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UN LOCO MUNDO DE HOMBRES LOBO

UN LOCO MUNDO DE HOMBRES LOBO

Status: En proceso
Genre:Hombre lobo / Pareja destinada / Demonios / Brujas / Viaje a un mundo de fantasía / Bestia
Popularitas:4.4k
Nilai: 5
nombre de autor: anasuya dete

Leda jamás imaginó que su luna de miel terminaría en una pesadilla.

Ella y su esposo Ángel caminaban por un sendero solitario en el bosque de Blacksire, riendo, tomados de la mano, cuando un gruñido profundo quebró la calma. Un hedor nauseabundo los envolvió. De pronto, el sendero desapareció; sólo quedaba la inmensidad oscura y una luna blanca, enorme, que parecía observarlos.

—¿Oíste eso? —susurró Leda, el corazón desbocado.
Ángel apretó su mano.
—Debe ser un animal. Vamos, no te asustes.

Pero el gruñido volvió, más cerca. El depredador jugaba con ellos, acechándolos. Un crujido a su derecha. Otro, detrás. Los gruñidos iban y venían, como si se burlara.

NovelToon tiene autorización de anasuya dete para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

EL AROMA

Al llegar a la manada, Tom tenía cortados muchos bambúes y Jerry traía troncos rectos.

Al rodearse ella de tantos machos, los celos de Ikki aumentaban, ya que ellos la rodeaban y sonreían.

—Chicos, gracias —dijo Leda con una sonrisa maravillada por lo rápido que fueron, mostrando el mazo—. Miren, lo hizo su alfa.

—¿Oh, eso es un mazo? —preguntó Tom, curioso.

—Sí, esto es un mazo.

Tom lo tomó y lo revisó.

—Está muy bien hecho, alfa Ikki.

Ikki no dijo nada, solo hinchó su musculoso pectoral en señal de satisfacción.

Leda, en cuclillas, le mostraba a Jerry y a los demás cómo debían ir los troncos. Los tres lobos jóvenes se colocaron a su alrededor.

—Cuando los postes estén bien fijos, comenzaremos a colocar el piso, que se hará con el bambú.

—Pero, luna, ¿cómo haremos para que los postes se queden parados perfectamente? —preguntó uno.

—Hay que cavar un pozo de un metro de profundidad —explicó ella, mientras dibujaba en el suelo.

Los lobos, cada vez más interesados, se acercaban más a Leda.

Ikki, celoso, corrió a uno de ellos haciéndolo a un lado.

—Bueno, bueno, ya la mujer habló. ¿Qué tanto se le acercan? ¿Sordos no son? ¡Aléjense! —espetó con tono seco.

Leda levantó la vista de golpe, fulminándolo con la mirada.

—Me van a ayudar, Ikki, por algo se acercan a mí —dijo Leda, mascullando las palabras.

—No necesitan estar tan cerca. Tienen orejas de lobo, carajo, pueden oír a un kilómetro… y oler —agregó acercándose peligrosamente a ella— a una misma distancia también.

Leda abrió los ojos al darse cuenta de lo que Ikki estaba insinuando. Y además… no tenía bragas.

Se puso tan colorada que se levantó de un salto, tapando su rostro con una mano y con la otra cubriendo instintivamente sus partes íntimas.

—Eh… eh… bueno… por favor hagan lo que les pedí… yo ya vuelvo —balbuceó antes de salir como un rayo hacia el toldo de Rina.

Ikki sonrió con satisfacción.

—Manos a la obra —ordenó.

Colocaron los postes tomando como referencia un bambú cortado que Leda les había indicado, formando así un cuadrado perfecto. Los hombres lobo comenzaron a cavar en su forma de lobo. Cuando los agujeros estuvieron listos, colocaron los postes y los apuntalaron.

*

Mientras tanto, en el toldo de Rina, Leda llegó agitada y miró a la anciana con súplica.

—Mi luna, ¿necesita algo? —preguntó Rina con curiosidad.

—Mmm… eh… sí… este… —Leda se retorcía las manos—. Sé que ustedes, los hombres y mujeres lobo, tienen un oído y un olfato agudo…

Los ojos de Rina brillaron.

—Sí, lo olemos y oímos todo —dijo moviendo sus orejas—. Es imposible pasar desapercibido.

La sangre se agolpó en las mejillas de Leda.

