Lucía había enterrado su pasado para comenzar una nueva vida, pero las malas costumbres siempre se quedan. Charlie sería su nuevo objetivo, sin imaginar que él también ocultaba un oscuro secreto. Sus acciones traerán consecuencias para aquellos que los rodean sin perder su único objetivo, la obsesión.
Las apariencias a veces no son lo que ves, estás ocultan el otro lado de la moneda y Lucía no es ni buena ni mala, solo mentalmente inestable y físicamente una diosa sin presentes.
Esta no es la típica historia de amor. El deseo, la lujuria y el control emocional y psicólogo es lo que Lucía y Charlie provocan a los demas, hasta que ellos se encuentran y toda lógica cambia su vida.
Esta novela está subida de tono y puede tocar temas sensibles. Solo para lectores de 18+.
NovelToon tiene autorización de Deba para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
#13 En busca de Charlie.
Para Charlie fue difícil verla tan vulnerable. Ella no dejó de llorar por casi toda la noche en los brazos de él.
"¿Por qué lloras? Deberías estar contenta ahora que tu madre ha despertado." Lucía estaba feliz por esa noticia, pero saber que no la iba a recordar le dolía mucho.
"Ya es noche, pero quiero ir a verla aún que sea tarde." Dice entre sollozos.
"Lo haremos, lo prometo. Pero tal vez eso sea en la mañana. Ya llamé a mi asistente para que aliste el avión y viajar a primera hora a Londres. No te preocupes, déjamelo a mí."
Alicia se incorpora de la cama, limpiando su rostro y con cara de asombro.
"¡Dijiste Londres! Yo no puedo salir del país. Si lo hago me detendrán. El juez fue muy estricto conmigo, es por eso que estoy a prueba."
"Entonces tendré que ir yo mismo por ella. La traeré de regreso y podrás verla mañana mismo por la noche. ¿Qué dices?" Lucía entre pucheros se siente conmovida.
"¡Si, eso quiero!" Se lanza para abrazarlo, dejando a relucir su punto más vulnerable.
Ella no entiende como alguien con tan poco de conocerla haga tanto sin exigir algo a cambio.
Pensó que tal vez no dormiría de la emoción, pero mientras Charlie acariciaba su cabello con los dedos, terminó por acurrucarla y darle esa sensación de relajación.
A la mañana siguiente él ya no estaba. Si Lucía despertó fue porque los rayos del sol que calaron en los ojos.
Charlie había madrugado, quería llegar cuanto antes y conocer a dicha mujer, pero cuando llegó a la clínica no había nadie registrado con el nombre de Beatrice.
Frustrado y con mucho enojo quiso preguntar en otras clínicas y hospitales antes de regresar, pero para su mala suerte no había rastro de aquella mujer.
Indagó un poco en los registros del accidente de los padres de Lucía, pero para su sorpresa ellos ya tenían muchos años de haber fallecido.
Comenzó a pensar y se sintió como un idiota. Esa mujer le había visto la cara, haciéndole sentir como una burla.
Después de meditar, pudo extorsionar a Lucía para obtener el dinero de ella misma, dado que Lucía contaba con una gran fortuna. No entendía entonces para que casarla en un matrimonio arreglado, o que otras intenciones tenía está mujer en realidad.
Se decide regresar y le cuesta pensar como le dirá a Lucía la noticia.
Estaba ilusionada y ser él quien le dé la noticia del engaño no es agradable. Al llegar a Italia paso antes por una florería, compro el ramo más honesto y sencillo. Si le daba algo extravagante se vería muy mal como para dar malas noticias.
También compro bocadillos, nieve y una variedad surtida de chocolates y golosinas. Si le iba a dar malas noticias, al menos algo dulce amortiguaría el dolor.
Nadie lo veía venir, ni siquiera Charlie sabía que a él le llegará a pasar, dado que las influencias que tenía toda su familia los protegía y parecían ser intocables dentro de Italia.
De camino al departamento de Lucía, otro coche los choca, dejando el auto de Charlie devastado. El impacto fue tan rápido y fuerte, que el mismo coche rodo unos metros después de recibir el impacto.
Los oídos de Charlie zumbaban y su vista se hacía cada vez más borrosa. El auto había quedado boca abajo y antes de perder la conciencia por completo mira a su asistente sin vida, después de eso todo se tornó oscuro y borroso.
Lucía lo llamo una y otra vez. Ella esperaba con ansias el regreso de Charlie, pero sobre todo, anhelaba ver a su mamá.
El teléfono lo mandaba a buzón, así que intento llamar a su asistente.
Al ver que también la manda a buzón se desespera.
"¡Anda, anda, ya contesta!" Dice enoja al ver la hora tan tarde.
A la mañana siguiente sus ojeras evidenciaban que no había dormido. Se sentía cansada y al no saber nada de Charlie supuso que no iría a trabajar.
Ya no podía seguir esperando, así que toma la decisión de irse a dormir al medio día.
Al caer la noche ella vuelve a despertar. Parecía una broma de mal gusto, era como si a Charlie se lo hubiera tragado la tierra.
Así pasaron tres días y ella ya no podía seguir esperando. Necesitaba saber algo de Charlie, así que no tuvo más remedio que ir a la empresa a buscar a Lucas y preguntarle a él.
Al llegar a las oficinas lo primero que hizo fue entrar en la oficina de Charlie, solo para asegurarse de que él podría estar ahí. Su corazón latía por el miedo y la desesperación que la carcomía, al menos tenía la esperanza de verlo aunque sea trabajando, pero la realidad no era esa.
Camina, casi corriendo a la oficina de Lucas, pero él tampoco estaba presente.
"¡Oye! ¿Por qué el abogado Lucas no se encuentra? ¿Tú sabes a dónde fue?" Pregunta a la secretaria de la oficina de al lado.
"Lo siento, no lo sé, pero no ha venido a trabajar desde hace tres días. No sabré decirte nada al respecto y tampoco se ha dicho nada por los pasillos."
"Entiendo. Gracias, no fue de mucha ayuda, pero gracias."
"¡Pero que le pasa!" Dice la secretaria al ver el cambio drástico de actitud de Lucía, parecía otra y algunos lo notaron.
No sabía a dónde más recurrir, estaba desesperada y tensa.
Fue a buscar a los lugares donde concurría Charlie, pero nada de él. Esto comenzó a darle mal espina, su celular seguía mandando a buzón.
Si tan solo hubiera prestado atención, sabría dónde vive él, pero esa noche estaba molesta y fue llevada a la fuerza a la villa de Charlie, que no prestó atención por verlo conducir.