Tráfico De Blancas

______ Ven, vamos a una cafetería aquí cercas.

El chico o chica, como sea. Se veía que era muy amable. Forcé una sonrisa y lo acompañe hasta la cafetería que mencionó.

Fuimos hasta la mesa más escondida, nos sentamos a esperar la mesera. Mientras lo hacíamos, Carlota, dijo.

______ Un día estuve así, como tú. Vagando por las calles de la ciudad en busca de un poco de comida.

______ Hasta que un día, un chico me ayudó a entrar a trabajar como mesera a un bar. Todo parecía ir bien. Trabajaba, rente un departamento y pude vestirme decentemente.

_______ Luego de unos meses, poco a poco me fui vistiendo de mujer y vendiendo mi cuerpo.

______ El dinero ganado era mucho más, y poco a poco fui cayendo en adicciones, las cuales me fueron hundiendo.

Carlota me estaba contando su historia como advertencia. Sin embargo, no tenía otra opción.

Puse mi mano encima de la de él y conteste.

_______ Ayudame a entrar a trabajar a ese bar. Ya no tengo nada que perder. Necesito dinero, no pienso vivir toda mi vida en la calle.

A pesar de que nunca en mi vida había estado con un hombre en la cama, estaba dispuesta a vender mi cuerpo si era preciso para encontrar cualquier pista que me lleve a mi hermana.

_______ Eres muy bonita. A pesar de las quemaduras que tienes en brazos y cara. Deberías cuidarte o se te van a infectar.

_______ Ayudame, necesito ese trabajo. No sé hacer otra cosa. Mi cuerpo es mi único negocio para obtener dinero. ____ Suplique de nuevo.

Carlota se quedó callada, al ver a la mesera acercarse.

______ ¿Van a pedir algo?

______ Sí, dos tazas de café negro con una cucharada de azúcar. Varios bocadillos sin azúcar.

Por un momento pensé que lo había pedido para los dos, hasta que dijo.

______ Jazmín, ¿qué vas a pedir tú?

Le eché una leve mirada a la carta.

_______ Un desayuno sencillo.

La mesera apunta y se retira.

______ ¿Dos tazas de café? __ Susurre.

______ Lo entenderás cuando comiences a trabajar.

______ ¿Eso quiere decir que me vas a ayudar? ___ Dije un poco emocionada.

________ Sí...

_______ Pero, antes debes recuperarte de esas quemaduras. Necesitas que te revise un médico. Luego de que ya estés bien, hablaré con Martín, el encargado del bar.

Me levanté de la silla y fui abrazar a Carlota. Era la ayuda que necesitaba, para seguir con mi búsqueda.

Después de desayunar y conocernos un poco más, fuimos a su departamento. Era pequeño y cerca del bar.

Sitio perfecto para ver todo lo que sucede afuera del lugar.

_____ Tiene una vista extraña, ya que da al bar donde vamos a trabajar. ____ Comentó Carlota al verme de pie junto a la ventana.

______ ¿Desde cuándo vives aquí?

_____ Dos a tres años. ___ Me dice quitándose la peluca.

Guardé silencio y me fui a sentar al sofá, planeando en mi mente cada movimiento que debo hacer a partir de este momento.

_____ Iré a bañarme.

_____ Si quieres algo de comer, hay en el congelador. Toma lo que quieras, por mí no hay problema.

Carlota era un ser humano maravilloso. No cualquiera le daba comida y techo a una desconocida.

Aunque; debo dormir con un ojo cerrado y el otro abierto. No puedo confiar completamente en nadie.

Un día lo hice con María y resultó que ella era la que se llevó a mi hermana. Cerré los ojos por un momento, estaba cansada.

Pasó el tiempo y en cansancio me gano. No sé en qué momento terminé profundamente dormida.

Al despertar, tenía unas gasas en mi rostro, justo donde tenía las quemaduras. Ya no estaba acostada en la sala, sino en una pequeña cama.

Carlota, se encontraba sentada en una silla, leyendo un libro. Al escuchar mis movimientos, volteó a verme.

_______ Hola... Buenas noches.

Enderecé mi espalda, observando con rareza al hombre. Digo hombre, por qué ahora sí parecía todo un hombre.

Carlota ya no traía peluca, ni maquillaje, tampoco vestido. Ahora usaba pantalón de mezclilla, playera de color banca, y al verlo así, cualquier mujer pensaría qué es un hombre macho, macho, macho.

____ No me vas así... ___ Comentó, con una voz gruesa, distinta a la que hablaba por la mañana.

_______ Te ves bien. _____ Dije halagando a Carlota.

______ Te preparé algo de cenar.

_______ El médico vine hace rato, te atendió las quemaduras y te puso una crema.

_____ Debes seguir las instrucciones que dejó escritas en la receta.

Me acerca a la cama la bandeja que tenía sobre una mesa. No sabía como sentirme con tanta amabilidad.

Me hacía sentir extraña, era desconfiada. ¿Qué tal si le ha puesto algo en la comida para dormirme?

Sin embargo, si hubiera querido aprovecharse lo hubiera hecho. Estuve dormida por muchas horas y en lugar de hacer algo en mi contra, trajo al médico, me curo las quemaduras y hasta me preparo la cena.

______ ¿Por qué lo haces?

______ Siempre quise que hicieran esto por mí. Ahora que tengo la oportunidad de ayudar alguien lo quiero hacer. ___ Contestó.

Pero, no sabía si creerle. Era demasiada bondad para una mujer a la que acaba de conocer.

Sin decir nada más, terminé de comer la cena. A decir verdad, era muy buena comida. El hombre sabía cocinar bastante bien y muy rico.

______ Estuvo muy rico, gracias.

_______ De nada...

_____ Te quedarás sola por toda la noche. No le abras la puerta a nadie, no hagas ruido.

______ De acuerdo. ____ Conteste.

Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, luego se dio la vuelta y sale del cuarto. Carlota, Carlos o como se llame. Me parece un hombre tan extraño, misterioso.

Verlo vestido de mujer y luego de un hombre atractivo me confunde realmente. Me acosté de nuevo y llevé mis manos a mi rostro.

Solté un profundo suspiro.

"¿Qué te pasa Alondra?" ¿Te movió algo?

...¿Tan desesperada estás por cariño que hasta estás confundiendo la amabilidad de un trans?...

...Estás mal, Alondra, concéntrate en encontrar a Mila. Deja a un lado tus tonterías....

El tiempo pasó, con la mente más clara, me levanté de la cama y salí del cuarto