La vida es la esencia misma, la esencia son los artes manipulables.
El arte de la vida, realidad y muerte; y el arte de los elementos.
Unos nacen con gran Voluntad, otros con una mediocre. Otros deciden luchar con garras y dientes, otros quedarse a esperar.
Unos nacen en la gloria, otros deben pelear por esa gloria. Otros yacen en la ruina, y otros crean su ruina.
La vida es injusta, sin embargo, es justa para quienes deciden enfrentarla. Pocos lo logran, y cuando lo logran, el mundo se doblega ante su voluntad.
Solo aquel con una Voluntad insondable y vasta, es capaz de subyugar y manipular la voluntad de otro, sin embargo esto es tabú.
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Cap 20: Duelo de Honor
"¡Maldito seas Mark!".
– En esta audiencia se juzgará la acción por intento de homicidio. Las pruebas fueron entregadas con anticipación al departamento de pruebas, por lo que, procederemos a preguntar directamente al acusado: ¿Cómo se declara, culpable o inocente? –. Preguntó mientras miraba con indiferencia.
Me daba asco, solo quería romperle esos lindos lentes y sacarle los ojos.
– Me declaro inocente –. Dije siguiendo las instrucciones del abogado de mi familia.
– Mmm... ¿Inocente eh? –. Dijo con un tono bastante aburrido.
– Las pruebas que han sido presentadas se han dejado en sus respectivas mesas, por lo que omitimos la fase de pruebas –. Mencionó el fiscal gordo y calvo.
Mi abogado revisó las pruebas, y negó con la cabeza.
– Objeción su señoría - dijo mi abogado - Necesito que también se tome en cuenta el testimonio de mi cliente, estas pruebas solo muestran el testimonio de la supuesta víctima –.
– Objeción denegada, las pruebas son suficientes para declararlo culpable –. Refutó el malnacido juez.
– ¡Esto parece arreglado su señoría! –. Renegó mi abogado, mientras que el sudor comenzaba a correr por su frente.
"Esto no va para ningún lado, si seguimos así, terminare realmente jodido, sin opciones a nada". Sin embargo, se me ocurrió una idea.
Me levanté y planté con fuerza las palmas de mi mano en la mesa para llamar la atención de todos. El dichoso juez me vió con una expresión cómica.
– ¡A la mierda todo! ¡Exijo mi derecho al Duelo de Honor¡ –. Rugí con impotencia.
– ¡VALIAN! –. Gritó con furia mi padre.
"Esto esta arreglado, si no hago algo igual me mandarán a la mierda".
El juez sonrío y agachó la cabeza. Luego soltó una risa estruendosa.
– Sabes, eres gracioso chico, pero esta bien. Sabes que en un Duelo de Honor se permite la muerte ¿cierto? –. Su pregunta escondía veneno.
– Lo sé, pero si gano, me libraré de esta injusticia ¿cierto su señoría? – le pregunté en un tono burlón.
Su expresión cambió y asintió. Luego declaró que el duelo se llevaría a cabo en las instalaciones de la Corte de Justicia.
Mark me vió y se burló desquisiadamente.
***
Paf...
El dolor latente en mi mejilla, era un recordatorio de mi actitud impulsiva.
– Lo siento padre...
– Un lo siento no resuelve nada, como siempre haces las cosas a tu maldita manera, el abogado estaba esperando el momento oportuno para hacer hablar al testigo, pero lo arruinastes. Ahora dime ¿Cómo mierda vas a ganarle a ese tipo? –. Su voz estaba distorsionada por la ira.
– No te preocupes por mí, me las arreglaré –. Le dije, pero la verdad si estaba un poco nervioso.
– Eres un niño, solo tienes 15 ¿qué piensas arreglar? –. Su pregunta era como una sentencia.
Me tomé los pelos de mi cabeza y me los jalé con ira. Grité con impotencia.
Mark era fuerte, ese día lo tomé desprevenido, pero ahora esta consciente se la lucha, y atacará con la intención de matar.
Pero esta vez, era un poco más fuerte. No obstante, sería mi final si demuestro eso.
"Porqué no pienso antes de actuar". "Maldita impulsividad".
Mi madre ni siquiera se apareció, de seguro estaba buscando la manera de remediar mis actos.
Las horas pasaron volando, llegando así la hora prometida del duelo.
Cuando estaba a punto de salir a la arena, la voz de una chica me detuvo al mencionar mi nombre.
– ¡Valian! - mi hermana - Escucha, por favor, haz todo lo posible por sobrevivir. También te deseo lo mejor –. Dijo ella con una lágrimas corriendo por su rostro.
Sonreí levemente y me di la vuelta. De repente los brazos de Amara se sujetaron en mi cuello. Me abrazó con fuerza.
– Solo observa Amara, hoy haré sufrir a ese desgraciado –.
Caminé lentamente hacia la salida.
El sol ya estaba encima de nosotros. "Hoy sería un día muy caluroso... No hay ni una sola nube".
Miré todo el estadio, y habían suficientes testigos para el duelo de hoy. Esta era una manera para dar credibilidad a los duelos por el honor.
El estrado estaba lleno. El juez, el fiscal, mi padre, mi madre, nuestro abogado, y Amara que recién llegaba.
El juez se levantó y tomando el micrófono dijo: — Buenas tardes damas y caballeros, hoy están presentes como testigos oculares, de los hechos que ocurran hoy. Estos jóvenes se jugarán el honor se sus familias, y sus propias vidas. Como podrán ver, es el joven Voltwar quien se enfrenta al joven Fronken, y saben que es un duelo disparejo. Por lo que haciendo uso de mi poder y benevolencia, daré un trato especial al joven Voltwar, otorgándole dos perlas, una de esencia y una sanadora, de esta manera, no habrá espacio para las quejas, dicho esto, que comience el Duelo de Honor –.
