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La Mujer Que Fue Perfecta

La Mujer Que Fue Perfecta

Status: En proceso
Genre:Esclava / Sirvienta / Diferencia de edad / Atracción entre enemigos / Casada con el millonario
Popularitas:68.7k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Gloria Escober

Fui la mujer perfecta
En la oscuridad descubrí el placer, descubrí que mis piernas no eran para cerrar, que mi lengua podía acariciar y herir con el mismo arte.
Aprendí a gemir con rabia y a dominar con las caderas.
Ahora regreso. Con vestidos de seda y piel perfumada, con un cuerpo que aprendí a usar como un arma.
Él cree que vuelvo para cumplir aquella promesa. Cree que aún soy suya.
La mujer perfecta ha muerto. Lo que queda… es una diosa del placer y la venganza.
No viene a buscar amor. Viene a cobrar.

NovelToon tiene autorización de Gloria Escober para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

el odio de una hermana o su fragilidad

Después de la comida en casa de sus padres, donde todos habían sonreído más de la cuenta y fingido una paz que nunca existía, Víctor le tomó la mano y le dijo:

—Vamos a salir, necesito estar solo contigo.

Angeline no preguntó adónde. Solo se dejó llevar.

________________________________________

El parque estaba casi vacío. El sol de la tarde acariciaba los árboles con una luz dorada y dulce. Las hojas crujían bajo sus pasos mientras caminaban en silencio. Él llevaba un café en una mano, y con la otra no dejaba de rozarle los dedos.

—¿Alguna vez te imaginaste casada? —preguntó de pronto.

—No realmente... Supongo que de niña sí. Pero luego dejé de pensar en eso.

—Yo sí me lo he imaginado. Desde hace años. Desde que te vi por primera vez, cuando tenías… ¿quince?

Ella asintió, tímida.

—Eras callada, frágil, muy distinta a tu hermana. Me gustó eso. Me gustó tu forma de mirar el suelo como si fueras culpable por existir. Y pensé: esa es la clase de mujer con la que quiero compartir mi vida.

Angeline sonrió con nerviosismo.

—¿Y cómo imaginas esa vida?

—Tranquila. Cuidada. Quiero que te encargues de nuestro hogar, que lo llenes de belleza. Tendremos dos hijos, uno primero —varón, claro— y después una niña que se parezca a ti. Tú no tendrás que preocuparte por nada. Para eso estoy yo.

—Suena… bonito —dijo ella, aunque algo en su interior se tensó.

—No es solo bonito. Es seguro. Es perfecto. Contigo todo puede ser perfecto, Angeline.

Él se detuvo y la tomó por los hombros.

—Mírame. No voy a permitir que sufras. Nadie podrá hacerte daño. Pero tampoco aceptaré que pongas en riesgo lo que construiremos.

—No lo haré, Víctor —susurró ella.

Él sonrió.

—Lo sé. Por eso te elegí. No me gustan las mujeres ruidosas, ni las que quieren mandar. Yo te haré feliz... y tú solo tienes que dejarte amar.

Sacó un pequeño ramo de lirios blancos de una bolsa que había escondido bajo el abrigo. No eran rosas, no eran ostentosos. Eran simples, limpios, casi inocentes.

—Para ti.

Angeline los tomó con delicadeza.

—Gracias… son hermosos.

—No tanto como tú —respondió él.

Y de pronto, sin previo aviso, la cargó en brazos. Ella rió, sorprendida, abrazándose a su cuello.

—¡Víctor! ¡Bájame! Hay gente…

—¿Y qué si la hay? —dijo con una sonrisa desafiante—. Quiero que todos sepan que eres mía. Que la mujer más perfecta del mundo ya tiene dueño.

Ella lo miró sin saber si sonreír o temblar. Él la besó en la frente con ternura.

—No tienes que ser fuerte, ni valiente. Para eso estoy yo. Solo sé buena. Solo sé mía.

Y mientras caminaba con ella en brazos, entre los árboles, Angeline sintió algo dentro de sí partirse en dos: una parte quería dejarse llevar… y la otra empezaba, apenas, a darse cuenta de que amar también podía doler sin levantar la voz.

Angeline llegó a casa flotando. Aún podía sentir los brazos de Víctor, su perfume en el cuello, su voz diciéndole que era perfecta. Se abrazó a sí misma como si pudiera guardar ese instante para siempre.

Subió las escaleras de dos en dos y empujó la puerta de su cuarto con una sonrisa boba… pero allí estaba Mónica, sentada en su cama como una sombra esperándola.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Angeline, aún sonriente.

—Esperándote. Para ver si traías anillos en los dedos… o solo marcas en el cuello.

Angeline se sonrojó. Cerró la puerta con suavidad.

—No empieces.

—¿Y tú cuándo vas a dejar de jugar a las princesas?

Angeline la miró, sin entender.

—¿Por qué me hablas así? ¿Qué te hice, Mónica? ¿Es por Víctor? Si lo quieres… si todavía te gusta, te juro que lo dejo. No voy a pelear por un hombre con mi hermana.

—¡No seas ridícula! —espetó Mónica, poniéndose de pie—. No te odio por lo que tú crees que te odio.

—Entonces, ¿por qué? ¿Por qué me miras así, como si te repugnara?

Mónica la miró largo. Parecía debatirse entre gritarle o abrazarla.

—Te odio… porque ves como ángeles a los demonios que nos rodean —dijo al fin, con la voz quebrada—. Porque vives sonriendo en un campo minado y dices que huele a flores.

