NovelToon NovelToon
Vuelve A Ser Mía (Yo Soy Del CEO Saga LV)

Vuelve A Ser Mía (Yo Soy Del CEO Saga LV)

Status: Terminada
Genre:Contratadas / Mafia / Completas
Popularitas:1.9M
Nilai: 4.9
nombre de autor: murakami

«Cuarta saga de Yo soy del CEO»

"Volveré por lo que es mío y esta vez no habrá poder humano que me la arrebate"

Después que la familia Petrovich y la familia Athonyson pasaran por una gran dificultad, ellos retoman sus vidas de nuevo. Una serie de sucesos será la prueba para cada una de las parejas que lograron mantenerse en la adversidad.

Un regreso, un encuentro y el desenlace de lo que será una historia de amor más profunda que la primera en cual no lograron mantenerse.

[Contenido tóxico, si es sensible por favor no la lea]

NovelToon tiene autorización de murakami para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La flecha de cupido

Después de una larga jornada de clase, estamos camino a la mansión Petrovich, Emily está a mi lado, y Will en el asiento trasero mientras yo voy de piloto.

A él casi le da un infarto cuando hicimos grupo juntos, aún le duele el cuero cabelludo por culpa de Emily, la cual ni siquiera se disculpó.

Hablé con mi madre para avisarle que iría a la mansión Petrovich y para posponer la mudanza. No estuvo muy convencida de que fuera allí por lo que pasó con Dereck, pero me dijo que si estaba bien, podía ir. Y además están en juego mis notas académicas.

Por otro lado me siento ansiosa, Emily me dijo que su hermano no estaría en casa a esta hora, pero no puedo evitar sentirme así. No sé qué tiene ella en mente, y deduzco que no será nada bueno.

Llegamos a la mansión, Emily y Will se bajaron del coche a empujones, él sigue molesto con ella por lo que le hizo, y yo más bien me siento avergonzada por el pobre.

De nuevo estoy aquí, es la segunda vez que piso este lugar, y ya no se siente tan incómodo como antes, debe ser porque Dereck está de regreso.

—Vives prácticamente en un castillo —comenta Will mirando los alrededores.

—No has visto la mansión Athonyson, te mueres y tendré el placer de enterrarte —responde ella guiándonos el camino a la entrada.

—¿La mansión Athonyson? —pregunta Will curioso —he escuchado hablar de ellos, y de algo que pasó.

—No hables de ese tema —demanda Emily.

—¿Por qué?

—Porque no saldrás vivo de aquí —sentencia.

—Vale, como digas —rueda los ojos Will.

Mientras yo, miro todo el alrededor, la primera vez que vine, no detallé todo con claridad, pero es muy lindo este lugar. Y cada vez que damos pasos para llegar adentro, mis músculos se tensan.

—Oh, ya llegaron —nos recibe la señora Loren al adentrarnos.

—Mamá, hoy traje a Madison y a mi compañero Will para comenzar un proyecto —informa Emily dejando su mochila sobre uno de los sillones.

—Que bien. Yo soy Loren, madre de Emily —se presenta ella a Will, que sigue mirando todo el lugar de adentro.

—Mucho gusto señora —le regala una sonrisa simpática él.

—¿Como has estado, cielo? —me habla a mí.

—Muy bien, señora, gracias por preguntar —le respondo un poco tensa. Ella mira a Emily queriendo decir algo con la mirada, y ya yo me imaginaba de qué se trataba.

—No te preocupes mamá, ella ya lo sabe —le dice Emily como respuesta a su mirada.

—Entonces es un alivio —musita la señora Loren.

—¿Isabella está en casa? —pregunto mirando el alrededor.

—Ah, no, ella se quedará hoy con Mason en casa de Antonella y Róger, ya sabes, una cena familiar —sonríe la señora Loren.

—Oh, veré en otro momento al pequeño Aiden —murmuro por lo bajo.

—Mason quiere meterse un tiro, ya te puedes imaginar lo que llora ese crío —añade Emily.