"Desgraciado, si claro, un duelo justo mi trasero".
Luego fijé mi mirada en Mark, que se plantaba a metros desde mi posición. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Una persona caminó directo hacía el centro de la arena. Nosotros también nos acercamos, nos plantamos cara a cara.
– Está vez no escaparas, ni nadie te salvará –. La amenaza de Mark, no surtió mucho efecto en mí, pues su voluntad, se cernía sobre mí con su intención asesina.
"Puedo sentir su voluntad, tal vez, tenga oportunidad".
El árbitro me dió las perlas, luego alzó su brazo y lo bajó a velocidad. El duelo había empezado.
Puse distancia al saltar hacia atrás. Esta vez no usaría mi voluntad hasta el momento oportuno, tal como lo hice en mi duelo con Richard.
Mark no se movió ni un centímetro.
Coloqué mi pierna izquierda adelante, y mi pierna derecha atrás. Adopté una posición defensiva, esperando un ataque repentino.
Mark carraspeó, y escupió. Luego activó su voluntad, sus ojos avellana, se transformaron en un tono violeta etérico, con un singular brillo. Luego flexionó la pierna derecha y se inclinó levemente hacía delante, tomó impulso y se lanzó a una velocidad espantosa.
Su intención estaba dirigida hacía mí plexo solar.
Tomé nota de aquello, y planté firmemente los pies en la arena. Sólo para recibir el primer puñetazo de Mark en mis brazos cruzados, que defendieron mi pecho de aquel golpe mortal.
Salí despedido hacia atrás, chocando con el suelo y rodando, sin embargo, esta vez mis brazos pudieron aguantar el golpe.
Mark no detuvo la marcha, y volvió a acercarse. Levantó la pierna derecha, y la bajó como una bola demoledora; esquivé por los pelos.
"Sentir su intención, no es lo mismo que poder reaccionar con rapidez".
El suelo adoquinado se agrietó ,y ciertas astillas de piedras salieron disparadas por el impacto.
– Al parecer quieres jugar al gato y al ratón, lisiado –. Se burló el desquiciado.
Luego me levanté temblando, como si tuviera miedo, y de nuevo adopté una postura defensiva. Mark negó con la cabeza, mientras se reía entre dientes. – Pero mírate estas temblando jajaja...
"Tch... lunático".
Él se abalanzó con rapidez. Dobló su codo para atrás y apretó su puño izquierdo. De nuevo pensaría en embestirme. Pero para sorpresa para él, esquivé en el último segundo su puño. Me moví al costado izquierdo, mientras que sentía como mi voluntad se anteponía a la de él. Como fuerzas invisibles luchando por territorio.
Agarré su brazo izquierdo y lo llevé a su espalda, y con mi pierna derecha pateé la articulación de la rodilla, haciéndolo caer de rodillas, activé mi voluntad.
Una nueva fuerza recorría mi ser, más fuerte, más potente, tal vez no como un portador de voluntad normal, pero sí que era diferente a lo que era hace unas semanas. Presioné mi voluntad contra la suya, e intenté mantenerlo doblegado hasta reventarle el brazo; funcionó.
Manipulé el aire, y formé una sola cuchilla de viento y corté limpiamente el brazo y parte de su espalda, lastimosamente también salí perjudicado.
Un alarido desgarrador se escuchó desde la garganta de Mark. Él reaccionó tarde, pero no perdió la oportunidad de matarme.
Una espada etérea violeta se formó en su mano derecha, la agarró del pomo y con el filo dirigido hacía atrás, trazó un corte en un arco horizontal.
Manipulé mi voluntad, para tratar de manipular la esencia ajena, y desestabilizarla, sin embargo solo logré que la espada etérica se distorsionara, pero en sí, no perdio su forma.
La espada de doble filo alcanzó mi abdomen, cortando la carne con dificultad.
"Aún me falta mucho para poder manipular las voluntades ajenas".
Desactivé mi voluntad, para que nadie sospeche nada, y aún así pude manipular mi esencia y dirigirla hacía mí abdomen, para evitar desangrarme ni tampoco destriparme.
– Así que, también puedes darle forma a tu esencia, eso sí que está... a otro nivel –. Dije mientras jadeaba por el dolor.
Mark se levantó del suelo.
La sangre le chorreba profusamente desde donde le amputé el brazo. También le corría sangre desde al espalda.
Me miró con una ira indescriptible, y con una fuerte intención asesina.
– Sin duda alguna te mataré –. Gruñó con rabia.
– Inténtalo bastardo –. Le dije mientras le mostraba el dedo de en medio.
Los vítores de los espectadores era ensordecedor, estaban extasiados por el show. "Si que les gusta ver sangre a estos psicópatas".
– ¡VALIAN, YO TE CURARÉ, ESFUÉRZATE! –. La voz de Estella llegó desde el estrado.
Richard también estaba ahí, pero la mirada preocupada de mi madre me puso en alerta.
Volteé a ver a Mark, el cual había recogido el brazo cortado, y lo juntó en el muñón de sangre. La esencia etérica violeta se desprendía de él, como un aura. Las heridas, el sudor, el brazo, todo estaba como en el principio del duelo.
"Mierda". El volteó su mirada en mi dirección, volvió a impulsarse espantosamente.
El caos se desató en un abrir y cerra de ojos.