LA NOVIA MUDA

En la nueva Mansión de los Matew, ubicada a pocos kilómetros de la Residencia de los Prieto del Sol, Madame Diana mantenía una tensa conversación con su hija.

"¡No puedo creerlo!" Objetó Thiara, con la furia recorriendo cada centímetro de su delgado cuerpo. "¡Esa bastarda no puede casarse!"

"Al igual que tú, también me hierve la sangre de sólo pensarlo"

"Con razón te desmayaste. La noticia es asquerosa. También me dejó sin aliento".

Madame Diana, tomó un sorbo de su vino y se ausentó en mente, viendo hacia la nada. "Debes seducir a Bryan Prieto del Sol"

"¿Estas loca? Yo amo a mi novio".

"¿Segura?".

Thiara titubeó por un segundo. "Si, por lo menos eso creo".

Madame soltó una carcajada.

"Por lo que veo no estas convencida. Se mas inteligente niña. Tu amadísimo Jhonny es sólo una insignificante anchoa frente al tiburonazo de Bryan Prieto del Sol. Sin mencionar que ni siquiera lleva la sangre de esa familia".

"No me importa eso"

"¿Segura?. No me hagas reír. Te conozco bien cariño" Endureció el rostro y miró fijamente a su hija. "Ahora que el hombre despertó será imposible despojarlo de su trono. Bryan es un poderoso magnate no tenemos ninguna probabilidad con el. Así que, lo mejor será unirnos al enemigo".

"Estás loca" Thira se puso de pie y empezó a mover los pies hasta las escaleras.

"Mejor estar loca que estar ciega" Agregó Madame deteniéndola en seco. "Piénsalo amor, ¿Crees que ese hombre ama a la bastarda? Obvio que no, lo hace por lastima o quizás por el chamaco, o quien sabe sus motivos. Pero tu eres hermosa, joven y seductora, enamóralo y gozaremos de los privilegios, no querrás que la bastarda se quede con todo y nos humille ¿O si?"

"¡Jamás, primero muerta!"

Temblándo de rabia subió rápidamente las escaleras, meditando en las palabras de su serpiente madre.

'Será mejor que asegure mi futuro. Si el idiota de Jhonny fracasa me iré con Bryan, el condenado está mucho mejor y yo que sepa estoy soltera'. Sonrió de manera extrovertida.

Se sentó en la butaca color mora y llamó a su novio.

"Tu tío se va a casar con la tal Elucibeth. ¿Lo sabías?".

"¿Qué?. ¡Maldito estúpido!"

"Como lo oyes. Tienes que encontrar la manera de acercarte a la chiquilla, no hay mucho tiempo"

Al lado contrario solo se escuchó unos pesados respiros.

"Jhonny, ¿Estás ahi?. ¿Me oyes?"

"Te oigo. Sólo estoy pensando. ¿Sabes?, se me iluminó el cerebro". Thiara rodó los ojos. "Tenemos muchas maneras de atacar y tomar el campo. Si nuestro plan no se ejecuta a tiempo, igual vamos a salir victoriosos....¿Que te parece una Elucibeth viuda de Prieto del Sol?. Si la chiquilla enviuda se quedará con toda la fortuna ¿No es así?"

Rió de manera victoriosa " Las cosas se simplifican ¿no crees?. Si hay un mocoso buscamos la manera de desaparecerlo y asunto solucionado"

"Me gusta mucho la idea".

"Lo se. Mi padre llega mañana. Ven temprano, necesito que me ayudes a verme bien"

"Okey. Hasta mañana".

Thiara colgó el teléfono y sonrió de medio lado. Muchas cosas rondaron por su astuta mente.

'Voy a humillarte, maldita muda' Declaró con rabia.

No entendía como la estúpida tonta tendría tan buena suerte.

Buscó un contacto en su teléfono y marcó.

"Darwin, hola querido, tengo una primicia para ti"

"Hola Thiara, cuánto tiempo. Dime que tienes para mi."

"Una noticia bomba que aumentará tu audiencia. Bryan Prieto despertó y se va a casar con una joven muda e ignorante. Eso no es todo, compró a la sierva para inseminarla para así cobrar su herencia".

