Roxanne

Después de supervisar los entrenamientos, me reuní con mi beta y mi delta para tratar asuntos de la manada, necesitaba saber si tenían noticias sobre los pícaros qué ingresaron, o sobre Antonella, después de discutir todo lo que teníamos pendiente, pedí que se hicieran cargo de todo y que solo me enlazaran si era algo muy importante.

Me dirigí a casa de la manada para tomar una ducha y arreglarme, iría una vez más a casa de ex beta Jacob para cuidar y ver a Roxanne. Al llegar veo que esta entrenado con Jacob y con Matías uno de los guerreros qué tiene Jacob a su mando, no puedo evitar sentir celos, no me gusta nada que otro lobo este cerca de mi pequeña Luna.

Veo que Jacob la a entrenado muy bien, es muy buena en lucha cuerpo a cuerpo, pero si Matías se atreve a darle un golpe duro no dudaré en arrancarle la cabeza.

Terminaron el entrenamiento y entraron a su casa por el momento no creo que vuelvan a salir así que estaré vigilando las fronteras, dejare a uno de los guardias a cargo, y que me avise cualquier movimiento en casa de Jacob.

Todo en las fronteras está bien, hablé con cada guardia a cargo y me informan que no hay amenaza, que no se ha visto ningún lobo pícaro en estos días, eso me deja tranquilo. Recibo un enlace del guardia que deje a cargo de mi luna y me informa que la ha visto salir al jardín con el idiota de Matías, me apresuró a llegar para ver que es lo que está sucediendo y me doy cuenta de que están caminando por todo el jardín y hablando como si fuesen un par de amigos lo cual a mi lobo Ax no le gusta para nada, pero si quiero arreglar las cosas con mi pequeña Luna más me vale quedarme quieto y no armar un lío.

Pasaron toda la tarde juntos y yo aquí aguantando las ganas de entrar a esa casa y sacar a mi luna para llevarla conmigo a donde pertenece, como luna de esta manada y mi compañera predestinada debe estar a mi lado en casa de la manada, no sé si actuar como cavernícola sea la mejor forma, pero no puedo contener estos celos, mi lobo Ax es demasiado posesivo y no dejara que ningún lobo esté cerca de su pequeña luna a menos que el la allá marcado ya, pero estoy tratando de calmarlo no creo que eso funcione, mi pequeña no es una loba fácil de disuadir.

Por fin llegan Jacob y Griselda tendré que hablar con ellos no estoy dispuesto a seguir soportando a ese incompetente junto a mi luna, o toma distancia o yo mismo are lo que debí hacer desde que supe que era mi mate llevarla a mi lado, y no me importa si ex beta Jacob está de acuerdo. Veo salir a Matías y las ganas de hacerlo sufrir llegan a mi mente, pero estoy seguro de que mi duendecilla no me lo perdonaría, no me queda más que soportar este tiempo, pero are lo posible para que esté lejos de él.

La luz de su recámara continúa prendida y ya es de madrugada ¿Cuánto tiempo más va a tardar?, después de mucho tiempo más por fin las luces se apagaron, esperaré un poco para poder subir a su habitación no quiero que me vaya a descubrir, si no me echara a patadas.

Decido que ya es tiempo de subir y la veo ahí recostada en su cama, pero veo como se mueve una y otra vez, mi pobre luna no puede dormir, como quisiera estar ahí junto a ella para poder abrazarla sé que el vínculo la calmara al instante, busca el lado donde la noche anterior dormí a su lado y en cuando huele la almohada se queda quieta y después de unos minutos parece que por fin se ha dormido. Recorro la puerta del balcón y la cierro con mucho cuidado de no hacer ningún ruido, está ahí tan hermosa, me recuesto a su lado y mientras la abrazo me quedó dormido a su lado, esto ya se me está haciendo vicio dormir abrazado de ella y respirar su magnífico aroma, no importa cuanto tiempo tenga que esperar para que pueda perdonarme vale la pena cada instante, y me conformo con unas horas a su lado así este dormida sé que siente mi presencia y eso ayuda a que el vínculo se establezca y sea más sólido.

Ax ronronea como un tierno gatito, quien diría que hace un momento sentía unas ganas inmensas de romper el cuello de Matías.

Las horas pasaron y llego el momento de despertar y marcharme si no quiero ser descubierto, espero que por la noche mi pequeña Luna duerma más temprano para poder pasar más tiempo a su lado. Voy camino a casa de la manada a tomar un buen baño ayer pase toda la tarde en el bosque y estar sobre ramas y rocas no es lo más cómodo del mundo, pero nada de eso importa, solo estar con mi pequeña.

Mis abuelos están en la sala y veo la mirada reprobatoria qué me lanzan, pero no puedo ni quiero evitarlo, sé que podría parecer un acosador, pero solo quien realmente sabe lo que es el vínculo podría entenderme. Espero que la diosa luna me ayude y pueda por fin estar junto a mi pequeña mate, necesito que abra su mente y entienda que todo lo hice por protegerla, no tenía idea de que ella se asustaría tanto, es algo que en las manadas es muy común, pero debo de entender que para ella todo es tan diferente.

La diosa si que quiere jugar conmigo me hace esperar 10 años para encontrar a mi pareja y una vez que la encuentro es una pequeña terca que me hace perder la cordura, creo que esta enseñándome a tener paciencia, pero preferiría que por una vez me dejara ser feliz a lado de mi Luna.