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El Calabozo De Moff.

El Calabozo De Moff.

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Comedia / Ángeles / Mundo mágico / Mitos y leyendas / Fantasía LGBT
Popularitas:1.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Xie Lian.

BL.

⚠️ Para mayores de 18, la novela puede contener escenas no aptas para menores. ⚠️

Alfred es un hombre que se dedica a desmentir leyendas junto con su hermano. Toda su vida ha sido relativamente tranquila o así lo cree él, en realidad no tiene casi ningún recuerdo. Estos parecen estar tapados con una espesa niebla blanca.
Jamás sintió demasiada intriga sobre el por qué sus recuerdos habían desaparecido, hasta que una extraña leyenda llega a sus manos, de hecho, fue muy conveniente para poder solucionar también el desastre en el cual su hermano se había metido.

Esta leyenda trataba sobre un Ángel y ofrecía una muy buena recompensa, junto con su hermano se embarca en su nueva aventura, que sin que Alfred lo supiera, se convertirá en el camino para desenvolver su pasado y encontrar a alguien que lo ha estado esperando en secreto.

Pd: La imagen de la portada NO me pertenece.
Newt y Thomas son solo una representación.

NovelToon tiene autorización de Xie Lian. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22: La red.

Llegar a Arel les tomaría alrededor de medio mes, el país vecino estaba en el apogeo del invierno, por lo cual pararon ocasionalmente en la tarde para comprar ropa, por supuesto, Sea fue quien la compro. Ella era la única del equipo que tenía dinero, Alfred se sentía un poco avergonzado ante esto, pensando de todo corazón que le devolvería a Sea su dinero por el doble.

Estaba muy agradecido con ella, aunque tenía la sensación de que era odiado por la chica, pero aun así lo ayudaba. Sabía que era debido a Andy, la mujer aún conservaba la memoria de su hermano en su corazón, lo cual le impedía odiar al castaño por completo.

El chofer que tiraba del carro a caballos se llamaba Tob, él había estado dispuestos a llevarlos directamente a Arel, claramente Sea le pagaría bien. Se trataba de un hombre de mediana edad que vivía en el campo, pero venía a menudo a la ciudad para hacer recados o servir de chofer para llevar algún ingreso extra al hogar, cuando la chica le había solicitado su trabajo para que los llevara al país de mala muerte, estaba un poco dudoso, pero al oír su paga esas dudas se disiparon como niebla.

Alfred y Elast se dieron cuenta que era un tipo muy inteligente, charlaron con él por un rato, su hermano de vez en cuando soltaba alguna broma y Tob reía tomándose su mal carácter con humor.

— ¿En verdad has visto exorcistas antes?—, pregunto con curiosidad. El carruaje se mecía suavemente, Elast estaba a su lado. Mientras que Sea y Hugo conversaban de cosas ocasionales mientras miraban por la ventana hacía la noche estrellada, el camino tenía muy pocos baches y más adelante se veían las luces de un pueblo vecino en donde pararían para dormir.

—Sí, hace cuarenta años un demonio loco acechaba los cultivos en el campo de mi familia. El alimento que se sacaba de ahí no podía ser vendido a las personas porque se enfermarían al comerlo. Esto trajo días difíciles a la hacienda—, el tono del hombre era tranquilo mientras mantenía su vista al frente, las luces a la distancia se reflejaban en sus ojos. —Sin saber qué hacer, recurrí al Ministro de Hacienda, que en ese momento se encontraba en una conferencia en Eura, yendo hasta ahí gaste todos mis ahorros. Él me escucho y me llevo ante el Emperador de ese entonces, era un buen monarca. Me ayudo y contrato a un exorcista bastante conocido, Lixer Kiert. Él erradicó al demonio y desde entonces hemos vivido nuestros días en armonía en el campo.

— ¿Qué paso con ese tal Lixer?—, pregunto Elast.

—Desapareció, es extraño...

— ¿Qué quieres decir?

—Bueno, quizá solo sean suposiciones mías—, sonrió. Su rostro se contrajo y apretó los labios. —Cuando el Emperador falleció, él desapareció. Jamás volví a oír su nombre. Se estima que también puede estar muerto.

