5 jóvenes compitiendo por el amor del príncipe heredero, la protagonista con su sinceridad es la ganadora de su amor y Veronika Silverless, la villana envidiosa que hace todo lo posible por acabar con la protagonista pero falla miserablemente y pierde la vida.
Pero ahora, alguien ha reencarnado en Veronika y ella no esta dispuesta a morir por una estúpida competencia, así que hará lo posible por ser expulsada del palacio y así poder vivir tranquila en el campo, ¿pero que pasará cuando el segundo príncipe se acerque a ella?, ¿este arruinará sus planes?
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Capítulo 14- sin preocupación.
Debido a lo acontecido con el casino ilegal, algunos nobles de la corte han hablado, no quieren que Veronika siga entre las candidatas, su padre es un criminal y eso le dará mala imagen al palacio, la hija de un criminal no puede seguir aspirando a princesa heredera. El duque Thomas, es el primero en exigir que sea expulsada, porque teme por su hija, alegando que si el Barón es un criminal, la hija podría tener las mismas mañas, de modo que su hija y las otras candidatas pueden correr peligro al tener cerca a Veronika.
—no podemos permitir que nuestras hijas sigan cerca de quien podría ser peligrosa.— agrega el Duque Martino, padre de Larisa.
—entonces puede llevarse a su hija, Duque Martino.— responde Valerian mientras ve una carpeta.— total, ella es la que menor desempeño tiene.
El Duque se queda en silencio al escuchar las palabras de Valerian, pero rápidamente los otros hombres hablan, alegando que aún así sus hijas se quedarán y estarán en peligro aunque el duque Martino se lleve a su hija. Por supuesto Valerian les hace saber que son libres de llevarse a sus hijas cuando deseen, pues pese a lo que el padre de Veronika hizo, ella es la que mejores calificaciones tiene, incluyendo en magia. Obviamente eso era mentira, pero solo quería molestar un poco a los nobles. Los que no pertenecen a la misma facción dicen que, si Veronika se marcha, entonces las otras también porque ninguna tiene buen desempeño y eso no las hace buenas candidatas a reina.
El salón del trono se llena de discusiones, unos pidiendo que saquen a todas, otros que sea Veronika quien se vaya, hasta que Callisto les grita pidiendo silencio, pues estaban ahí para discutir con respecto al delito de quienes asisten y gestionan aquel casino, además de que, es posible que ese, no sea el único casino en el reino.
—pondremos mayor importancia en esto, y con respecto a las candidatas, todas se quedan, si quieren que una se vaya, se van todas y acabamos con ese juego absurdo.— asegura Callisto.
—estoy de acuerdo, tengo trabajo más importante que estar jugando a elegir una esposa.— responde Calix, quien también estaba en aquella sala.
Los nobles siguen hablando, quejándose por las palabras de Calix, pero nuevamente Callisto los manda callar, asegurando que ese asunto queda en segundo plano, lo importante era la corrupción que hay en el reino y que se enfocaran en ello, cosa que no les hizo gracia a la facción del Duque Thomas, porque lo del casino es apenas parte de los negocios turbios que tienen en ese reino.
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—seguramente ahora mismo, mi padre ha logrado que expulsen a esa criminal.— presume Marion.
—mi padre también esta apoyando al Duque Thomas.— agrega Irem.
—el mío también y escuche que el Duque Martino esta de su lado.— mira a Larisa.
La joven peliazul solo asiente, aunque ella también sabe que su padre estará apoyando la idea de expulsar a Veronika. Larisa se aparta de las chicas dirigiéndose fuera de la residencia de invitados. Mientras que Veronika, estaba en su habitación, debido al incidente del secuestro y la redada en el casino, no han tenido clases ese día y se estaba aburriendo porque notó que tiene gente vigilandola cuando sale.
—esto es un fastidio, ¿todavía siguen fuera?— pregunta mirando hacía la ventana.
Una sombra sale del piso tomando forma humana, era la de un atractivo hombre de cabello gris y ojos azules, quien se cruza de brazos mientras observa fuera.