—¿Cómo puedo hacer para que no se sienta mi olor corporal… en especial en esta zona? —dijo, señalando sus partes íntimas y hablando extremadamente despacio.

La anciana rió tan fuerte que la manada entera se sorprendió; ella jamás hacía eso.

—Ven, siéntate, mi luna.

Leda obedeció.

—A veces las lobas jóvenes no quieren aparearse con los machos. Me pasó en mi juventud —dijo la viejita, quedando pensativa.

Leda, aún nerviosa, la miraba atónita.

—Entonces hice un ungüento de hierbas que hace que el olor a celo desaparezca, y los machos no molestaban.

—¿Lo puedo usar? —preguntó Leda.

—Pero mi luna… ¿usted aún no está en celo? —dijo Rina.

—¿¡Yo en celo!? ¡Jamás, nunca lo estaré! —exclamó, mirando hacia abajo.

—Luna, nuestros organismos son casi iguales. Sé que los humanos tienen, en cierto periodo, su celo… ¿verdad?

Leda pensó: ¿Estará hablando de mi ciclo de ovulación?

—Mierda… ¿hace cuánto que estoy en sus tierras?

—Usted llegó a la manada en luna llena y ahora estamos en cuarto creciente. Creo que son entre 14 o 15 días.

Leda se agarró las mejillas.

—¡Dios mío! Dentro de poco tendré mi periodo… ¿qué hago, Rina?

—Nosotras hacemos lo normal y dejamos que la sangre caiga. Luego, al terminar, nos apareamos para tener cachorros.

—¡¿Qué?! ¡Yo no quiero tener cachorros!

Rina la miró con duda.

—¿No quiere tener cachorros de mi alfa? —preguntó con ojos centelleantes.

Leda quedó helada, sin saber qué responder.

—Luna, aunque el alfa sea rudo en cuanto a hablar o hacer cosas por nosotros, jamás la va a obligar a hacer algo que usted no quiera. Todos los lobos somos así —explicó, señalando hacia afuera—. Jamás se obliga a nadie a hacer lo que no quiere. Es una regla que implementó el alfa: respeto sobre los demás.

Eso dejó a Leda sorprendida. Siempre lo había visto como un bruto que se guiaba por instintos, pero lo que Rina le decía no lo podía creer.

—Por ello, luna Leda, si no quiere tener cachorros por ahora, no lo haga. Pero tarde o temprano… lo hará.

Leda no respondió; se perdió en sus pensamientos. Tener hijos con Ángel era su prioridad… pero ahora, con esa bestia, no se lo imaginaba. Y si entendió bien, tarde o temprano tendría que darle cachorros a Ikki. Suspiró hondo.

Rina le sopló el humo que fumaba y Leda tosió.

—Tome, luna, báñese con estas hierbas y átese en los muslos un poco. Cuando se seque, cambie por unas nuevas.

—Gracias, Rina… ¿y cómo se llaman para buscarlas?

—Hojas de pino, menta y de pipí —dijo Rina.

—¿Son fáciles de encontrar?

—No lo son. Tendrá que pedirle al alfa que la lleve a buscar.

—¡No, no, no, ni loca!

—Luna, usted ya vio lo peligroso que es este lugar. Aún no conoce ni la mitad de los peligros que hay. Aunque somos fuertes y rápidas, siempre vamos acompañadas por un macho.

—¿Y para cuántos días me sirve este ungüento?

—Solo por hoy, si se aplica un poco. Sino, le durará para más lunas.

—Gracias, Rina, eres un amor —dijo Leda, dándole un beso cariñoso antes de salir.

Rina so río.

*

Leda fue muy contenta hasta la cascada. Se estaba por bañar cuando Ikki la interrumpió.

—¿Qué haces allí? Hoy la cascada huele a orín.

—¿Qué? ¿Justo hoy? ¡Mierda, carajo!

Ikki la observó con los brazos cruzados.

—¿Llevas ese ungüento para tapar tu olor?

Indicando la piel que llevaba detrás de ella.

Leda escondió aún más el cuero.

—Es algo que me dio Rina… para mí.

Ikki olió su aroma.

—Aún no estás en celo —afirmó.

Leda, colorada, gritó:

—¡Deja de olerme, bruto!

Ikki sonrió.

—Es que eso lo sabremos todos si lo estuvieras… pero tu olor ahora es particular.

Siguió oliendo, fascinado. Ese aroma lo dejaba sin aliento; esa mujer despedía un olor exquisito.

