Cómo Agua Entre Los Dedos

Santiago pasó el resto de la semana Pendiente de la existencia de Penny su ego de macho estaba herido por la advertencia de su hermano menor, pues era inusual que él luchará por una chica y mucho menos con su hermano, lo peor es que ella se rehusaba a tener una conversación más allá de dos minutos era muy fría y sobre todo esquivaba sus saludos cada vez que lo veía y eso estaba comenzando a enfurecerlo. Hasta que un día recibió la visita de sus amigos y compañeros de banda, quienes estaban preocupados por su amigo ante tal cambio de humor y su afán por regresar a casa.

— Por fin abres la puerta. Estamos aquí para averiguar lo que te pasa, bro.

— No pasa nada, Roco.

— Claro que pasa, tienes cambios de humor drásticos y apenas terminamos el toque, enseguida quieres regresar a casa.

—Eso es algo que no les incumbe. Así que regresen de una vez.

— Es una mujer, ¿verdad?.

— Ya cállate, Roco.

— Además, hay algo peor que eso, la presentación en el coliseo fue cancelada sin motivo.

— ¿De qué hablas? Eso es muy importante, eso nos ayudaría para conseguir contactos.

— A última hora lo cancelaron, además fuimos reemplazados por otra banda.

Santiago sabía de quién era obra dicha situación, su padre había comenzado a mover sus fichas y a hacer realidad sus amenazas.

— Esto lo arreglo más tarde, no se preocupen.

— Bro, acaso eso se puede arreglar.

— Claro, debo salir de inmediato.

El grupo de hombres bajaron juntos hasta el estacionamiento en dónde Santiago se encontró con Miguel Ángel, de inmediato él reaccionó gritándole con mucha ira.

—¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ?.

— Eso ya lo respondí. Así que cállate.

— Vas a dañar nuestra relación por esa fea mujer.

— Santiago lo dejaré pasar, pero guarda tus insultos y respétala, de lo contrario tendré que golpearte.

— En serio, a ella la Vi primero.

— Y eso que, acaso, eres un buen tipo. Todos sabemos que estás dolido por qué te rechazo. Así que sigue tu camino.

— Te dije que no volvieras.

— por qué debo repetir dos veces lo mismo, vendré hasta conseguir su cariño y amor. No me importa si te gusta o no.

Sus amigos veían la escena atónitos debido a que era primera vez que veían al hermano de Santiago y también por el hecho de estar discutiendo por una mujer. Roco lo retuvo cuando su amigo intento lanzarse en contra de ese enorme hombre.

— Bro, tú no eres así, cálmate.

— Suéltame, y es tiempo que le enseñe a obedecer a sus mayores

— Eso quiero verlo, Santiago. Suéltalo, vamos a ver si ya aprendió a golpear.

—Oye, deja de incitarlo, vas a hacer que se haga daño.

— Crees que no puedo con Goliat, ese maldito anormal debe probar mis puños.

Sin más, Miguel siguió su camino ignorando a su iracundo hermano mayor, estaba decidido a conocer a Penny y en futuro hacerla su esposa.

En cuanto a Penny seguía organizando sus cosas hasta el punto que iba a trabajar con mucho entusiasmo después de esa cena con yassir a cada rato miraba su teléfono esperando recibir la llamada que daría vida a sus historias. Mientras hacía sus quehaceres tocaron la puerta, lo cual la sorprendió, debido a que muy pocas personas sabían el lugar donde vivía. Abrió la puerta y sonrió al ver esos ojos hermosos.

—Mi… Miguel, ¿qué haces aquí?.

— Buenas tardes, perdón por presentarme así, es que quería invitarte a salir.

—¡Cómo!.

— Perdón por ser tan directo. Es que siento que podemos llevarnos muy bien.

— Lo mismo pienso.

Penny tenía las orejas calientes, ese hombre la hacía temblar como una hoja desde que lo vio no dejo de pensar en él hasta el punto de que se vio tentada a preguntarle a Santiago por él.