— ¿Cómo murió el Emperador?

—Tenía una enfermedad incurable, antes que me preguntes: No, no sé cuál es, esto se mantuvo en secreto entre él y los ministros de la corte. Después del luto de tres meses, su hijo mayor ascendió al trono.

—Sí, él actual Emperador es él—, dijo Alfred. — ¿Alguna vez lo viste?

—No, cuando fuí al palacio él apenas era un bebé, su hermano ni siquiera había nacido.

—Tengo entendido que su hermano es hijo de una concubina que fue favorecida por el ex Emperador.

—Sí, así es. Muchos creen que el Emperador lo detesta por esto, por esa razón el príncipe es muy inestable y vive causando problemas en Eura.

— ¿Qué clase de problemas?—, Alfred se acomodó, Elast se hizo a un lado para dejarle más lugar y ambos se sonrieron.

—A pesar de su corta edad suele frecuentar burdeles en busca de atención femenina—, el ceño de Alf se frunció. —Dicen que es debido a que creció lejos de su madre, ya que cuando el Emperador murió ella fue echada del palacio. La madre del joven príncipe ya era una mujer con edad, de hecho, ya había servido a varios Emperadores antes. Suena algo ridículo.

—Es curioso—, ¿una mujer que estuvo décadas en el palacio?, ¿siquiera es humana?

Tob asintió para continuar: —El príncipe suele escaparse del palacio para ver peleas callejeras, hasta ha llegado a participar en algunas. ¿Cómo se supone que el Emperador permita eso?, una vez lo encerró en una mazmorra ubicada en el palacio por un mes. Después de esto su hermano regreso diferente, más apegado a él.

—Eso es extraño.

—Demasiado, diría yo. Teniendo en cuenta que su hermano hecho a su madre tan pronto como lo dio a luz. Lo más extraño es que ahora el Emperador le asigna tareas al príncipe, y dicen que la mayoría son trabajos sucios. Pero, no se dejen llevar por los rumores. Aunque el Emperador sea el monarca bajo el cielo, aun es un niño. ¿Qué trabajos sucios podría mandar a hacer a su hermano menor?—, habló con un tono burlesco.

Elast y Alfred se miraron, este último comenzó a sentir un deje de desconfianza hacia este monarca benevolente. Todo era un poco extraño, ¿qué estaba sucediendo en el palacio? Este nuevo Emperador de seguro era conocedor de que ahí estaban las alas de un Ángel, ¿verdad?

— ¿Para qué quieren ir a Arel?—, preguntó cambiando de tema.

—Tenemos un par de asuntos pendientes—, comento Elast sin mucha importancia, debido a su tono Tob ya no hizo más preguntas, solo asintió y continúo en silencio.

Alfred giro la cabeza y observo la noche desde la ventana, el movimiento de mecerse del carro tirado a caballos estaba comenzando a darle un poco de sueño, por lo cual bostezo.

El asunto de este nuevo Emperador era raro, había dejado un sentimiento de preocupación en su corazón. El monarca fallecido tenía alrededor de unos veinticinco años de edad cuando ascendió al trono, él era apenas un niño en ese entonces, por lo cuál no tenía ningún recuerdo de esto. Luego, cuando ocurrió su fallecimiento, todo estuvo en paz. El velorio fue llevado a cabo en Eura, pero cualquier ciudadano podía ir a su palacio a dejar una ofrenda fuera.

Sabía que se estaban sumergiendo en aguas turbias, por el momento estas mismas no les habían llegado a las rodillas. ¿Pero cuanto más se hundirían?

Comenzó a cabecear mientras su mente generaba los escenarios más absurdos posibles, cerró los ojos y cuando los volvió a abrir una mano cálida acariciaba su cabello. Se tensó al notar que estaba recostado contra Elast, su propia cabeza descansaba en el hombro del Ángel.

—Alfred, despierta, ya llegamos.

¿Se había dormido?

