NovelToon NovelToon
La Raíz De Mi Felicidad

La Raíz De Mi Felicidad

Status: En proceso
Genre:Comedia / Aventura de una noche / Madre soltera / Autosuperación / Reencuentro
Popularitas:9.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Naerith Velisse

Briagni, es una mujer que aparentemente lo tiene todo, es hermosa, con una familia que la ama y apoya, y con una gran carrera por delante, pero, aun así, hay algo que la impide tener una felicidad completa. Micaela, su amiga, es quien se va dando cuenta de que el estado de salud mental de Briagni va en declive, y es ahí, entre pláticas, que surge un tema que llama la atención de Briagni, un “bebé”. Ella cree que su felicidad estaría completa siendo madre, pero, no está casada, ni mucho menos tiene un novio, así que, para cumplir su sueño, tiene que encontrar al hombre adecuado para que sea el padre de su hijo.
¿Podrá Briagni su anhelo de ser madre?

NovelToon tiene autorización de Naerith Velisse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAP 21 El Nacimiento Del Amor

El carro avanzaba por las calles tranquilas era un tanto tarde, con las luces encendidas y una mezcla de nervios y alegría flotando dentro. Briagni respiraba con calma, como si hubiera estado ensayando ese momento desde el primer día en que se tocó el vientre y susurró en voz baja “gracias por venir a mí”.

Ariadna iba a su lado, acariciándole el brazo, repitiéndole con ternura que todo estaba bien, que todo estaba preparado. Samuel Elías manejaba con firmeza, pero con los ojos húmedos, con esa forma silenciosa de llorar que tienen los hombres cuando están tan orgullosos que las palabras se quedan cortas.

Micaela, en la parte de atrás, con una mano en el hombro de su amiga y otra sobre el celular, le mandaba mensajes a Antonella: “¡ya vamos!”. Habían salido directamente del baby shower, con la casa aún llena de adornos, globos blancos y rosados, sin saber que esa noche… los bebés llegarían.

En la clínica, todo fue rápido pero cálido. Nada de luces frías ni voces apresuradas. Todo lo que Briagni había deseado desde el principio, lo tenía: su mamá sosteniendo su rostro, su papá esperando afuera con una oración en los labios, y Micaela agarrándole la mano, fuerte, sin decir mucho, porque a veces, el amor no necesita adornos.

Ya acostada, con los monitores encendidos y las contracciones aumentando, escuchó los dos corazones latir, luego el médico la miró, sonriente.

—Briagni… tranquila, tu puedes

En ese momento, algo dentro de ella se quebró de ternura. No era miedo, no era ansiedad. Era simplemente… una sobrecarga de amor. Dos vidas. Dos corazones. Dos regalos de un deseo que había nacido en la soledad pero floreció en esperanza.

—Mis pequeñas raíces…

El trabajo de parto avanzó con ritmo firme. Dolor, sí, pero no como un castigo. El cuerpo hablaba y ella lo escuchaba. Era como una danza entre la vida que quería salir y la madre que la recibía con el alma abierta.

A las 3:27 de la madrugada, nació el primero.

Un niño.

Con un pequeño grito que rompió el silencio y llenó el cuarto de luz.

—Hola, amor… —susurró Briagni, con lágrimas suaves cayéndole por las mejillas.

—¿Cómo se va a llamar? —preguntó el médico.

Y ella, sin pensarlo, con una paz que venía de muy dentro, respondió

—Eliander.

Ariadna se tapó la boca. Micaela lloró. El padre desde la puerta dejó caer la cabeza hacia atrás, cerró los ojos, y dio gracias al cielo.

Tres minutos después, nació la segunda.

Una niña. Pequeñita, hermosa. Su llanto fue más suave, como un murmullo.

Y cuando se la pusieron en los brazos, ella supo que no necesitaba más.

—Aineth —dijo, acariciándole la frente con un dedo—. Tú eres mi raíz. Mi dulzura.

La enfermera tomó fotos mientras todos lloraban. Micaela las cargó a ambos mientras Briagni descansaba. Ariadna les cantó una canción bajita, de esas que solía entonar cuando sus hijas eran niñas. Samuel Elías, se arrodilló junto a la cama de su hija mayor, le besó la frente y le dijo al oído:

—Eres más valiente que yo. Más fuerte que cualquiera.

Y Briagni… Briagni los miró a todos y pensó que no estaba sola. Que su deseo no había sido egoísta, sino pleno. Que sus hijos habían llegado no para llenar un vacío, sino para multiplicar lo que ya existía.

La noche terminó con los dos bebés dormidos, uno en cada brazo de su madre. Ella los miraba y no necesitaba nada más.

Sólo murmuró:

—Gracias por elegirme. Yo también los elegí a ustedes.

Y entonces cerró los ojos… con el corazón lleno, con el alma liviana, y con la certeza de que el amor… había empezado de nuevo.

1
Andrea Nardelli
y el final que
aila ♡-♡: Estoy pensando en eso, disculpa, pero aún no sé qué final sería acorde para ellos.... creo que en unos 5 o 6 capítulos, no estoy muy segura, gracias por leer😊
total 1 replies
Natalia
/Awkward/
Natalia: mm ps, yo siento que quedó perfecto, ame !!
aila ♡-♡: jajajaja y eso que no fue tan picante, porque no quería que sonara vulgar 😅
total 2 replies
Nancy Stella Aran
Normal
aila ♡-♡: Entiendo, cada lector tiene sus gustos. Gracias por tomarte el tiempo de leerla.
total 1 replies
Natalia
Me gusta muchoooo /Rose/, es una historia diferente y tienes muy buena ortografía, amooo
aila ♡-♡: me alegra que te guste, ☺️, en realidad está historia lleva un buen tiempo en borradores, por lo que he intentado perfeccionarla.
total 1 replies
Yraida Elizabeth Torres Seminario
muy buena novela, gracias
aila ♡-♡: me alegra que te guste /Smile/
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play