendo que algo no estaba del todo bien.

Sin embargo, la preocupación y el estrés por la misión lo llevaron a aceptar la idea de Adrián, sin darse cuenta de que estaba cayendo en una trampa bien elaborada.

Más tarde, mientras el grupo se preparaba para continuar su búsqueda, Adrián se encontró con Elara en un rincón apartado. Notó su ansiedad y el conflicto interno que ella estaba experimentando debido a sus sentimientos hacia Caelum.

—Elara —dijo Adrián con un tono conciliador—, he notado que estás pasando por un momento difícil. Me gustaría que supieras que no estás sola en esto. El destino de Caelum y su conexión con la luna son importantes, pero también debemos considerar cómo protegernos a nosotros mismos y a nuestra misión.

Elara lo miró con escepticismo, pero el tono de Adrián parecía genuino.

—¿Qué propones?

Adrián la miró con una sonrisa calculadora.

—Creo que podríamos considerar una estrategia para asegurar que Caelum pueda cumplir con su papel sin ser demasiado vulnerable. Si todos hacemos sacrificios, podemos asegurar nuestra posición y mantener el control.

Elara, atrapada entre su celos y la necesidad de proteger al grupo, comenzó a considerar la propuesta de Adrián. Sin embargo, sus sospechas persistían, aunque la presión de la misión y la falta de respuestas claras la hacían vulnerable a sus manipulaciones.

Adrián había orquestado una trampa cuidadosamente diseñada, utilizando las preocupaciones y debilidades de sus compañeros para su beneficio. Mientras el grupo continuaba su camino hacia el Ojo de la Noche, las semillas de la discordia estaban siendo plantadas, y la verdadera prueba de lealtad y confianza estaba por llegar.

En las sombras de la fortaleza, la ambición de Adrián se entrelazaba con las tensiones y desafíos que enfrentaban, creando un panorama complejo y peligroso en su búsqueda del poder y la verdad.