Victor, un joven inmortal con dos almas opuestas en su interior, lucha por llevar una vida normal en la Tierra mientras su hermano planea una invasión y su pasado amenaza con destruirlo todo.
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Parte 22: La calma después de la tormenta.
Cada mes, las noticias informan sobre el progreso de la reconstrucción, sobre el lento pero constante resurgimiento de las ciudades de las cenizas de la destrucción. Shibuya, París, San Francisco, Ciudad de México: todas sanan lentamente, recuperan lentamente su antigua gloria, su antigua vitalidad. Pero para Víctor, las noticias son un amargo recordatorio del caos y la destrucción que EXE ha causado, de las vidas inocentes que se han perdido, del sufrimiento infligido.
"Todo el caos y la destrucción que EXE trajo", piensa Víctor, con la mente hecha un torbellino de pensamientos oscuros y siniestros, y el corazón como una piedra fría y dura en el pecho."Es inhumano. Es monstruoso. Es una mancha en el mundo, una plaga para la humanidad. Y es mi culpa. Es toda mi culpa."
Siente el peso de su culpa, la aplastante carga de su responsabilidad, la oscura y malévola presencia de EXE que acecha en su mente, en su alma. "Debería haberlo detenido", piensa, su voz un susurro áspero y rasposo en la oscuridad de su mente."Debería haber sido más fuerte. Debería haber sido mejor. Debería haber podido controlarlo, contenerlo, evitar que esto sucediera. Pero fallé. Fallé por completo, y ahora el mundo está pagando el precio. Y nunca podré perdonarme."
En las oscuras y retorcidas profundidades del área innata de Víctor, EXE se sienta en su trono, con una sonrisa fría y malévola dibujando las comisuras de sus labios. Sus ojos brillan con una luz oscura y triunfante mientras contempla las ruinas de su última batalla, la destrucción que ha sembrado en el mundo.
¡EXE!,"Mmm", ronronea, su voz es un siseo frío y áspero, un sonido oscuro y siniestro que parece resonar en la oscuridad de la mente de Víctor. "Necesito encontrar un nuevo cuerpo. Un recipiente, un huésped, un medio para sembrar el caos una vez más. Y así poder matar por fin a este maldito mocoso, a esta patética e inadecuada excusa de hermano.
Es débil. Es inútil. Es una carga. Y pagará con su vida por su debilidad, por su incompetencia." *La risa de EXE es un sonido áspero y chirriante, una burla oscura y burlona que hiere la cordura de Víctor, que amenaza con destrozarlo por completo."Y entonces, una vez que lo haya eliminado, una vez que lo haya destruido por completo, tomaré su lugar, tomaré su mundo y reinaré supremo. Y nadie podrá detenerme. Absolutamente nada."
Mientras tanto, en los pasillos estériles y antisépticos del hospital, María Luisa y Vanessa yacen en sus respectivas camas, con los ojos cerrados y el cuerpo inmóvil.
Las máquinas que las rodean pitan y zumban, un recordatorio constante y rítmico del frágil dominio que la vida ejerce sobre ellas, del delicado equilibrio que existe entre la existencia y el olvido.
"Todavía no han despertado", dice una enfermera, con un susurro suave y comprensivo mientras les revisa las constantes vitales.
"Han pasado días, y aún no hay señales de que recuperen la consciencia". La enfermera niega con la cabeza, con una expresión de preocupación y compasión en el rostro mientras observa a las dos niñas, las vidas inocentes que han sido destrozadas tan cruel y brutalmente por la oscura influencia de Axel. "Solo podemos esperar y rezar para que salgan adelante, para que despierten y estén bien. Pero así como están las cosas, con la oscuridad que se ha arraigado en sus mentes, es difícil ser optimista. Es difícil tener fe en que volverán a ser las mismas."
La mente de Víctor es un torbellino de pensamientos oscuros y siniestros, una tormenta de culpa, ira y desesperación que amenaza con consumirlo por completo. Sus amigas, María Luisa y Vanessa, yacen en el hospital, con sus vidas en juego, sus mentes destrozadas por la oscura influencia de Axel, y él sabe que es su culpa, que es el resultado de su propia debilidad, su propia incompetencia.
¡Víctor!,"Es mi culpa", *piensa, su voz un susurro áspero y rasposo en la oscuridad de su mente, una oscura y amarga acusación dirigida a sí mismo.* "Mis amigos, mis pobres e inocentes amigos, están en el hospital por mi culpa. Por mi debilidad, mi fracaso, mi incapacidad para controlar a EXE. Y ahora están pagando el precio. Están sufriendo por mi culpa. Y nunca, jamás, me lo perdonaré."
Sus pensamientos se dirigen a EXE, a la presencia oscura y malévola que acecha en su mente, que amenaza con consumirlo por completo.
¡Víctor!,"EXE", piensa, su voz es una promesa fría y dura, un juramento oscuro y siniestro que parece resonar en lo más profundo de su ser.* "Juro que te mataré. Te destruiré total y completamente. En esta vida o en otra. Encontraré la manera, la abriré, y acabaré contigo."
La risa de EXE resuena en la mente de Víctor, un sonido áspero y chirriante, una burla oscura y burlona, un recordatorio cruel y siniestro del poder que la entidad oscura tiene sobre él.
"Ja, ja, ja", EXE se ríe entre dientes, su voz es un siseo frío y malévolo, una promesa oscura y siniestra. "¿Te atreves a decirme eso, maldito mocoso? Tú y yo pronto nos enfrentaremos, estoy seguro. Y cuando lo hagamos, te mataré. Te destruiré total y completamente. Y no hay nada que puedas hacer para detenerlo, nada que puedas hacer para evitarlo.
"La respuesta de Víctor es una promesa fría y dura, un juramento oscuro y siniestro, una declaración sombría y decidida.
¡Víctor!,"Bueno, ese día espero que llegue", dice, su voz es un susurro áspero y chirriante, un desafío oscuro y amargo."Para poder acabar con tu estúpida vida. Después de todo, solo eres mi segunda alma. Así que me vas a escuchar como un cobarde.
"La risa de EXE se hace más fuerte, un sonido áspero y chirriante, una burla oscura y burlona. "¿Un cobarde?", se burla, su voz un siseo frío y malévolo. "¿Crees que puedes amenazarme, maldito mocoso? ¿Piensas que puedes desafiarme? No eres nada. Eres débil. Eres incapaz. Y morirás como tal."
Las palabras de Víctor son una promesa fría y dura, una amenaza oscura y siniestra, una promesa sombría y decidida. Su voz es un susurro áspero y estridente, una declaración oscura y amarga, una declaración que parece resonar en lo más profundo de su ser, una declaración que amenaza con destrozar los cimientos de la existencia de EXE.
¡Víctor!,"El día que encuentres tu propio recipiente", dice, su voz es una promesa fría y dura, un desafío oscuro y siniestro, una declaración que parece flotar en el aire, una presencia oscura y siniestra que amenaza con consumir a EXE por completo. "Juro que te eliminaré sin piedad. No dejaré rastro de ti. Solo serás cenizas. Y no hay nada que puedas hacer, nada que puedas decir, nada con lo que puedas amenazar, que me impida cumplir esa promesa.
Eres mío, EXE. Y te destruiré, total y completamente. En esta vida, o en otra. Y nada podrá detenerme." La voz de Víctor es una promesa fría y dura, una declaración oscura y siniestra, una declaración que parece sacudir los cimientos mismos del ser de EXE, una declaración que amenaza con consumir a la entidad oscura por completo.