—Bueno, tengo cosas que hacer chicos, si necesitan algo, estoy en el estudio, están en su casa —finaliza la señora Loren y desaparece por un pasillo.

—Me gusta tu madre —le dice Will a Emily.

—Espero que hables de un "gustar" simpático —lo fulmina con la mirada.

—Vale, vale, ya entendí, solo me agrada mi suegra —bromea él, y Emily lo atraviesa otra vez con la mirada.

Yo sigo adelante poniendo los ojos en blanco porque esos dos no dejan de pelearse a cada rato, dejo mi mochila en el sofá y me incorporo soltando un suspiro cansado, me siento como si hubiera trabajado en una obra de albañilería.

—¿Y Lauren? —interrumpo la discusión de Emily y Will.

—Mira, para serte más exacta, estoy prácticamente sola en esta mansión —empieza Emily dramáticamente —Lauren está con la abuela, papá está viaje, como ya sabes, Isabella, Mason y el bebé están en con la señora Antonella y el señor Róger, mamá es esclava del trabajo en estos momentos y no se desprende de ahí sino le dicen que su colección de vajillas está hecha pedazos.

—¿Vale? —la miro simulando pena por ella.

—¡Solo los tengo a ustedes dos, chicos! —dramatiza Emily haciendo un mohín.

—¿Vale? —le dice Will mirándola extrañado porque hace unas horas atrás casi se queda sin cabello por culpa de ella.

—Venga chicos, no me dejen solita tan temprano —hace un puchero nuevamente.

—Si, si, como sea —habla Will sentándose a mi lado —pero tráeme comida y seré tu compañía de por vida si quieres.

—¿Crees que soy tu sirvienta? —enarca una ceja Emily de brazos cruzados.

—¡Me muero de hambre! Se supone que este trabajo lo comenzaríamos mañana, ¡Pero tú querías hoy! Hazte responsable —exige Will y ruedo los ojos sacando mis libros.

—También quería mañana —manifiesto yo, un poco menos incómoda —me siento muy cansada hoy.

—¡Eso sabe horrible! ¡Es una bomba de destrucción para cualquier intestino! —se escucharon gritos de algún lugar de la mansión.

—Ah, me olvidaba que Peter y Jack también están aquí —dice Emily dirigiéndose a un pasillo, Will y yo la seguimos.

—¡Pero si esto es una maravilla! ¡Tú no sabes de sazón! —escucho protestar a Jack.

—Vale, ¿Se puede saber que este desastre en este espacio llamado cocina o algo que se le parezca? —interrumpe Emily alzando una ceja buscando respuestas. Jack y Peter quedaron un momento en silencio, estaban llenos de harina, y la cocina era un desastre. Jack tenía un recipiente en su mano con algo que no parecía comestible.

—¿Quieren probar un poco? —ofrece Jack con una sonrisa de inocencia.

—¿Eso es comestible? —pregunta Will mirando el recipiente por encima del hombro de Emily.

—¿Y este ser vivo quién es? —pregunta Peter mirando a Will con una mirada de escáner.

—Soy Will —se presenta —y por lo que veo, ustedes si me pueden alimentar.

—¡Prueba un poco! —ofrece Jack nuevamente muy entusiasmado con su poco logro de cocinero.

—Eso te dejará yendo al baño aproximadamente una semana —le dice Emily poniendo cara de asco, ni yo sabía que era eso.

—Es que este personaje con forma humana y cerebro de pollo, no sabe usar el horno —señaló Peter con media cara blanca.

—¡Solo me confundí con esos botoncitos! —protestó Jack sintiéndose ofendido.

—Vale, pero de todos modos eres un pésimo cocinero —recalcó Peter.

—Mmm, sabe bien —manifiesta Will saboreando lo que Jack tenía en el recipiente, ni si quiera me di cuenta en qué momento se lo estaba comiendo.

—No sé si es por hambre, o porque tienes mal gusto, pero eso que te estás comiendo parece una pila de estiércol —señaló Emily burlona.

—¡Oye! —se ofendió Jack.

—No le hagas caso —le recomienda Will —esto está genial, cocinas mejor que yo, apenas sé hacer agua hervida.