Angeline se quedó paralizada.

—Porque crees que obedecer es amar. Que decir “sí” es una forma de querer. Porque estás tan desesperada por agradar, por no hacer ruido, que te estás poniendo una soga al cuello… ¡y la llamas compromiso!

—Yo lo amo, Mónica…

—¡No! Tú no lo amas. Tú necesitas que alguien te diga quién eres, porque si no lo hacen, te quiebras. Y él lo sabe. Por eso te eligió a ti, no a mí.

Un silencio se hizo entre ambas. Doloroso, profundo.

—¿Me odias por eso…? —susurró Angeline.

Mónica bajó la mirada. Su voz salió más baja, casi herida.

—Te odio porque estoy sola en esta guerra. Porque mamá te adora por quedarte callada, por no pelear. Porque todos te ven como la hija ideal… y a mí como el error.

Angeline dio un paso hacia ella, los ojos llenos de lágrimas.

—Yo no te veo así…

Mónica se giró bruscamente.

—¡Claro que no! Tú no ves nada. No ves cómo nos usan, cómo nos venden como trofeos. No viste cómo papá cambió de rostro cuando supo que Víctor te quería a ti, no a mí. ¡Nunca te diste cuenta de cuánto dolía eso!

—¿Entonces sí te gusta?

—¡No es por él! Es por ti… por cómo sonríes cuando te destruyen. Por cómo crees que eso es amor.

Angeline se quedó quieta. Sintió que algo dentro de ella se quebraba, una fisura mínima, pero profunda.

—¿Me odias… de verdad?

Mónica no respondió al instante. Su mandíbula tembló. Caminó hacia la puerta, y al salir dijo, sin mirarla:

—Odio lo que te están haciendo. Y odio más aún que tú lo llames destino.

Y se fue.

Angeline se dejó caer sobre la cama, abrazando las flores que Víctor le había dado. Sintió que algo dentro de ellas se marchitaba… como si esa conversación hubiera arrancado un pétalo invisible de su alma.

1
Zaidymar 🌠
Devora la diosa de la seducción o la viuda negra porque el deseo por ella te puede llevar a la muerte
Zaidymar 🌠
Será verdad que la niña se parece tanto a Angeline?
Zaidymar 🌠
Está demonia viene arrasar con todo
Zaidymar 🌠
Comienzo del caos y a rodar cabezas
Zaidymar 🌠
Huy que cambio tan radical de ser un ángel puro y sin manchas a un demonio lujurioso
Zaidymar 🌠
Yegor era bello lastima que Devora le dió chicharrón con peló
Stefania Tonche
me encanta 💜
Iris Camacho Ortiz
Víctor a la única mujer que a amado es a Angeline y todavía la Mónica le dice que se va a quedar sin su amor, cual amor si entre ellos no hay amor, ella lo engaña con otro y el igual y todavía le dice que el es un mostruo, ella es peor por meterse con el esposo de su hermana, para colmó no quiere a la niña porque se parece a Angeline, es una cínica.
Iris Camacho Ortiz
Solo espero que no se convierta en una historia gay, pero esperare su venganza directa contra los implicados (Víctor, Mamá, suegra y Mónica).
Iris Camacho Ortiz
Wao qué explícita, prefiero los capítulos de seducción con hombres, esto es fuerte.
Iris Camacho Ortiz
Acaso la niña se parece a Angeline porque sera su hija, y que bueno que no se lleven bien Víctor y Mónica el no valoro a la mujer que valía la pena y esa vivora resulto una fichita, ojalá se separen.
Zaidymar 🌠: No el de Angeline era un niño y murió
total 1 replies
Iris Camacho Ortiz
Eso de que ande con hombres esta bien, pero ya que ande con mujeres si me desagrada, por eso no leo ese tipo de historias LGTB, pero lo que disfrutare es cuando este frente a Víctor.
Iris Camacho Ortiz
Eso de que tenga sexo con mujeres siendo sincera no me agrada, pero lo que más me gustaría es que regrese y este frente a Víctor y se pueda vengar de él y de las otras tres vivoras.
BERNARDINA PASTELIN
sería bueno también llevarlo a cabo, lo tanto para seducir más para fortalecer la autoestima de una .mmmmm interesante
Elizabeth Delvicier
gracias como siempre hermosos cada capítulo espero que todo esté saliendo perfecto tu tesis bendiciones
Elizabeth Delvicier
Que hombre tan estúpido no quererla x q se parece a su tía como su la niña tuviera la culpa de las calenturas que tuvieron ese par aunque me queda una duda podría ser la hija de Débora digo no xq ella dice q antes la madre la quería ahora no hum no se algo ahí de raro en esto
Elizabeth Delvicier
Vamos x el 🌍 haciendo lo q nos da la gana sin saber que podemos despertar un monstruo ese par de víboras fueron incapaz de salir del closet x el q dirán se llevaron la inocencia el alma y el ❤️ de una mujer que no les hacía daño ahora es una mujer que va a destruir y cobrar con 🩸 cada 😂 ojalá y los haga sufrir destruya sus almas y su 💔
Adriana Trejo
hay no carla tu eres inocente de toda esta venganza de debora pero lastimosamente te usará así que no te llegues a enamorar de ella
Adriana Trejo
pobre niña linda lo que tiene que pasar por esos dos inconscientes apartando a la niña , me gusta que no se lleven bien víctor con monica en su matrimonio ni modo jejejee
Adriana Trejo
ojalá que la venganza le salga bien a debora y que no tenga tropiezos en el camino 💛
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