El Guerrero Del Fuego

COLE

Me siento un inútil, puesto que si bien estoy peleando a lado de mis compañeros, mi ayuda es muy poca, ya que si bien me defiendo muy bien de los guardias, poco puedo hacer contra las marionetas creadas por Cyra, pero el hecho de que ella pueda crear y controlar marionetas de los otros elementos, hace que lo que me dijo durante nuestro baile cobre más sentido, de alguna manera, al apoderarse de sus almas, el dios Daotan les quito algo más que su voluntad, les quito parte de su magia, obteniendo más poder para sí mismo, lo que aún no entiendo es ¿por qué necesita a Cyra?, en que le ayuda, la magia que robo ahora es de él, y así como hizo con sus demás títeres, puede hacer lo mismo con la que fue mi amiga, así que ¿Por qué aún la mantiene consigo?, esa es la cuestión.

Obviamente, la batalla se alarga más de lo que cualquiera de los dos bandos les gustaría, y es que entre más tiempo pase, más perdemos energía, y por el lado de Cyra, creo que ella creyó que esto sería rápido, y claramente no es así, cosa que no es mucho de su agrado, y aunque nosotros estamos en desventaja, no nos pensamos rendir, y poco a poco ganamos algo de terreno, lo que nos permite avanzar hacia nuestro destino, pero todo cambia, cuando Cyra entra en la batalla, quien rápidamente nos pone en serios apuros, ya que su nivel mágico es algo que nunca antes se había visto, y solo mis hermanos son capaces de hacerle frente a sus ataques.

- Esto es una verdadera mierda – dice Mira, la acompañante del príncipe Kai, que es quien tiene menor nivel de pelea, pero su habilidad mágica supera con creces esta carencia. Nunca había visto a alguien que dominara tal cantidad de hechizos.

- Ni que me lo digas, prima – le dice Zaira, quien es la gran Koi a la vez que crea una barrera que nos protege de un nuevo ataque de Cyra, pero puedo ver cómo detener este ataque consume buena parte de su energía, de seguir así no resistiremos mucho.

- Ustedes deben irse, nosotros la distraeremos para que ustedes escapen – comienza a hablar el príncipe Nigel, mientras entre todos, nos dejan a Aaron, Rakia, Zaira y a mí detrás de ellos.

- No pensamos dejarlos – les dice Aaron.

- Deben de hacerlo, si ustedes caen, todos caen, deben irse – grita el príncipe Kai.

- No lo haremos, saldremos todos juntos de aquí – le dice Zaira a su prometido, a lo que el resto asentimos.

Me acabo de reencontrar con Ember después de muchos años, no pienso, sepárame de ella nuevamente, pelearemos hasta el final y ganaremos, de eso estoy seguro.

Entonces lo siento, algo que sentí hace cinco años en la casa de mis padres, ese poder que hay dentro de mí, una vez más quiere salir.

“Es el momento, déjalo salir” – me dice aquella voz, y yo obedezco.

NARRADOR

Una gran energía mágica cubrió a Cole, y en su frente aparecieron una serie de pequeños cuernos que asemejaban la cornamenta del animal que él representaba.

Cole dejó que la energía mágica se apoderara de él, y juntos a sus hermanos, hicieron lo mismo que sus seres queridos habían hecho momentos antes, los ubicaron detrás de ellos, y comenzaron a pelear contra Cyra.

En un inicio les costó un poco de trabajo acoplarse al ritmo de sus compañeros, sobre todo a Cole, quien nunca había peleado junto a ellos, pero como si hubieran peleado juntos toda su vida, rápidamente se ajustaron los unos con los otros y comenzaron a obtener ventaja en la batalla.

Cyra al ver esto, concentro sus ataques en los compañeros de los 4 portadores, ya que estos, en opinión de Cyra, eran una desventaja para sus oponentes y pretendía usarlos para obtener la victoria, pero cada intento de Cyra por lastimar a los príncipes y a sus acompañantes era detenido por los portadores, entonces el dios Daotan jugo su última carta.

La razón por la que el dios Daotan no se había deshecho de Cyra, era porque ella era el puente que necesitaba para transferir la magia de cualquier ser hacia él, como descendiente del primer gran Lagarto, por las venas de Cyra, así como la de todos los demás descendientes de los primeros portadores, corría sangre divina, la que, sin importar que tan diluida estaba actualmente, tenía la primera bendición de Kaayo, esta le permitía a Daotan, a través de Cyra, absorber las bendiciones de los animales sagrados, y corromperlas dentro de la chica, para así absorberlas él sin ningún peligro, y así como la utilizó para absorber esas bendiciones menores, la usaría para procesar el poder de los animales sagrados que habitaban en los cuernos, alas y aletas de los actuales portadores, y ya hecho eso, Cyra ya no le serviría para nada y podría deshacerse de ella. El problema era que el cuerpo de Cyra, sin importar quién fuera su antepasado, seguía siendo el cuerpo de una mortal, y si Daotan se excedía en el uso de su magia negativa, podría matar a la joven, destruyendo ese filtro que tanto necesitaba.

Pero ahora al enfrentarse a los cuatro nuevos portadores juntos, Daotan comenzaba a encontrarse en desventaja, por lo que desesperado decidió dejar de usar la magia elemental que había robado, y comenzó a usar solo su magia maligna, a pesar de que al hacer eso, deterioraba el cuerpo de su más valioso peón.

Al sentir el aumento en la energía negativa, Aaron, Rakia, Zaira y Cole, crearon una barrera que funcionaba sus cuatro elementos, con la que rodearon a sus seres queridos; ante el ataque de Daotan, la barrea se quebró, más no cedió, pero sabían que no soportaría otro ataque como ese.

- Esto solo está empeorando a cada momento – habla Aura, quien se abraza a sí misma con miedo, al sentir la energía negativa que ha inundado el lugar.

Nadie dijo nada, no había más que decir, con cada minuto que pasaba, las posibilidades de poder escapar disminuían, y eso no era para nada bueno.