—¿Eso es cocinar algo? —enarca una ceja Peter.

—Es un gran logro —Le dice Jack con ojos brillantes porque alguien ha hablado bien de lo que dice llamar comida.

—Más vale que limpien esto o mamá los matará —sentencia Emily.

—Quedará reluciente —asegura Peter.

—¿Seguras que no quieren? —insiste Jack, y niego inmediatamente con la cabeza al igual que Emily.

—Vale, solo hay aquí alguien que ama tu comida, puedes morir en paz —lo consuela Peter poniéndole una mano en el hombro.

—Yo ayudo a limpiar si me dan comida —se ofrece Will, y Emily le frunce el ceño.

—No estarás queriendo que hagamos el trabajo solas ¿Verdad? —indaga Emily con desconfianza.

—¿Yo? —se sintió ofendido —solo soy un buen ciudadano que ayuda a las personas por un bocado de comida porque cierta persona no me dejó ir a mi casa a rebuscar entre mis ollas algo que pueda sustentarme en medio de la tortura llamada proyectos de administración.

—Vale, es admirable —digo con ironía, estaba callada solo haciendo presencia con estas joyas.

—Serás recompensado con mi obra de arte, buen ciudadano —le dice Jack sintiéndose orgulloso de esa cosa que no tiene forma entre sus manos y que dice que es comestible.

Emily y yo volvimos a la sala con algo diferente que comer, obviamente mejor de lo que Jack había preparado. Will se integró rápido entre Peter y Jack limpiando la cocina, me sorprende lo rápido que toma confianza en una casa ajena donde solo medio conoce a Emily, de entrada le pide comida, eso sí me dió gracia.

—¿Por dónde empezamos? —le pregunto a Emily, la cual tenía la cara metida en su celular.

—Vamos a investigar primero sobre el marketing, o el comportamiento organizacional, o yo que sé, hay muchos temas en esta mierda —gruñe dejando su teléfono a un lado.

—No hemos empezado y ya tienes cara de meterte un tiro —me burlo rebuscando un bolígrafo en mi mochila.

—¿Quién será el líder del proyecto? —me pregunta, y por su cara sé que ella no tiene planes de serlo.

—No me queda de otra —accedo, porque si dejo a Will con el mando en todo esto, nos puede dejar en ridículo, y es muy cabeza dura.

En pocos minutos llega Will muy lleno de energía por comer la incomible comida de Jack, se sienta en el sofá a un lado de mí, según a ayudar, pero terminó por contar patéticas historias de sus fracasos amorosos que hicieron a Emily dramáticamente sacar un pañuelo.

—Madison —me llama Emily con misterio —vamos a la biblioteca.

—¿A la biblioteca? —repito confusa.

—Si, necesitamos libros de contabilidad, y sobre todo de matemáticas, acompáñame a buscarlos en la biblioteca —insiste

—¡Yo quiero ir! —se ofrece Will más entusiasmado que yo, en verdad a mí no me apetecía, me estaba sintiendo mal.

—Tú no te mueves de aquí, parásito —lo señaló Emily y jaló de mi mano sin dejarme protestar.

—¡Oye! —se indignó Will, pero no tuvo de otra que quedarse.

Antes de perdernos escaleras arriba vi que Peter y Jack llegaron a Will y le ofrecieron más comida, me imagino que la especialidad de Jack, aún no le encuentro forma a lo que cocinó.

—Es muy linda tu casa —le digo a Emily mirando los alrededores del pasillo, veía cuadros de pinturas, mesas de lujo con jarrones encima que a leguas se ven que son caros.

—Muy linda y todo, pero me aburre —confiesa ella con tinte perezoso, y la entiendo, yo también me siento igual en la mía.

—Nunca había entendido tanto a alguien como ahora —murmuro, y ella detuvo sus pasos en seco y se giró hacia mí.

—¿Que? —la miro confusa.

—Esa es la habitación de mi hermano —me dice, y señala una puerta de madera color miel llena de tallas muy bien elaboradas —¿Te gustaría ver?.