—no se irán, son enviados de tu novio.— le comenta el hombre.
Este recibe una almohada en la cara, la cual sostiene para evitar que caiga.
—el segundo príncipe no es mi novio.— reclama.
—¿por qué piensas que me refiero a él?— se burla.
—que gracioso.— se queja.
Veronika se deja caer al piso con los brazos extendidos y dejando escapar un largo suspiro, era aburrido no poder salir, al menos quisiera investigar su propio intento de secuestro, pero ni eso puede hacer, ¿o si?, total, si se escapa del palacio no importa, su padre ya fue arrestado y seguramente todas sus propiedades y título serán tomados por el rey, así que ella no puede quedarse con nada y tampoco le interesa quedarse para seguir con la competencia, ni le gusta el príncipe Calix, esta guapo y todo, pero, serviría solo para un rato, quizás hasta podría hacer un trío; sacude la cabeza.
《No, no, ¿que estás pensando?, eres una dama decente.》 Piensa.
El hombre de cabello gris se le queda viendo y frunce los labios.
[¡que pensamientos más sucios!] Le recrimina.
—deja de leer mi mente.— le regaña.
Aquel peligris se vuelve una sombra y desaparece por el piso, pues a detectado que alguien se estaba acercando. No tarda en escucharse que tocan a su puerta, así que Veronika se pone de pie dando permiso para que pase. Tamara entra a la habitación disculpándose por llegar así sin aviso.
—¿como esta?, escuche que la señorita Thomas se la ha pasado molestándola.— comenta la azabache.
Veronika le hace una seña para que tome asiento.
—no me preocupa lo que diga, mucho menos me importa ser sacada de la competencia, el problema es que no tengo nada y probablemente todo lo que era de mi padre será retenido por el rey.— se encoge de hombros con despreocupación.
Tamara se sorprende por lo que la joven dice, aunque ya había notado que ha ella no parecía importarle mucho la competencia como a las otras. Pero sorprendentemente se toma todo con calma.
—tiene razón...es muy difícil que las propiedades y títulos se les entregue a las hijas, en especial si su padre ha sido capturado como criminal, pero, la reina se asegurará de que usted tenga con que vivir.— sonríe.
—¿cree que sea así?, no creo ser la persona favorita de la reina.— risa forzada.
Si supiera Tamara en que condiciones conoció a la reina, lo que menos debe de pensar de ella, es que es una chica decente, seguramente piensa que es una indecente cazafortunas que va por el príncipe menor porque es el que menos experiencia tiene y sería el más fácil de engatuzar.
—no piense eso, la reina sabe que los hijos no siempre son como los padres, le dará primero el beneficio de la duda.— asegura.
—espero sea así, por lo menos que me deje sacar las joyas de la mansión para venderlas y poder irme del reino, con eso me conformó.— mientras tenga para poner un negocio, será una buena vida, siempre y cuando le vaya bien.
Tamara ríe por la respuesta de la chica, ahora entiende el porque Cassian se ve muy interesado en ella.
—no se preocupe por eso, y por cierto, lo de su secuestro no tiene nada que ver con su padre, ¿tiene usted idea del porqué enviarían por usted?—
—¿eh?, no.— niega.— en realidad si creí que fue por mi padre.
Veronika se queda en silencio, hasta el momento duda que sea por otro motivo, ¿tiene enemigos?, en la novela no, por el contrario, era ella la que causaba maldades e hizo secuestrar a Larisa.
—entiendo, no se preocupe, Cassian se esta encargando de eso, por ahora, espere a que la reina envíe por usted, seguramente ella hablará con usted sobre lo sucedido con su padre.—
—de acuerdo y por lo de las otras chicas no se preocupe, se como defenderme.— asegura con una sonrisa.
Tamara asiente con los dicho y se despide de ella. Al menos Veronika se ve calmada, pero, si pasará a darles una advertencia a esas chicas, su comportamiento no tiene justificación.
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