15 años después la profecía sobre las hijas del caos se hace realidad tres princesas destinadas a traer el caos, tendrán que afrontar su destino, pero en el camino el amor se vuelve y la guerra se unen, y aunque la meta es la paz, su destino se interpone
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me reconoces leoncita
Ráela se encontraba en su habitación mirando unos telas sobre su próxima boda ya que seria por todo lo alto, sus doncellas miraban diseños de joyas _ princesa creo que deberíamos repartir unas monedas para las personas haci terndra muchas bendiciones para su boda
Ráela_ tienes razón es una buena idea lo haremos ahora mismo, hay que ir
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Mientras que en las calles del gran mercado de zahora un hombre caminaba su nombre era Taled, que había decidió antes de pedir una audiencia con el emperador Alexander, primero recorrer el lugar_ mi señor esto es enorme no cabe duda que zahora es grande
Taled_ así es, y si la princesa Rania se casa, con el emperador Sander esto será una mas grande, y si logramos negociar con ellos, tendremos un gran aleado
_ acabo de escuchar que una de las princesas se casara, con un duque, dicen que se hizo un torneo donde participaron muchos nobles, incluido algunos príncipes y el duque fue quien gano, duro un mes el torneo
Taled_ como era de esperarse, es una princesa imperial
_ quien se casa es la una de las trillizas le llaman el sol del imperio
Taled_ entonces debemos llevar un hermoso regalo para la princesa a parte de los que llevamos para el emperador
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En otro lado del mercado con una capucha Ráela se encontraba paciendo con una de sus damas, _ las chicas fueron a los orfanatos a dejar las monedas en su nombre, a los asilos y los demás lugares
ráela_ muy bien, me parece genial, quiero que todos me den sus bendiciones, quiero que vayas a los locales con comida y dales monedas diles a los dueños que les compraras diferentes platillos para que se los repartan a los demás, en mi nombre que es un regalo de mi parte por mi boda
y luego ve a las dulcerías y haz lo mismo compra todos los dulces y que se los repartan a los niños, en mi nombre
_ claro princesa, pero no trajimos guardias, no quiero dejarla sola
Ráela_ tranquila estaré bien, me encontraras en el mercado de las joyas
_ como diga princesa
Ráela se dirigió al mercado de telas y joyas, aunque ella tenía cientos de joyas, siempre compraba en el mercado, eran joyas lindas y también ayudaba a los pequeños artesanos, se acerco a un puesto donde estaba una señora ya mayor se acercó a ella además de la capucha Ráela, llevaba un pequeño mando que cubría la mayor parte de su rostro, _ señora cuando cuestan sus joyas
_ un talento mi señora
Raela_ cuantas joyas tiene
_ 50 mi señora
Raela_ muy bien le daré 100 talentos y repártala sus joyas las jóvenes, tómelo como un regalo de la princesa Raela que espera bendiciones por su boda
_ que la princesa sea bendecida amada por su esposa y tenga muchos hijos, pero son cien monedas, pero solo tengo cincuenta joyas
Raela_ las otras 50 son una ganancia extra para usted
_ muchas gracias, dijo la mujer con alegría
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Taled seguía por el mercado pero de pronto sintió un olor particular fue siguiendo ese olor y miro una figura con capucha se fue acercando a ella
Ráela que estaba, caminando cuando iba por un callejo alguien la jalo por la cintura al cuando estaba apunto de sacar sus garras se quedo paralizada cuando miro al hombre, que la había inmovilizado en la pared
El hombre le quito el pequeño velo que cubría la mitad se su rostro _ o mira eres tu leoncita
Ráela estaba pasmada, era el ese hombre que había visto en el burdel, el hombre que había visto inconsciente, era el _ tuu, tu eres tu
Taleb_ me reconoces leoncita
Ráela déjame dijo con su voz temblando su cuerpo temblaba
Taled_ leoncita no esperaba encontrarte aquí
Ráela le dio un pequeño empujón aléjate de mi dijo queriendo irse
Taled la miro con intensidad y saco un mechón de su cabello acariciándolo con sus manos, leoncita vendrás conmigo no voy a dejarte ir, Ráela no entendía nada, pero sintió un ligero punzón cuando miro su cintura vio que el tenia algo como una aguja, todo se desvaneció frente a ella y cómodamente tomo a ráela entre sus brazos cuando su hombre de confianza llego
_ señor quien es ella
Taled una leoncita que me llevare conmigo tu encárgate del emperador dijo con una sonrisa
Me gustó éste capítulo