"¿Estas segura, el señor Bryan Prieto del Sol despertó?".

"Asi es. Pero por favor, borra la fuente. No me involucres. Ya vez tu de que manera redactas el contenido. Pero eso si, quiero que las personas repudien a ese par y se burlen".

"No te preocupes"

Thiara colgó y sonrió un largo tiempo. Quería agotar todos sus recursos en primer lugar, sin importar la manera que fuera.

Tenía las peores intenciones. Arruinaría la imagen de Bryan y humillaría Elucibeth, exponiéndola en público, para que que se convenza que solo es un juguete para llevar a cabo vários propósitos.

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En la mansión de los Prieto del Sol, una decidida Elucibeth recogió la hoja junto a la fotografía de Jhonny y la rompió. Las particulas cayeron como plumas reposando en el piso.

Aquella vez no había tenido el valor de deshacerse de la foto que con tanto cariño había pegado dias atrás, antes de enterarse del cruel engaño. Pero ahora no había más motivos para aguardar aquél recuerdo que sólo la entristecía.

Dió un largo suspiro y se sentó en sofá de cuero negro viendo los retazos.

"Toc, toc" Alguien tocó la puerta y la joven alzó la vista.

De pronto una temerosa Carlota hizo su aparición.

"Señora" Saludó con voz suave. "El joven amo me mandó a ver si necesitaba algo"

Su actitud tan atenta la sorprendió mucho. '¿Qué le pasa a ésta mujer?'.Se cuestionó.

Mientras trataba de descifrar las intenciones de la regordete mujer que nunca mostró una pizca de afecto por ella, la imágen imponente de Bryan apareció en la puerta.

Al verlo, Carlota tembló sin querer.

El hombre cogió el mando de su silla y entró a la habitación.

"Desde ahora Carlota será tu sierva personal. Hará todo lo que ordenes sin protestar" Dirigió su mirada hacia Carlota y endureció sus facciones. "Dijiste que tenías muchos deseos de lavarle los pies a tu hermosa Señora, ¿Que esperas?".

Carlota sin atreverse a abrir la boca apresuró sus pasos y se perdió en la entrada. A los pocos minutos volvió con un tazón de agua tibia, llena de pétalos de flores.

Elucibeth absorta no comprendía lo que estaba ocurriendo.

Cuando Carlota le quitó el calzado fue que pudo reaccionar, y escondió los pies.

"Déjame hacerlo, querida Elucibeth dijo la mujer" Arrodillada en el piso, negándose a soltar el pie se la joven. "Me porté muy mal contigo y quiero compensarlo"

"Si la mujer quiere hacerlo déjala" La voz fría del hombre sonó desde un costado. "Quiero ver que haga bien su trabajo". Elucibeth levantó el rostro para ver al joven amo con una gran interrogación. Éste lucia sereno y gallardo.

Carlota empezó a quitar el otro calzado y sumergió sus blancos y pequeños pies en la tinaja de agua, comenzando a frotar con delicadeza. Mientras que Elucibeth estaba sumida en sus pensamientos.

'¿Que está sucediendo?'

No fué hasta que sintió las manos temblorosas de Carlota cuando volvió la mirada.

Abrió los ojos como platos cuando la mujer agachó la cabeza y besó su pie.

Una Elucibeth pasmada contuvo el aliento y alejó sus pies sin dejar de ver el rostro de Carlota.

"Permíteme terminar mi trabajo" Susurró. Tomó la toalla que reposaba en su hombro izquierdo y procedió a secar sus pies a toquecitos.

"Bien, puedes retirarte" La voz ronca y profunda de Bryan sonó a sus espaldas erizando la piel de la mujer.

Carlota salió como un rayo del lugar dejando a una Elucibeth anonadada. '¿Que acaba de suceder?' Se preguntó y empezó a pestañear paulatinamente.

"Debes descansar, es muy tarde. Si necesitas algo, sin importar la hora que sea, solo pídele a tu sierva". Dijo Bryan, sin apartar los ojos de la confundida mujer. "No tengas miedo, nadie volverá a lastimarte de nuevo".

Tras la última frase el apuesto hombre salió, dejando a hermosa mujer aún más confundida.