Aprendiendo A Amar Segunda Parte

Narra Tessa

Veo a Vi jugar con Sifone y Medusa mientras suelto mi toalla para acomodarme y tener mejor vista de mi pequeña, pero la presencia que siento en mi espalda me acalora

− Malditos traicioneros – es la voz de Dominic en mi espalda, de modo que me volteo instantáneamente, viéndolo con su traje hecho a la medida, que le entalla ese escultural y magnifico cuerpo que me hace acalorar

− ¿Señor desea que los mande a encerrar? – le pregunta Baker que está a su lado y yo ni lo había visto porque mi enfoque estaba en el espejismo y dueño de mi ardor

− ¡Ya! – le ordena a Baker como si la pregunta sobrara

− Si lo haces yo mismo te corto las bolas Baker – le ordeno y deja de caminar y mira a Dominic, quien me repara de arriba abajo en mi pequeño bikini de dos piezas, intenta disimular su voraz mirada y voltea para huir, pero lo sigo hasta que llego a la oficina detrás de el

− ¡Largo! – me echa sin mirarme siquiera

− ¡Sal! – le ordeno a Baker

− No le decía a él, te lo decía a ti – esta vez levanta su mirada con gesto dominante, pero eso me vale mierd4 y le da a Baker una mirada de asentimiento para que salga

− ¿Por qué eres tan cretino? No has podido madurar en todos estos años – le reprocho

− No me gusta que lo que es mío me traicione y si me toca pues he de matarlos, esos animales son míos y no me gusta que esa niña los esté utilizando con si fueran de ella – responde con ira como si fuera un niño malcriado

− ¡ja! Que ridículo eres, te estas poniendo al nivel de un niño a quien le quitan un juguete, te ves patético Dominic Devil, pero déjame decirte; no, mejor te advierto, si tocas esos animales, créeme cuando te afirmo que yo misma te corto los huevos – esa amenaza va tan llena de ira, que no me medí al punto de sentir su entrepierna en mis manos para reafirmarle el lugar con que acabaría ¿¡en que puto momento hice eso!? mi subconsciente fallo y no planee mis acciones, pero estoy a tan solo centímetros de su boca y el solo me da una mirada asesina. Intento apartarme para salir, pero sentir el crecimiento de su amigo en mi mano, me hace prender, así que intento alejar mi mano de aquel toque, pero el me lo impide y aprisiona mi mano con la suya obligándome a sentir lo duro que esta, siento que el oxígeno se acaba y que un calor intenso se cuela por algún orificio, porque su jodida respiración se va acercando a la mía, y su otra mano toca el cabello que reposa en mi hombro y lo aparta a mi espalda y deja a la vista mi piel expuesta por el pequeño bikini, dejo de pensar, no razono, a mi mente solo viene el recuerdo de su increíble y demoniaca forma de amar. La mano que yacía en mi hombro ahora sube por mi cuello y se posa en mi rostro, me toma con fuerza y pasa su lengua por mis labios entreabiertos, dejo de respirar y mi mente se nubla he inconscientemente poso mi libre por la pretina de su pantalón entallado obligándolo a acercarse más. Corto los milímetros que separaban nuestra boca y lo beso, pero no es cualquier beso, es uno lleno de lascivia y lujuria, quiero que profane mi boca y me devore, y él lo entiende, porque es rudo, suelta la mano que tenía sobre la mía en su entrepierna y la lleva a mi trasero expuesto y lo palmea con fuerza, mi piel arde, pero no de dolor, sino de placer, ¡joder! Esto me enciende, se devora mi boca y muerde mis labios, intento zafar su correa y meter mi mano en su gran f4lo, el cual está palpitando, con su pantaloncillo apretando mi mano y mis dedos empuñando su amigo lo siento arder en mi al sentir su liquido pres3minal sobre mi piel, mientras el baja su mano a mis pechos expuestos e intenta llevarse una a su ansiosa boca.

− ¿Dominic, estas ahí? – es la voz de Vera, caemos en cuenta de lo que estamos haciendo y él se aparta con brusquedad, acomoda su pantalón y yo instintivamente llevo la mano que tenía en su poll4 a mi boca saboreando lo que tanto he anhelado, el solo me observa, no dice nada, pero el brillo de sus ojos me hace ver lo urgido que esta. Abro la puerta, la cual no sabíamos que tenía seguro

− ¿Por qué tenía seguro? – habla Vera al notar el color enrojecido de mi rostro y mis labios hinchados, sin contar el traje de baño

− Solo hablábamos – respondo con sarcasmo – espero que te haya quedado claro señor Devil – le digo tajante

Salgo de ahí y le agradezco a Baker, no sé porque demonios cerró la puerta con seguro, pero ese solo hecho desato en mi algo que creí muerto, camino temblando y sin reconocerme, me siento como si hubiese estado poseída por el demonio de la lujuria, nada me importo, solo quería que me poseyera como diablo, como solo él sabe hacerlo, llego a la piscina y ya vi está esperándome. Antes de ir donde ella, me meto a la zona de duchas para bajar mi temperatura.

Paso parte de la mañana y la tarde jugando con mi hija y enseñándole a nadar, pero ella insiste en que le da miedo y solo le gusta estar pegada a mí, ya que esta piscina no tiene espacio para niños.