—¿Que? Claro que no, ¿Por qué vería su habitación? —me niego rotundamente, aunque de tener ganas de verla, tengo ganas, es de Dereck, y cuando se trata de él, siento el impulso de hacer muchas cosas.

—¿Enserio no quieres? —insistió con una sonrisa de lado queriendo que lo haga—puede que quedes boca abierta con lo que encuentres ahí dentro.

—Husmear las cosas ajenas no son mi fuerte —señalo—además, me dijiste que tú hermano no está aquí a esta hora, no es bueno hacer eso, y mucho menos yo, olvídalo.

—Pero es que precisamente porque eres tú, es que puedes hacerlo sin que él se enoje—recalca.

—¿Y por qué yo? No tengo ese derecho —me cruzo de brazos a la defensiva.

—Vamos, sabes que si los tienes aunque aún no estén juntos —señala colocando una mano sobre mi hombro.

—No, deja de insistir, no quiero hacer eso, entre más distancia, mucho mejor —me niego nuevamente.

—Sabes que no quieres distancia —asegura, y siento que mi ceño ya está fruncido.

—Sino vamos por esos supuestos libros ahora, me iré a casa, ganas no me faltan, créeme —sentencio, ella pone los ojos en blanco y me encamina hasta el final del pasillo.

Entramos por una puerta en forma de arco, y al estar adentro mis ojos se iluminan. Estábamos en la biblioteca, y es el paraíso de los libros, grandes estantes eran adornados por esas bellas capas de papel. Era inmensa, y hasta habían unas escaleras de mármol que llevaban a un segundo piso donde habían más estantes llenos libros. Que majestuoso.

Mis ojos se pasearon por todo el lugar, definitivamente si me paseo por toda la mansión, este sería mi lugar favorito para quedarme y perderme en esas maravillas literarias.

—¿Te gusta? —me pregunta Emily a mi lado.

—Me fascina —afirmo con una sonrisa radiante, creo que ya no me siento el malestar —me gustan mucho los libros, sobre todo el romance oscuro.

—¿Romance oscuro? —indaga, y por su cara, puedo afirmar con toda seguridad que jamás en su vida se ha dedicado a leer.

—Si, romance oscuro —repito—y también lo cliché, prácticamente de todo me gusta leer, pero mis favoritos son el romance oscuro.

—Debo confesarte que no soy una persona con la que puedas hablar sobre libros, porque...

—No te dedicas a leer —le corto un poco divertida porque me pone mala cara —yo solo leo de vez en cuando, o en mis días libres.

—¿Sabías que esta biblioteca es de Dereck? —me confiesa, y la miro perpleja.

—¿De él? —indago, me sorprende, o tal vez me sorprendo porque jamás llegué a conocer a Dereck muy a fondo, es más, él nunca me comentó nada de su vida. No nos llegamos a conocer lo suficiente.

—Si, le gusta leer, demasiado diría yo —afirma sin mucho interés —cuando tiene días libres, se encierra todo el día en este lugar solo para leer, es su momento sagrado. Y vieras cómo se ve con lentes.

—Se ve guapo con todo, los lentes no son la exención —comento, y veo que ella me echa una ojeada con una sonrisa pícara y malévola que no logré comprender.

—Vamos, busquemos esos tormentosos libros —me indica, y la sigo. Me quedo pequeñita al alzar mi mirada y ver lo grande que es ese lugar, aún no me creo que sea de Dereck, y que le guste tanto leer como a mí.

Llegamos a un gran estante que tenía un nombre tallado, era de finanzas. Eché una ojeada a los otros estantes, y también tenían nombres. Esto es genial, están todos muy bien clasificados y enumerados.

—Oh —escucho decir a Emily.

—¿Que pasa? —le pregunto curiosa.

—Tengo una llamada entrante de Alan —me informa. Oh no, ella tarda una eternidad hablando con chicos por teléfono.

—¿Y eso que quiere decir? —me cruzo de brazos.

—Que tendrás que buscar los libros tu sola, no puedo dejar esperando a Alan.

