Rostro Prohibido

Me llevaron al calabozo por órdenes de la primera esposa del rey, pase la noche en una celda fría y sin la más mínima Luz, el miedo se apoderó de mí toda la noche, escuché ruidos extraños, pedí a gritos que me sacaran de allí que era inocente, pero nadie me escucha desde aquí... Los días pasaban y solo sabía que era de día porque el guardia me traía comida una sola vez en el día... No comí ninguna de las comidas ni tampoco bebí... si Asya fue capaz de encerrarme aquí entonces también era capaz de envenenarme y luego desaparecer mi cuerpo para decirle al rey que me escape en su ausencia... Ni siquiera Esma sabe que estoy en este lugar... ¡Estaba débil... pero debo resistir hasta que llegue Mustafá, si lo logro entonces habré ganado y ella perdido!

¿Escuché pasos no sé que día era, tampoco que hora es? Me debilitó a cada segundo que pasa... Tengo frío y no siento Mis pies, ya no escucho el ruido de los roedores... ni siquiera puedo abrir mi boca... Solo deseo agua, pero no moriré por su mano... Prefiero morir de sed...

Asya estaba en el salón esperando noticias de Mustafá Pero no escribía, deseaba saber de su hijo... Un guardia llegó...

_ Mi señora perdón por interrumpir, es la prisionera...

_ Que sucede con ella?

Preguntó la reina...

_ Aún no ha comido nada, ya no se levanta ni habla...

Asya se levantó de su silla...

_ Estúpida, acaso quiere morir?

_ que sugiere mi señora?

_ hay que sacarla de allí, tampoco quiero que muera, además el silencio de Mustafá me está matando y no puedo lidiar con esa mujer ahora... Ya es suficiente castigo...

El guardia siguió las órdenes de Asya y salió hacía los calabozos a liberar a Alaní, la chica no reaccionaba tubo que llevarla cargada a su habitación! Al Esma verla se preocupó su estado no era bueno... Estaba sucia y también tenía grietas en los labios... estaba tan pálida como un muerto.

_ Oh no! Mi señora... ¿Está muerta??

Le pregunto al guardia ayudándolo a acomodar su cuerpo desvanecido sobre las sábanas...

_ Vendrá el médico no la dejes sola...

Asya Ardía en fiebre, temblaba por el frío y deliraba el nombre de Ibrahin y también llamaba a su padre...

_ Ibrahin... Ibrahim... Papá... Papá...

_ pobre! Está deliraba...

Esma busco enseguida algunas toallas y la limpió sin esperar indicaciones de nadie... cubrió su cuerpo con ropa gruesa y caliente, y la envolvió en cobijas... Luego fue por agua y le dio de beber...

_ Que le han hecho mi señora? Alaní no reaccionó! ¡Por su parte Asya envío al guardia a buscar un médico de afuera! No quería que el doctor del palacio se enterara de lo que habían hecho con Alaní, él le diría a Mustafá enseguida y hubiese estado perdida... El médico fue a ver a Alani y en ese preciso momento Asya vio llegar un carruaje... salió corriendo hasta llegar a él y Vio a su hijo Osman salir... Sus ojos se alumbraron enseguida... Pero no había otro carruaje y se preguntaba dónde estaba Mustafá... Después de abrazar a su hijo entre lágrimas le preguntó...

_ Y tu padre? Dónde esta Mustafá...

Enseguida su hijo se desvaneció

en sus brazos y Asya se desesperó...

_ Osmán hijo! ¿Que te sucedió? Guardias.... Guardias ayuda...

Los guardias llevaron a Osmán a su habitación y fue llamado al médico del palacio enseguida...

_ El príncipe tiene una herida causada por espada, la hemorragia la detuvo él mismo, hay que hacer una cirugía en el corte y rezar para que se salve...

Los soldados que venían con él explicaron lo que sucedió... ¡Un grupo de asaltantes los emboscaron y lucharon, querían secuestrar al príncipe, Pero Osman lucho con todos y cada uno de sus atacantes... fue herido gravemente, por eso tuvieron que detenerse en varios pueblos, el príncipe resistió todo el camino! El mismo curaba su herida... No dejó que nadie más lo hiciera... ¡Después de recibir la carta donde se le informó que su madre había tomado un veneno y estaba grave no quiso seguir recuperándose y viajo malherido, únicamente pensaba en llegar y ver a su madre con vida!

Otro médico trataba a Alaní, Pero también estaba muy mal, parecía que no resistiría al menos no está noche...