La Niñera Latina.

Fernando: Te deseo Camila.

Camila: Y yo te deseo a ti Fernando.

volvieron a unir sus bocas en un beso exigente al estar en el pasillo Camila se alejo de Fernando un momento.

Camila: Espera se me quedó el monitor de bebé.

Camila fue corriendo al cuarto de Tatiana en busca del monitor, pero antes de salir cerró la puerta con llave, se quitó la ropa rápidamente entro al baño se dio una ducha rápida y se puso el conjunto de lencería más sexy que tenía.

Camila: Tengo que ir de compras no es posible que no tenga nada más sexi que este brasier de encaje.

Era un conjunto negro de encaje muy hermoso se coloco una bata de del mismo color y salió de la habitación justo para la de Fernando al abrir la puerta vio Fernando con la cabeza baja.

Camila: ¿Qué paso cariño?.

Fernando aún con la cabeza hacia abajo dijo.

Fernando: Es que como tardaste un poco en regresar pensé que te habías arrepentido.

Camila: Nada de eso, mírame.

Fernando levantó la cabeza y al ver cómo Camila se quitaba poco a poco la bata que traía puesta para así dar paso a su hermosa figura Fernando dejo de respirar por un momento.

De levanto de la cama y se acercó a Camila y comenzó a rozar con sus dedos el cuerpo de Camila tan suave que lo invitaba a seguir acariciando cada parte de este.

Fernando: Eres tan hermosa.

Dijo acercándose a sus labios para tomar posesión de ellos con un hambre de pasión y lujuria.

Fernando quito completamente la bata que traía Camila besando sus labios y bajando hasta su cuello sin dejar de besar ocasionalmente mordía y chupaba los gemidos de Camila no se hicieron esperar.

Fernando la cargo y Camila enredó sus piernas alrededor de su cintura mientras seguían besandose, Fernando la acostó suavemente en la cama sin dejar de besar.

Al verla a su merced bajo de su cuerpo le quitó el sujetador dejando libres a sus montañas que lo invitaban a ser lamidas por su lengua, mientras lamía, mordía y chupaba una masajeaba la otra he intercalarba para así darle atención a ambos, los gemidos de Camila inundaban la habitación, Fernando siguió bajando hasta llegar a la zona intima de Camila que masajeo por encima de la delgada tela con sus dedos, quitó lentamente la tanga y llego de besos su muslo interno al llegar a su zona su lengua invadió todo el lugar.

Camila: Aahh Fernando esto es tan delicioso.

Fernando: Tú eres deliciosa.

Dijo para seguir chupando y lamiendo su zona, la penetró con dos dedos y se dio cuenta de lo mojada que ya Camila se encontraba.

Camila: Fernando ya te quiero dentro de mí, Pero antes también quiero darte atención.

Camila se levantó y con besos le quitó la ropa a Fernando dejando besos por todo desde sus labios hasta su vientre mientras escuchaba los gemidos que provenían de los labios de Fernando, ella lo acostó y le empezó a hacer un oral que hacía gemir a Fernando como loco.

Fernando: Ah así Camila no pares.

Decía mientras Camila chupaba, lamía y besaba el miembro de Fernando, ya cuando Camila no aguanto más y necesitaba sentirlo se subió en Fernando y lo monto haciendo que ambos gimieran en placer, al principal Camila tenía el mando de las embestidas, pero Fernando tomo sus caderas haciendo las embestidas más fuertes en un momento Fernando tomo a Camila dejando bajo su cuerpo y tomando el control, besando sus labios sin dejar de penetrarla.

Fernando: Te quiero Camila.

Camila: Y yo a ti Fernando.

Ambos siguieron dándose amor hasta ya entrada la madrugada.

Exhaustos quedaron dormidos abrazados.

A la mañana siguiente ambos despertaron juntos y abrazados.

Fernando: Fue una maravillosa noche.

Camila: Yo diría que más que maravillosa, estuviste increíble.

Fernando: Yo no diría que solo fui yo, no pensé que pusieras ser tan perversa.

Camila: Son sosas ocultas.

Fernando: Que yo quiero saber, vamos a ducharnos, Tatiana ya debe estar por levantarse.

Ambos se ducharon juntos dónde nuevamente hicieron el amor, pero un poco más rápido, al salir y arreglarse vieron que tuvieron tiempo de todo, puesto que Tatiana estaba empezando a despertar.

Fernando: Ve arreglando a Tatiana que yo me encargo de hacer el desayuno.

Camila: Me parece perfecto.

Los dos se pusieron manos a la obra, después de desayunar Fernando se fue al trabajo al llegar tan radiante Daniel lo noto al instante.

Daniel: Pero mira que feliz te encuentras hoy, parece que te ganaste la lotería.

Fernando: Se podría decir que si, Camila me aceptó al fin.

Daniel: Magnífico, estoy muy feliz por ti amigo, espero ser el padrino de tu boda.

Fernando: Esta vez lo serás.

Daniel: Por supuesto esta vez sé que estarás con una buena mujer y no tengo que inventar viajes para no ir a tu boda.

Fernando: Te pasas Daniel, Pero en definitiva estoy increíblemente feliz, Camila es lo mejor que me ha pasado después de Tatiana.

Daniel: Definitivamente, Hoy tenemos mucho que hacer, ya que vienen los esposos que se odian.

Fernando: No va a ser fácil el día de hoy.

Daniel: Y más cuando se tengan que hacer las divisiones de propiedades.

Fernando: Hoy va a estar pesado el día, Pero el recordar que mis hermosas chicas me esperan en casa me dan las fuerzas necesarias.

Daniel: Mi amigo de verdad está feliz hoy.

En casa Camila estaba jugando con Tatiana cuando tocaron a la puerta.

Al abrir una hermosa mujer estaba al pie de la puerta.

Camila: Buen día, ¿en qué la puedo ayudar?.

Desconocida: Buen día, ¿se encuentra Fernando?.

Camila: No, ¿quién lo busca?.

Mónica: Soy su esposa Mónica, estaba de viaje, voy a pasar para esperarlo.

En un movimiento rápido Camila cerró la puerta y le puso seguro, no sabe porque el terror la invadió y lo único que pudo pensar fue llamar al señor Fabián, ya que Fernando le había dicho que hoy tenía trabajo fuerte e importante.

Al segundo tono la llamada fue contestada.

Fabián: Hola, ¿con quién hablo?.

Camila: Señor Fabián soy Camila.

El terror en la voz de Camila puso en aviso a Fabián.

Fabián: ¿Qué ocurre Camila por qué estás así?.

Camila: Mónica señor Fabián se encuentra en la puerta y sigue tocando diciendo que no se va a ir hasta que Fernando llegue tengo a Tatiana en el cuarto de Fernando estamos encerradas tengo miedo que me arrebate a la niña.

Y usted dijo que vivía cerca ¿puede venir?.

Fabián: Ya salgo para allá.