—Ya desperté—, se enderezó, pero un hilo traslucido de baba aun lo unía a Elast, su rostro se puso rojo de vergüenza y con la manga de su campera limpio la saliva en el hombro del otro. —Lo siento.

—Estabas cansado, parecías un bebé durmiendo y babeándome.

¿Se supone que eso era un halago?

—Ni lo menciones...

Con temor a perder más cara ante el Ángel, se puso de pie y se bajó rápidamente, el fresco viento de la noche golpeo su rostro disipando el calor que sentía en él. Hugo también se había bajado recién, había visto la interacción de los dos con el ceño fruncido, ya en tierra se acercó a su hermano.

— ¿Estás cansado?, después de todo nadie pudo descansar.

Su tono había sido inusualmente suave, Alfred lo miro con preocupación y levanto su mano para tocar la frente de Hugo, este lo miro, desconcertado.

— ¿Te sientes mal en alguna parte?—, normalmente su hermano menor no solía hacerle esas clases de preguntas, por lo cual, naturalmente, no pudo evitar preocuparse.

Hugo tomo su mano y la bajo diciendo: —Estoy bien, tú eres el que actúa extraño—, miro hacia el carruaje en donde Elast se estaba bajando después de agradecerle al chofer, el cual le sonrió y se marchó, él descansaría en otro lugar para poder dejar momentáneamente los caballos en un establo hasta mañana en la mañana. —Desde que estas con él no se despega de ti y tú tampoco te despegas de él—. Con sus suspiro de le dio la espalda a Alfred y este lo miro con confusión.

¿Qué estaba pasando?, ¿por qué sentía que su hermano lo estaba reprochando por descuidarlo?, ¿ya no ambos eran adultos?

— ¿Qué le pasa?

—Ha de tener hambre, cuando la tiene es insoportable.

Elast le dio unas palmaditas en el hombro mientras lo guiaba hacía la posada en la cual se quedarían, el brillo de las estrellas le daba a su piel un toque pálido y frío, pero inusualmente sus ojos verdes eran cálidos. Su cabello parecía de plata, a Alfred se le hacía muy bonito como dependiendo de la luz este era rubio o plateado.

Elast encontró a Alfred mirándolo, sus miradas se sostuvieron por un tiempo hasta que el castañeo desvió los ojos al suelo, en la comisuras de la boca del Ángel se formó una tierna sonrisa.

Nada había cambiado.

La posada era parecida a Kerba, a diferencia de que no tenía nada tallado ni lámparas de aceite en la entrada. Dentro todo estaba muy animado, las personas reían y charlaban mientras comían o bebían, lo primero que hizo Sea fue a preguntar por las habitaciones, para su sorpresa solo quedaban dos disponibles.

—Me quedaré con Alfred—, dijo Hugo y se posiciono junto a su hermano.

Elast abrió la boca para protestar, solo para ser interrumpido por Sea, quién acepto.

—Vayamos a comer algo primero—, la mujer miro a su alrededor encontrando una mesa vacía en la esquina y los cuatro fueron hasta allí. Hugo no se separó de Alfred, por lo cual Elast se tuvo que sentar junto a Sea, así quedando cara a cara ante este humano desagradable.

Estaba verdaderamente molesto de que estuvieran ocupando su lugar.

Un chico se hizo paso entre la multitud con una libreta y un lápiz en las manos, iba vestido con ropas azules y un delantal negro, su cabello corto estaba atado en una coleta hacia atrás, dejando ver un gran lunar en su mejilla.

—Buenas noches, ¿gustan el menú especial de hoy?, consiste en dos platos de sopa y bollos al vapor, junto con una guarnición de pollo en salsa picante—, su voz era firme y clara.

—Traiga eso y cuatro tazones de fideos—, ordeno Sea. El joven apunto y con una reverencia se marchó.

La comida no se tardó mucho en llegar, Alfred primero ataco el tazón con fideos, sabían realmente bien, eran suaves y fáciles de masticar. Además dejaban un leve picor en la lengua.

—Después de cenar asegúrense de descansar—, dijo Sea. —Mañana partiremos a primera hora.