—Ni se te ocurra, fue tu idea traerme aquí, busca esos libros y vámonos, me tiene sin cuidado ese tal Alan —señalo enfurruñada.

—Anda Madison, serán solo unos segundos, solo elige algunos que nos sirva, y luego me sigues abajo, ya sabes el camino —me insiste, y la miro con mala cara.

—Debí traer conmigo a Will, él no me dejaría sola por otra persona —manifiesto con fastidio.

—Oye, solo es una llamada —excusa—. Y te recomiendo que no hagas ese tipo de comentarios ni aquí, ni ahora.

—¿Por qué? —le frunzo el ceño.

—Ya lo entenderás —se encoge de hombros.

—Vale, estás actuando tan extraño que empiezo a desconfiar hasta de mi propia sombra, confiesa —demando, ella aprieta los labios y luego sonríe como un ángel.

—Nos vemos abajo, Alan insiste —concluye.

—Pero...espera Emily —fue inútil detenerla cuando la vi perderse por la puerta con pasos vacilantes.

—Genial —murmuro para mí misma, era tan sencillo ayudarme a buscar esos libros en este gran lugar, en vez de ir a atender una simple llamada. ¿Es más importante ese chico que nuestro proyecto el cual depende nuestro futuro?. Pues sí.

Me giro hacia el estante que Emily me había indicado antes, busco uno apropiado que encierre todo lo que necesitamos para el proyecto, apenas estamos empezando y ya tengo dolor de cabeza. No soy buena para los números, de solo verlos me da mareo.

Hacía un silencio infernal en ese lugar, y de solo saber que es la biblioteca donde Dereck suele estar, me da un poco de incomodidad, o tal vez...me gustaría verlo con lentes sentado en un sillón muy concentrado en un libro, sería una maravillosa vista.

Basta Madison, concéntrate. Deja a Dereck y ese pensamiento que se vería guapo con unos lentes a un lado por favor. No es el momento.

Sacudo la cabeza y miro el estante, escojo un libro de marketing, ese nos ayudará mucho, aunque el internet puede ayudarnos, me gustan más lo libros.

Había un libro clave en el que me fijé, pero había un grandísimo problema. Que soy bajita, y el libro de allá arriba me hace una mueca que me hace odiar mi estatura. Y lo quería, era ese o nada. Tengo un defecto, y es que si veo algo que me gusta, y no lo puedo obtener por cualquier circunstancia que me lo impida, me siento inconforme, y esa sensación conmigo no va.

—No lo puedo alcanzar —hablé mirando el libro de mala manera —te odio ahora Emily, eso no se hace.

Si ella estuviera aquí, podría alcanzarlo, esto es una burla ante alguien sensible como yo.

Me puse de puntitas y estiré mi brazo para alcanzarlo, un último esfuerzo, sinó, me largo y voy a escupir las mejores palabras de insulto contra Emily.

Mi cuerpo se congeló, y volví a estar con los pies plantados en el suelo correctamente cuando un brazo más largo que el mío alcanzó al libro tan deseado por mí.

En mis pensamientos ni siquiera estaba que podía ser Will porque él no conoce el camino hasta aquí, y no es así de alto, y tampoco tiene tatuajes, no tiene esas manos perfectas donde se dibujan venas perfectamente talladas que hacen desear a cualquier mujer que las toque. No tiene ese color de piel que le hace parecer un vampiro, y que el color rojo de la sangre se verían perfectamente dibujada en ella.

Y mucho menos tenía ese aroma, esa presencia, esa calidez, no tiene esa esencia que me hace temblar al instante en que lo tengo tan cerca. Con su sola presencia hace que mi corazón salte y golpee contra mi pecho violentamente.

Él alcanza el libro, y se queda de pie detrás de mí. Le sigo dando la espalda sin atreverme a girar y verlo a esos ojos verdes.

Siento que su mirada está clavada en mi mandíbula, y que me mira intensamente como siempre, no lo veo, pero puedo sentirlo.

Mi cuerpo se tensa cuando mi espalda choca contra su pecho, pero no es porque me mueva, es porque él cerró el poco espacio entre nosotros.

