La dinastía Dickens ha estado viviendo con una maldición de procrear un solo heredero, pero no de cualquier persona. El final del hilo rojo de cada heredero de esta familia está conectada a alguien especial, que es destinada por los cielos, no importan los años que pasen, las situaciones en las que están, estás parejas se encontraran sin importar como. ¿Christopher será la clave para acabar con esta maldición que han tenido por casi 200 años? O ¿Sera el final de esta familia y su descendencia?
El hilo rojo conecta a todos aquellos que están destinados a estar juntos sin importar las circunstancias.
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Competencias empresariales
“De nosotros los únicos que tienen pareja son tú y Liam. Sabes que los compromisos no son para mí” respondió Harry con sinceridad, reflejando su postura sobre las relaciones serias.
“¿En serio?” preguntó Sasha, dirigiéndose a Liam.
“Sí, es una hermosa chica que robó mi corazón desde la primera vez que la vi” dijo Liam con una sonrisa, expresando sus sentimientos con calidez.
“Me alegro, mucho” respondió Sasha, mostrando su felicidad por su amigo.
“Y tú, Chris, ¿cómo vas con tu hilo del destino? ¿Aún no la has encontrado?” preguntó Sasha con curiosidad.
“No, pero de que no pierde el tiempo, no lo pierde” respondía Liam con una sonrisa, como si le hubieran preguntado a él.
“Oye, tampoco soy un casanova, como alguien” contradijo, interviniendo con humor.
“Oye, ¿qué quieres decir con eso? Estamos parejos, aparte ya no tengo tanto tiempo libre como antes” añadió Harry, juguetonamente, provocando risas entre todos.
“Vaya, hasta que te dignas llegar, pensé que no vendrías” dice Harry al escuchar abrirse la puerta y ver entrar a Jackson unos segundos después.
“¿Cómo lo supiste? ¿Qué tal y era uno de los empleados?” pregunta Liam con curiosidad mientras lo observaba.
“Escuché unos pasos y por su forma de caminar deduje que era Jackson” responde Harry, con una sonrisa de complicidad.
“Wow, eres asombroso, tienes oídos de gavilán” dice Liam, impresionado.
“Así no es” respondo rápidamente, atrayendo las miradas curiosas del grupo.
“¿Qué cosa?” pregunta Liam, confundido por mi respuesta.
“El tráfico es un gran problema cuando tienes prisa “explica Jackson con una sonrisa, uniéndose a la conversación mientras se acerca a la mesa.
Cuando las miradas de Sasha y Jackson se cruzaron, un silencio incómodo se instaló entre ellos, palpable para todos en la mesa. Intentando desviar la atención hacia un tema más ligero, Liam rompió el hielo:
“He escuchado que formas parte de una organización de beneficencia en África “dijo Liam, tratando de reconectar con Sasha.
Sasha asintió, reconociendo el cambio de tema con gratitud.
“Sí, decidí estudiar medicina y durante mi año de servicio encontré una oportunidad en África. La amabilidad de las personas y la gratitud de los niños me motivaron a quedarme y continuar ayudando” explicó Sasha, con una mezcla de orgullo y humildad.
Liam sonrió sinceramente. “Eres la mejor, Sashi. Es admirable lo que estás haciendo por allá.”
Los cinco éramos muy unidos, pero entre Sasha y Liam había vínculo casi fraternal. Sasha, siendo hija única, había perdido a su hermano mayor al nacer, lo que la llevó a sentirse especialmente cercana a Liam, quien también había experimentado pérdidas significativas en su vida. Pero siempre se vieron como hermanos.
La relación entre Jackson y Sasha comenzó justo cuando estábamos por terminar la preparatoria. A pesar de su conexión profunda, sus familias se opusieron firmemente.
El padre de Sasha, es conocido por su temperamento arrogante y narcisista, y el padre de Jackson, igualmente firme en sus convicciones, no estaban dispuestos a permitir una relación que pudiera entrelazar sus negocios de manera incómoda.
La competencia entre las empresas de sus familias, Payne Company y Driven Company, había alcanzado un punto crítico con un acuerdo importante con una compañía alemana, el cual Payne Company ganó.
Este triunfo lastimó profundamente el orgullo del padre de Sasha, quien decidió mudarse al extranjero para evitar enfrentarse diariamente con los Payne.
Recuerdo aquel día en casa de Sasha, cuando estábamos trabajando en un proyecto escolar. Sasha y Jackson siempre encontraban maneras de estar juntos, pero su relación era como una llama que ardía bajo el agua: intensa pero condenada por las circunstancias externas.