− ¿Mami, a el señor Gruñón no le agrado? – dice con tristeza

− Es un ogro amor, no le prestes atención – le respondo al tiempo que acaricio su cabello

− ¿mi papi es así de bonito? – pregunta ella y no sé qué decirle

− No amor, el señor gruñón es el hombre más hermoso que existe, no he conocido a ninguno como el – respondo mientras lo recuerdo y evoco la escena de hace unas horas

− Ni siquiera mi papá– pregunta

− Ni siquiera el – respondo

− Porque nunca me hablas de el – indaga

− En su momento lo haremos – intento evadir la conversación

Entramos a la casa y subimos a la habitación para bañarnos. El resto de la tarde me dedico a estudiar con mi pequeña y dejo mi trabajo para la noche.

− Señora, la solicitan en el comedor – comenta uno de los empleados, alisto a Vi y bajamos juntas, veo a toda la familia de carroñeros como le dice Dominic a los padres y la hermana de Joel

− Con que esta pequeña es mi nieta – comenta Arlo sin acercarse a mi hija

− No se parece a Joel – comenta Lucia

− Se parece a los Devil, tiene los ojos de su abuelo – comenta Vera callando a todos

− Pero debería haber sacado al menos el cabello rubio del padre, o su mentón, porque tiene que sacar tanto de ese apellido maldito – comenta la madre de Joel

− Señora, bien puede largarse de mi propiedad ya que mi apellido es tan maldito – espeta Dominic – no se le olvide que la mocosa debe llevar el apellido

− ¡no tengo mocos! – grita mi pequeña desencajando a todos menos a Dominic que solo la observa

− ¡ya, basta! – ordena Vera

− ¿tú qué? Ya te crees la dueña y señora de esta casa solo porque te vas a casar con este engendro, recuerda que Bruno nos dio autoridad de vivir aquí, así que cierra la boca – espeta Arlo y es la única cosa buena que me agrada que diga

− ¿tú has sabido algo de mi hijo? – pregunta la madre de Joel con lágrimas en sus ojos, mientras Vera y Dominic se dan una mirada

− No, y tampoco me interesa – respondo furiosa

− ¿Cómo dices eso? Esa niña es su hija y gracias a mi hijo será la niña más rica del país – dice como si le debería agradecer a Joel el mal que me hizo

− Es mejor que se calle señora – espeto molesta

− Mandare a organizar las cosas en sus habitaciones – dice Vera empoderada de su papel de esposa Devil

− No se quedarán acá – suelta Dominic

− ¿Qué? Pero… – intenta hablar Arlo, pero Dominic interrumpe

− La niña aun no es dueña de nada, por ende, esta es mi puta propiedad, así que pueden irse a la mismísima mierda – responde Dominic

− Pero Dom, tu abuelo no les ha prohibido la entrada – expresa Vera

− ¿Y? si no te gusta puedes largarte con ellos – la encara y el rostro se le pone rojo de la ira

− Nos iremos al hotel y esperaremos que Bruno despierte y te ponga en tu lugar, maldito ególatra – amenaza Arlo, que se levanta furioso y tras él se van su esposa y su hija.

− ¡Dominic! – reclama Vera

− ¡No Jodas! – responde Dom furioso y se levanta para irse con Vera detrás

− Mami, no me gustan esos señores – dice Vi refiriéndose a sus abuelos

− A mí tampoco cariño – respondo

− ¿Cuándo vendrán mis abuelos? – pregunta con nostalgia

− No lo sé cariño, por el momento solo seremos tú y yo – respondo acariciando su rostro

− Y el señor gruñón – responde ella hablado de Dominic

− ¿te agrada? – le pregunto

− Eso creo – responde con su dulce voz

− El señor gruñón puede ser muy frio, pero en el fonde es como un niño asustadizo – le recalco y ella sonríe

− El y el abuelo Bruno sufren pesadillas como yo, ¿puedes ayudarles? – inquiere mi pequeña, lo que me hace recordar todas las noches que pasaba acariciando su hermoso cabello y reparando su perfecto y sensual rostro.

− No lo creo amor – le respondo

Nota de autor:

Saludos y abrazos para tod@s, intente subir el mayor numero de capítulos posibles ya que tengo un problema con mi computador, así que les voy a pedir paciencia.

También quiero explicar un poco como es mi forma de trabajar y porque hay errores ortográficos: yo inicio con una idea que me llena de euforia, luego comienzo a materializarla en escritos rápidos para que no se pierda el hilo y la imaginación del momento, por ende todo queda mal redactado y mal escrito, no lo corrijo inmediatamente porque pierdo la inspiración. Luego, cuando ya esta todo casi listo comienzo a subir a la aplicación, ya que los comentarios me motivan a darle el final a mis historias, por ende al subir comienzo a revisar, pero en ocasiones soy tan acelerada que se me pasan palabras, puntos o letras, así que les pido disculpas y comprensión.

También les cuento que solo hasta el martes podre volver a subir mas capítulos, ya que mi computador esta malo y lo tengo que llevar a reparación.

Saludos y bendiciones a todos

Le dejo unas foticos

Joel

Bruno

Arlo