NovelToon NovelToon
El Otoño De Los Eternos

El Otoño De Los Eternos

Status: En proceso
Genre:Vampiro / Fantasía épica / Mitos y leyendas
Popularitas:658
Nilai: 5
nombre de autor: Kris Salas Valle

Todos los años, en otoño, un alma humana desaparece del internado. Este año, ella llegó para quedarse.



Annabelle Drayton es enviada a estudiar al Instituto St. Elric tras una tragedia familiar. Ubicado en una antigua abadía sobre un acantilado, rodeado de bosques y niebla perpetua, el lugar parece congelado en el tiempo.

Lo que no sabe es que algunos de los alumnos no envejecen. No respiran. No sueñan. Y cada uno de ellos guarda un pacto sellado hace siglos: nunca acercarse demasiado a los humanos.

Théodore Ravencourt, el más enigmático entre ellos, ha seguido esa regla por más de cien años. Hasta ahora.
Annabelle no es como las demás. Hay algo en su sangre, en sus sueños, en su presencia, que lo arrastra hacia la vida… y hacia el peligro.

Pero cuando ella comienza a desenterrar verdades prohibidas, descubre que ser amada por un inmortal no es un privilegio… sino una sentencia.

NovelToon tiene autorización de Kris Salas Valle para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

🩸Capítulo 22: Susurros bajo la piel

El aire en los pasillos había cambiado.

Annabelle lo sintió antes de que cualquier palabra pudiera confirmarlo. Caminaba por las galerías antiguas como si cada paso fuera seguido por ojos invisibles. No era paranoia. Era la sensación de ser percibida por algo que no necesitaba luz para ver. Desde que la Mentora pronunció aquella palabra sellada por siglos, el Fragmento ardía con un fulgor distinto, más íntimo… más exigente.

Los estudiantes la miraban con una mezcla de fascinación y recelo. No hablaban. No necesitaban hacerlo. Algo en ella —quizá en su andar, o en su forma de sostener la mirada— había mutado. Y aunque ella seguía sintiéndose humana, ya no era del todo igual.

Las clases continuaban, pero los Eternos parecían más alerta. Observaban, evaluaban. Había murmullos tras puertas cerradas, frases susurradas en lenguas que su conciencia apenas comenzaba a comprender. La ceremonia del Cónclave había dejado una grieta, y Annabelle era su epicentro.

Esa mañana, cuando entró al aula de Teoría Espectral, notó que Théodore no estaba allí.

Lo supo antes de mirar su asiento vacío. Lo sintió en la forma en que su pecho se cerró ligeramente, como si una ausencia invisible hubiese jalado una parte de su ser hacia otra dimensión. La profesora continuó la lección, pero Annabelle no escuchaba. En su cuaderno, sin pensarlo, trazaba círculos, líneas antiguas… la misma espiral doble que había visto en sus sueños de fuego.

Más tarde, se refugió en los jardines traseros. Las hojas caían lentas, como copos de un otoño suspendido en el tiempo. Se sentó junto a una fuente que ya no brotaba agua, sino un leve vapor, como si el corazón del colegio respirara a través de sus fisuras.

Allí, una voz resonó.

—Has empezado a oírlo, ¿no es así?

Annabelle alzó la vista. Frente a ella estaba Éleonore, vestida de negro, con una túnica que parecía tejida de sombras. La mirada de la chica era serena, pero bajo esa calma latía una verdad: ella también lo oía.

—¿El qué?

—El Fragmento. No es solo un vestigio. Es un lenguaje. Y tú eres su intérprete.

Annabelle frunció el ceño.

—¿Por qué yo?

Éleonore se sentó a su lado, el roce de su manto apenas alterando el aire.

—No es una elección. Es un eco. Las llamas antiguas no arden por azar.

Por un instante, Annabelle sintió que el calor en su pecho crecía. Cerró los ojos. Vio símbolos danzando. Vio un castillo reflejado en un lago que no existía. Vio una mano tendida… y otra que no se atrevía a tomarla.

Cuando abrió los ojos, Éleonore ya no estaba.

Esa noche, no pudo dormir. Las paredes del dormitorio parecían latir con una cadencia extraña. Salió sin pensarlo demasiado, descalza, envuelta en una manta. Las escaleras de mármol la guiaron hacia la torre sur, aquella que los estudiantes no solían frecuentar.

Allí lo encontró.

Théodore, de pie frente a un ventanal abierto, con la luna clavada en su perfil. No se volteó al oírla llegar. No hacía falta.

—Lo sabías —dijo él.

—No sabía nada hasta que me lo arrancaron con palabras. Hasta que me lo encendieron.

Théodore se volvió entonces. Tenía la mirada de alguien que había perdido algo esencial. O tal vez de alguien que lo había entregado por voluntad propia.

—Hay cosas que arden solo una vez, Annabelle. Y cuando lo hacen, dejan cenizas en todo lo que tocan. Incluso en lo que aman.

Ella dio un paso. Luego otro. Hasta estar cerca, casi demasiado.

—¿Qué es lo que arde, Théodore?

Él la observó, y por primera vez no pareció tener todas las respuestas.

—Lo que somos. Lo que fuimos. Lo que ellos nos obligaron a olvidar.

—Y si yo no quiero olvidar —susurró Annabelle—, ¿qué sucede?

Él extendió la mano, tocó su mejilla con la delicadeza de quien palpa una reliquia. La piel de Annabelle se erizó.

—Entonces recuerda, pero recuerda bien. Porque la memoria también puede devorarte.

Hubo un silencio. Luego, sin pensar, sin planearlo, ella alzó el rostro. Él se inclinó. No fue un beso. No aún. Fue el roce de alientos que temen ser llama.

Y justo en ese instante, el Fragmento vibró.

Una sacudida de energía recorrió la torre. Una lámpara estalló. El aire se llenó de ceniza. Ambos se separaron, jadeando.

—Alguien lo ha tocado —dijo Théodore, con los ojos dilatados.

—¿El Fragmento?

—No. Otro fragmento.

Annabelle comprendió de inmediato. No estaba sola. Lo que habitaba dentro de ella no era único. Había otros. Y uno de ellos… había despertado.

Desde las profundidades de la noche, una campana sonó. Lenta. Grave. Como si anunciara la apertura de un sepulcro antiguo.

Desde las sombras del claustro, la Mentora observaba todo. No intervino. No aún. Sus dedos jugaban con una pluma negra.

—Así comienza —susurró—. El ciclo que no supimos evitar.

Y el viento arrastró su voz, como un eco que solo los Eternos sabrían oír.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play