El momento decisivo llegó cuando el padre de Sasha los sorprendió besándose. Tomó a Sasha del brazo con una firmeza que denotaba su decepción y, justo en ese instante, aparecieron los Payne. La discusión que siguió fue acalorada y finalmente el padre de Sasha declaró su deseo de que su hija no se mezclara con la competencia.
Jackson intentó buscar a Sasha después de ese episodio, pero fue en vano. El abrupto traslado de Sasha al extranjero rompió nuestro círculo tan unido y dejó a todos nosotros con un vacío que no pudimos llenar.
La vida continuó para cada uno de nosotros, pero aquel evento marcó un antes y un después en nuestra relación.
La distancia geográfica y emocional se convirtió en una barrera insuperable durante años. Sin embargo, el regreso de Sasha para anunciar su matrimonio nos brindaba la oportunidad de reunirnos nuevamente, pero de forma distinta, la cicatriz seguirá estando en el corazón de Jackson.
“El septiembre que viene me caso. Ustedes son muy importantes para mí y quiero que me acompañen en un día tan importante para mí” anuncio Sasha con una sonrisa que apenas podía contener su emoción.
Harry asintió con una sonrisa de complicidad, expresando su alegría por Sasha y su próximo compromiso. Liam, siempre atento y reflexivo, miraba a Sasha con admiración, Jackson, por su parte, mantuvo la compostura, pero sus ojos revelaban un destello de nostalgia mezclado con felicidad por con Sasha, después de tanto tiempo.
“¡Claro que estaremos allí!” exclamé finalmente. “Será un honor para todos nosotros acompañarte en este día tan especial, Sasha.”
Esa noche, mientras compartíamos risas y recuerdos, sentíamos cómo el peso del pasado se disipaba ante la promesa de un futuro compartido.
Desde el atentado hacia el avión, he estado muy ocupado que casi no voy a casa y he visto a mi familia muy poco, y cuando finalmente tenía más tiempo, solo vi a mi madre y despedirse.
“Hijo, voy a viajar a México para ayudar con los arreglos de la boda de Sasha, así que no me verás por unos meses” me dijo con una sonrisa entusiasta.
“Cuídate mucho, y estaré allí para el gran día” respondí.
Para distraerme, decidí asistir a un evento de música clásica esa misma noche. Siempre he amado la música clásica y las voces de los sopranos me fascinan. Sin embargo, esta vez mi atención se desvió hacia un aroma particular que llenaba la sala. La dueña del perfume que había estado buscando se encontraba entre los asistentes.
Cuando finalizó el espectáculo, accidentalmente choqué con una chica extraordinariamente atractiva, y noté que el aroma envolvente provenía de ella.
“Qué extraño, mandé comprar los derechos para que nadie más usara esta fragancia, a menos que Josh desobedeciera mis órdenes” pensé para mí mismo, intrigado por la presencia del aroma que creía exclusivo.
Observando a la chica que se alejaba entre la multitud, pero despues noté una figura que recordaba a alguien que conocía. Me acerqué a ella y la tomé del brazo con firmeza.
“Vaya, pensé que nunca te volvería a ver. Eres tan insolente como atrevida” le dije con cierta hostilidad, pero con ¿felicidad?
“¿Disculpe?” respondió la chica, claramente confundida por mi comportamiento.
“Lo siento, te confundí con otra persona” me excusé, reconociendo mi error abrupto.
“Tu forma de hablar sugiere que no la aprecias mucho” observó ella, intentando entender mi actitud.
“Tengo algunos asuntos pendientes con ella” contesté de manera evasiva, sintiendo la necesidad de no revelar demasiado sobre mis negocios personales.
“Liz, te he estado buscando, es tu turno” dijo un chico de repente, interrumpiendo nuestro breve encuentro.
“Permiso, caballero” respondió la chica con cortesía, y en cuestión de segundos, apareció en el escenario.
Primero tocó el piano con gracia, luego el chelo con una destreza impresionante, y finalmente el violín con una habilidad que dejó a la audiencia maravillada.
“¡No toca nada mal!” pensé para mis adentros, impresionado por su talento multifacético y sintiéndome atraído por la combinación de belleza y habilidad que Liz demostraba sin esfuerzo alguno.
Cuando Liz terminó su presentación en el teatro, me invitó a tomar unos tragos, y siendo una mujer tan atractiva, no pude resistirme. Durante nuestra conversación, descubrimos que compartíamos el mismo gusto por la música clásica, y me sorprendió aún más saber que ella tocaba varios instrumentos que me encantan: el violín, el piano, el chelo, la guitarra y la batería, de los cuales solo toco el piano.
Con el tiempo, nos volvimos más cercanos, y Liz me invitaba regularmente a verla actuar en el teatro. Los meses pasaron rápidamente, y ahora faltaba solo una semana para la boda de Sasha.