Ahora estaba de espaldas, y él pegado a mi contra el estante, siento su respiración cerca de mi oreja, y siento que mi piel se eriza.

No me atrevo, no me atrevo, no me atrevo a voltear, si lo hago, quedaré muy cerca de su cara deduciendo por lo pegado que está hacia mí.

Ahora entiendo a Emily cuando me dijo que no podía decir ese tipo de comentarios ni aquí, ni ahora. Y estoy segura que todo éste tiempo ella me estuvo mintiendo sobre que Dereck no estaba en la mansión.

Maldición. Ahora recuerdo su sonrisa malévola y pícara cuando hice el comentario diciendo que Dereck se ve guapo con todo y los lentes no serían la excepción.

Lo sabías Emily, juegas muy sucio.

Vi que la mano de Dereck se apoyó contra el estante, dejó caer ese libro que tenía en su mano al suelo. Luego vi que la otra mano se estaba envolviendo como una serpiente cautelosa alrededor de mi cintura hasta que llegó a rodearme por completo.

Ni siquiera pude moverme, mis pies seguían plantados en el suelo sin darme la orden de hacer un mínimo movimiento.

Sentí todo un calor que se apoderó de mi cuerpo porque Dereck me apretujó contra él, y hundió su cabeza en mi cuello, lo cual me hizo cerrar los ojos con cierta satisfacción. Me siento descolocada.

—Te extrañé —lo escuché murmurar, mi pulso se aceleró aún más al escucharlo, sabe cómo hacerme temblar con solo unas palabras.

No supe que decir, si alejarlo, decirle que no se acerque a mi de esa manera, aunque quisiera que lo hiciera. Decirle lo mucho que me ha hecho falta, decirle que en parte lo sigo odiando, o olvidar todo lo del pasado y mirar solo el presente, y eso implica volver con él.

Pero me acordé de Emily, y sus sucios planes. Puede sonar codicioso de mi parte, pero quiero más. Quiero que en verdad me demuestre que está arrepentido de haberme dejado, y que en verdad quiere mi perdón.

Mi piel se eriza cuando siento los labios húmedos de Dereck rozando la parte sensible de mi cuello. Estoy luchando conmigo misma en estos momentos, es tan fácil si lo vemos desde un punto de vista, solo perdonarlo y ya. Pero en mis zapatos no se hace tan fácil. Porque el miedo que tengo es mucho más grande, si me aferro de nuevo a él, no tengo la suficiente seguridad que no me abandonará una segunda vez.

—Dereck —pronuncio su nombre, y él levanta un poco la cabeza para mirarme —. No sigas, detente.

—No puedo —musita, y siento que mis manos tiemblan —sabes que no puedo controlar nada que tenga que ver contigo.

Oh Dereck, me la pones tan difícil en estos momentos. Quisiera que no me hicieran tanto efectos tus palabras como lo hacen ahora.

—Tengo que irme —aviso, y su agarre alrededor de mi cintura se hace más fuerte.

—No puedes irte —me dice, dejando un beso en mi mejilla, un beso que descontroló cada célula de mi cuerpo.

—Necesito...

—Madison —me corta—solo hablemos de nosotros, quédate un tiempo más —demanda, y siento que su nariz roza mi mejilla.

—Está...bien —asiento, de todos modos, no gano nada con negarme por enésima vez, él no iba a desistir, y yo aún no quería irme.

Me giró entre sus brazos para tenerme de frente apenas le di mi asentimiento, mi espalda quedó pegada al estante, y la distancia entre nosotros, era muy reducida. Prácticamente solo faltaba que se inclinara un poco, y me besara.

—Puedes...¿soltarme? —le digo temerosa, y por la expresión en su rostro, me dió una respuesta. No lo haría. Ahora no era una sola mano en mi cintura, ahora eran dos. Y su agarre es tan fuerte como él.

—Sabes que no sé guardar distancia contigo, ni hablando, ni haciendo otro tipo de cosas —señala, con su mirada fija en mis ojos.

—Entonces...di lo que tengas que decir —demando, y creo que mi tono de voz suena más dulce, que firme.

