Para encontrar libertad a su calvario, Akela deberá luchar incluso con el vínculo de pareja que la une a un compañero que no la ama.
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Capitulo 22
Nuevamente en la actualidad
Akela se encontraba caminando detrás del Alpha Kinnaman, se dirigían a lo que ella dedujo que era la casa de la manada Niebla Invernal. El lugar se veía imponente, tal como él. Era una construcción gigante, casi monstruosa de lo enorme que era. Él iba a paso rápido, Akela casi que corría detrás de él para no quedarse demasiado atrás. Al llegar al lugar, el Alpha se detuvo y ella lo hizo igual. Se giró y la miró con asco. Akela temblaba, su labio aún sangraba por el golpe que su mate le había propinado.
- Ustedes!.- Le dijo el Alpha a unos guerreros que estaban apostados no muy lejos de ellos.
- Si Alpha.
- Llevenla a las celdas.- Al oír aquello Akela se estremeció, pero no podría haber esperado menos de él. No opuso resistencia, solo dejo que la llevarán al lugar. Rodearon la parte trasera del enorme castillo, porque eso era lo que era, mas que una mansión, era un castillo, y siguieron camino alejándose. Llegaron a otra construcción, se adentraron por unas escaleras y bajaron a un pasillo, allí solo caminaron hasta llegar al final. El lugar olía a sangre, sudor y humedad. Akela sintió miedo, todo estaba en penumbras, cada tanto había un foco colgando de lo que quería ser el techo del lugar, pero su luz era apenas tenue. Ella iba descalza y podía sentir la tierra, las piedras debajo de sus pies y el frío calando por ellos. Llegaron a una celda, uno de los guardias abrió la reja y la empujó dentro. Akela que no esperaba ésto ya que estaba ocupada mirando todo a su alrededor, cayó de rodillas y se raspo las mismas. Ella siseo por el dolor que aquello le provocó y los guardias solo rieron. Se incorporó y miró a su alrededor, el lugar era asqueroso. Había sangre seca en las paredes, una pequeña cama de hierro contra la pared y encima de ella, lo que parecía ser un colchón, aunque ahora se veía sucio y muy delgado para ser considerado una cama, desprendía un olor pestilente, que llevo a qué Akela se cubra la nariz al sentir entrar aquel aroma en sus fosas nasales. En el otro extremo había una especie de retrete, era un poso en el piso, y nada más. Al ver eso sintió ganas de llorar. El lugar era oscuro, frío, sin ventanas, las paredes eran de ladrillos, se veía como si fuera una construcción antigua. Akela suspiro y se sentó en el piso, apretó sus piernas con sus brazos y apoyo su cabeza en sus rodillas. Y allí en silencio lloró toda la noche hasta dormirse.
El Alpha había ingresado a la mansión luego de dejar a Akela con aquellos guardias y elegir su destino. Entro a su despacho como si nada hubiera ocurrido, se sirvió un trago de ron y tomo asiento. Apoyo sus brazos sobre sus piernas, mientras inclinaba su cuerpo hacia delante mirando a la nada, perdido en sus pensamientos. En eso Jay, su Beta y mejor amigo, ingreso al despacho.
- Kyle, dónde estabas?.- Él entro y vió a su amigo y Alpha absorto en sus pensamientos.- Oye sucede algo?.
- Ella me reconoció.
- Qué? Quién?.
- Aquella chica desagradable, me reconoció como su mate.
- Qué?!.- Jay no podía creer lo que escuchaba.
- Y donde está ella?.
- En las celdas, dónde más?!.
- Kyle!.
- Qué?!.
- No puedes hacer eso.
- Por qué? Quién me lo impedirá?.
- Es tu mate!.
- No dije que yo la haya reconocido como tal, solo que ella lo hizo.
- Pero..- Jay no comprendía lo que le decía su Alpha, jamás había escuchado de un caso así, donde solo uno de los mates sentía el vínculo, pero el otro no, aquello era imposible. Una cosa era no querer y rechazar a tu mate, otra cosa era no sentir el vínculo de pareja.- Pero eso es imposible. Jamas ha pasado algo así, si ella te reconoció como su mate.. significa que lo eres. Acaso tú no lo sientes? No sientes nada por ella?.
- No, solo odio, asco y repugnancia. La detesto, la quiero muerta.
- Kyle.- Jay suspiro algo cansado y confundido.- Yo sé que la odias por lo que pasó entre tu padre y el de ella.
- Qué? Te refieres a que ése campesino lo haya matado? A eso?.
- Bueno, pero tú lo vengaste, tú mataste a su padre, no está ya terminado ése tema?.
- Jamás lo estará! No solo es por la memoria de mí padre, es por el honor de la manada. Cómo podría aceptar a esa campesina ignorante?! Cómo ella podría ser mi mate destinada por la Diosa Luna? La Luna de ésta manada? Ella? Esa...cosa? No, eso jamás!.
-Osea que lo niegas, pero si sientes algo por ella?.
- Basta!. No quiero saber más nada del tema.- Jay suspiro frustrado y levanto sus manos en señal de rendición y salió del lugar. Kyle regreso al sillón y se sirvió otra vaso de ron. Se quedó allí perdido en sus pensamientos nuevamente. Pensó en que podría rechazarla y dar fin a todo aquello y luego matarla de una forma dolorosa, porque jamás la dejaría con vida. Aunque luego, la idea de dejarla a su lado y hacerla sufrir rondo por su mente, aquello le saco una sonrisa.
Por otro lado Jay salió de la casa, iba con rumbo hacia las celdas y en el camino se cruzó con Ezra, el Delta y amigo. Éste estaba hablando con algunos guerreros sobre los entrenamientos y poniéndose al corriente sobre el asunto de las celdas. Alguien le dijo que habían llevado a una mujer por pedido expreso del Alpha, pero nadie sabía más que eso. Cuando lo vió acercarse a Jay, se despidió de los guerreros que iban a patrullar y se acercó a su amigo con una sonrisa.
- Jay, cómo estás?. Pasa algo?.
- Si, que sabes de las celdas?.
- Nada, acabo de llegar de patrullar y me enteré de que hay una nueva prisionera, pero solo eso.
- Es Akela.
- Akela? La chica de la casa? La hija del alfa de Prado Verde?.- Ezra no podía dar crédito a lo que oía, Jay solo pudo asentir a todo su interrogatorio.- Pero.. y qué hace aquí?.
- Reconoció a Kyle cómo su mate.- Ezra no pudo evitar abrir sus ojos enormes por la sorpresa.
- Y él?.- Jay negó con la cabeza.- Eso es imposible! Jamás ha sucedido algo así.
- Le dije lo mismo, pero se niega a reconocerlo.- Jay dijo ésto y siguió su camino hacía las celdas.
- A dónde vas?.
- Voy a verla.
- Iré contigo! No la conozco y he oído muchas historias sobre ella. Dicen que es una abominación, una criatura fea, maloliente y llena de llagas.- Ezra no pudo evitar carcajearse ante ello. Jay lo miro indignado.
- Cuántos años tienes? Qué te pasa?. Ésto no es un juego Ezra.
- Lo siento, de todas formas iré, me da curiosidad.- Jay le dió una mirada de advertencia y Ezra solo asintió.
Delta Ezra Ecker
Beta Jay Jarvis
Alpha Kyle Kinnaman