Alfred asintió mientras que de reojo miro la mesa que estaba a su lado, habían tres jóvenes charlando con entusiasmo en el dialecto de Layare, pero de repente uno bajo la voz: —Escuche que le tenderán una emboscada al joven príncipe. Ya ha dejado Arel y se dirige a la capital, al parecer quiere tener una charla con el Rey Edgar, pero nunca llegará.

¿Estás personas eran extranjeras?

Alfred instintivamente dejo de comer y se puso de pie, acercándose a la mesa bajo la atenta mirada de sus amigos.

— ¿El Príncipe está en peligro?—, los muchachos se sobresaltaron cuando escucharon a Alfred hablar detrás de ellos. — ¿Podrían decirme donde escucharon eso?

—No es tú asunto, piérdete.

— ¿No? Oh, sería una pena que al Príncipe le sucediera algo malo y se filtre que tres personas en este pueblo ya sabían lo que sucedería y no fueron capaz de mandar un mensaje a la corte imperial, ¿verdad? Me pregunto cuál sería el castigo para estos pobres seres.

Los jóvenes palidecieron y se miraron entre sí, Alfred les sonrió levemente.

—Lo escuche casualmente cuando salía de casa—, hablo un joven de aspecto humilde. Alfred comprendió que quizá habían emigrado de Layare a Moet —Estaban diciendo que al pasar por este pueblo el Príncipe sería secuestrado y pedirían una gran cantidad de dinero a la corte.

Era lo más estúpido que había escuchado, ¿pedirle dinero a la corte?, ¿se creían que el Emperador no mandaría a guardias de elite para que encontraran a su hermano?

— ¿Saben el por qué ira a ver al Rey?

El chico negó.

—El Rey ha estado enfermo últimamente, tanto que ha descuidado al país. Quizá el Emperador quiera reemplazarlo con su joven hermano.

Alfred volteo su cabeza hacia la mesa de sus compañeros, Elast le devolvió la mirada, estaba atento. Parecía que incluso podía escuchar lo que decían los muchachos.

¿Ascender a su hermano como Rey en Moet no lo quitaría por completo de Eura?, ¿el Emperador quería alejarlo del trono?, ¿o en verdad sus verdaderas intenciones eran que Moet tuviera un regente sano?

— ¿Este pueblo es muy grande?

—No, de hecho es uno de los pueblos más pequeños y humildes de Moet.

—Ya veo, agradezco la información—, se despidió y volvió a su mesa, le conto a Sea, Hugo y Elast lo que los jóvenes le habían dicho, cada uno tenía una expresión pensativa.

—Tenemos que hacer algo.

— ¿Por qué?, que el Emperador se encargue de su hermano.

—Sea, esto podría traernos beneficios si llega a ser real—, hablo Alfred. A pesar de que solo era un rumor sin ninguna base concisa podrían intentarlo. —Velo así, si al salvar a su hermano el Emperador nos convoca al palacio...

—Ya no sería un obstáculo ver como entrar—, concluyo Sea. —Maldición, yo quería dormir. Además todo esto es muy sospechoso.

—Lo sé.

¿Sería una coincidencia que justo cuando ellos arribaron a este pueblo el joven Príncipe estuviera en peligro?

—Maldición, estamos cayendo en una maldita red.

El corazón de Alfred inmediatamente se encogió.

1
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈
Elast y Alfred logran interponerse en el camino del Príncipe y así evitar que este fuera a un destino atroz.
¿Esto solo logro facilitar o dificultar más las cosas?
¡Te invito a seguir leyendo para descubrirlo! 💗
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈
Finalmente Elast y Alfred se embarcaron en la verdadera aventura. ¿Sus lazos se fortalecerán o se volverán aún más flojos?
¡Te invito a leer para descubrirlo!
Annx
Me encanta me está cautivando mucho está historia🥰
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈
Alfred está a nada de encontrarse con el amor de su vida, aunque nada asegura que después de eso las cosas sean más fáciles. 🕺
🥦🐞chatbug💥🐈‍⬛
amooo hermoso
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈: Muchas gracias. 💗
total 1 replies
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