—Ya debes de...—se cortó a él mismo cuando vió mis manos sobre su pecho, pero no era eso lo que veía, sinó la herida que tenía en una de ellas —¿Te duele?.

Nunca me había sentido tan bien que se preocuparan por mí solo por algo tan mínimo como esa pequeña herida en mi nudillo.

—Ya no duele —afirmo, él seguía viendo el golpe, y las marcas que ya desaparecieron un poco de mis muñecas.

—No vuelvas a lastimarte así, ni permitir que otro te haga eso —me dice, mirándome fijamente. Tomó mi mano apoyada sobre él, y la besó nuevamente como lo había hecho en el aparcamiento esta mañana —. Ni siquiera yo tendría el valor de hacerlo.

—Lo sé —asentí, porque sé que él no se atrevería. Incluso la vez que le traté de insinuar que me pegaría por una discusión que tuvimos, se llegó a molestar. Dijo que prefería pegarse un tiro antes de ponerme un dedo encima.

Esbozó una pequeña sonrisa sin dejar de mirarme dulcemente, yo no dejaba de mirarlo, y mi corazón no dejaba de latir salvajemente.

Su mano subió hasta mi mejilla, y con su dedo pulgar la acarició, pero vi que frunció el ceño levemente, y no sabía por qué.

Posó su mano en mi frente, y en otra de mis mejillas, sí, ya se había dado cuenta que estoy ardiendo en fiebre. Eso es por estar bajo la lluvia ese día que nos reencontramos. Y también es por eso es que me siento tan adolorida el día de hoy.

—Tienes fiebre —me dice, con algo de desconcierto.

—Lo sé, pero estoy bien —aseguro, y él frunce más el ceño.

—No estás bien —afirma, como si me conociera más que yo.

—Solo es fiebre, estaré bien —insisto.

Veo que suspira y luego se aleja de mí, pero aprisiona mi mano y me encamina hasta donde está un juego de sofás.

Se sienta en uno individual y jala de mi brazo haciéndome sentar en sus piernas. Vale, esto no me lo esperaba.

—¿Que estás...?

—Estás enferma, quédate así —señala, pero trato de levantarme porque creo que esto puede terminar en una reconciliación más que en otra cosa. Sin embargo, para asegurarse de tenerme así, sus brazos me rodean por la cintura y me pegan a él, me siento pequeña más de lo soy cuando me tiene entre sus piernas.

—Bien, tu ganas —accedo —ahora dime lo tengas que decir.

—Quiero que vuelvas conmigo.

1
Isa hz
autora gracias por la novela, muy bonita. ojalá y pronto escriba otra.
Favy Salto
AMOR Y EROTISMO A FULL ... FELICITACIONES Y MUCHAS GRACIAS !!!!
Guadalupe Rodríguez
exelente novela, felicidades .
Gloribel Torres
excelente
Carody Lopez
Excelente
Norma Alvarez Vega
se pasan estas parejas.
Norma Alvarez Vega
a correr/Facepalm//Facepalm/
Norma Alvarez Vega
que locos jja.
Norma Alvarez Vega
tal para cual.
Norma Alvarez Vega
maicol el mas tranquilo y tierno de los personajes.
Norma Alvarez Vega
no come ni deja comer.Bien Emely
Norma Alvarez Vega
pero max,que comportamiento el tuyo,todo un dr.
Norma Alvarez Vega
oh.emocionante encuentro,doloroso.
Norma Alvarez Vega
solo son amigos porque tus quuejas Madison.
Graciela Martinez
Excelente
Mirna Molina
muy buena la saga felicito a la escritora
Mirla Loyo
éste hombre la va a dejar sin garganta 😂
Mirla Loyo
que animal son ésos hombres y enfermos todos 😱
Mirla Loyo
ésas mujeres deberían plantearles el divorcio, separación, para que mejoren lo tóxico, es demasiada violencia 🤬
Mirla Loyo
ella misma tiene la culpa y el malnacido del papá, acaso ella es médico.. está bueno que le pase eso por idiota 🤬
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play