Leda se alejó hacia la cascada.

—Prefiero bañarme con olor a orina antes de que me sigas oliendo.

Ikki hizo un gesto de asco.

—No hay problema con que otros animales orinen cuando se refrescan. Pero hay trolls que lo hacen adrede para contaminar el agua. Y no solo es su orina, sino también su semen: espeso, pegajoso y oloroso.

—¡Qué asco! ¿Por qué hacen eso? —Leda sintió que vomitaría.

—Como te dije, para contaminar nuestra agua. Así nos debilitaríamos… y ellos nos comerían.

—¿Comerlos a ustedes? —preguntó sorprendida.pregnto Leda

—Sí. Somos su carne favorita. Dijo ikki

—¿Y ya han comido a algunos? la curiosidad de Leda era mayor a su miedo

—De otras manadas sí. A mi manada no… yo no lo permito.

—¿Te has peleado con ellos?

—Maté a su líder —dijo con orgullo ikki.

—¡Wow! ¿Fue dura la batalla?

—Los trolls son tontos, pero este me dio pelea. Al final… lo descuarticé.

—¿Lo descuartizaste?

Ikki hinchó el pecho.

—Sí. Se quería comer a los cachorros de la manada… y tuvo lo que merecía.

—¿Y los cachorros?

—Ya son grandes y tienen sus propios cachorros.

—¿Ya son padres o madres? ¿Cuántos años tienes, Ikki? —preguntó curiosa.

Él pensó y respondió:

—Tengo 540 lunas llenas de edad.

Leda abrió los ojos. Si cada luna es un mes…

@#√{-@}\= son 45 años humanos.

—¡Tienes 45 años en humano! —exclamó, sorprendida. Ikki no aparentaba más de 20 años, su piel, Tersa y suave su rostro hermoso sus ojos tan brillantes y sus músculos todo daba a entender que era un lobo joven

Ikki se rascó la cabeza.

—Puede ser. Pero en este mundo no damos importancia a la edad. Una mujer que ya puede dar cachorros… se casa y da su camada.

—¿Y a qué edad es eso?

—A las 156 lunas.

—¡Unos degenerados! ¡Con 13 años ya las hacen parir!

—No somos degenerados. Es nuestra naturaleza —respondió con un tono fuerte.

—¡Pero aún es una niña! ¡Debe jugar, ir a la escuela, bailar!

Ikki rió.

—Mira a tu alrededor, Leda… —susurró.

A ella se le erizó la espalda. Miró: todo era montañas, bosques, naturaleza pura. Recordó que ya no estaba en su mundo.

—¿Dónde me puedo bañar entonces? —preguntó pálida.

—En el lago.

El corazón de Leda dio un vuelco.

—Hay un lugar donde no puede llegar ningún ser. Vamos.

Leda se quedó tiesa, recordando a ese ser que la había asustado.

—Mujer… vamos —dijo Ikki gravemente.

Ella reaccionó y lo siguió hacia el lago.

1
Yimalia
sigue de estúpida tul, cuando la van a poner en su lugar
angel
que tul se vaya de la manada
Yimalia
que acaben de emparejar a tul con uno que sea un cavernicola que le quite el deseo de mirar a otro que no sea él, porque no aprende que las mujeres se dan su lugar y se debe respetar su decisión
Moraima Eglee Castillo vargas
Malo
anasuya dete: gracias trataré de mejorar, eres muy sincera gracias
total 1 replies
Oneyda Bermudez
más ➕️ ➕️ ➕️ ➕️ ➕️ ➕️ por favor
anasuya dete: hola gracias me aportas energía para seguir escribiendo eres genial❤️
total 1 replies
Oneyda Bermudez
simplemente hermosa
anasuya dete: gracias eres chévere❤️
total 1 replies
Luz Adriana Fandiño
él no destrozo su vida fueron los otros lobos elvla salvo
anasuya dete: hola gracias por leer eres única ❤️
anasuya dete: hola gracias por leer eres única ❤️
total 2 replies
Adeilis
Me gusta mucho la historia es muy divertida, más capítulo por favor
anasuya dete: hola gracias por leer si subiré más capítulos eres una ídola❤️
total 1 replies
Yimalia
busquele un marido a tul y que no sea aguafiestas del alfa
Yimalia: de nada
anasuya dete: gracias eres genial❤️
total 2 replies
anasuya dete
atrapante
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