Los primogénitos de Luriel y Anahí deberán tomar decisiones que afectan a sus corazones y a las leyes de su pueblo. El amor en la Aldea representa el vínculo que los une y los protege de todo el mal que los acecha. Podrán prevalecer sus corazones para mantener la paz o deberán elegir sacrificar el amor por la Aldea.
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Te quise aclarar
Solo faltaba una semana para terminar sus estudios, había evitado los lugares donde podría encontrarse con Esteban., todos los días le mandaba flores, le llamaba por teléfono a su casa, pero ella siempre lo había rechazado. Tendría que verlo en el examen final, así que se había hecho a la idea que tendría que tolerarlo. Luego simplemente se iría a su tierra, trabajaría como ayudante de su abuelo, para continuar con sus investigaciones para la universidad.
Ese día tenían reunión con la catedra de farmacología y sabría quién sería su compañero para un trabajo de investigación específico sobre plantas. Por un segundo el temor que le pusieran a Esteban como compañero cruzó por su mente, pero lo desechó rápidamente porque su ex prometido no tenía los créditos suficientes para ser su segundo.
Sin embargo, su temor se convirtió en realidad, ambos se quedarían a cargo del investigador Mario Toledo y por lo menos por seis meses tendrían que trabajar juntos. Al chequear los créditos de los candidatos, descubrió que una empresa privada certificó que Esteban estaba haciendo trabajos en sus instalaciones y eso le permitió posicionarse como su segundo. Ella lo desconocía completamente.
- Guací… - dijo una voz a su espalda – haré lo que quieras con tal que me perdones…
- Pide otra comisión entonces… - contestó sin voltear a verlo
- ¿Tienes miedo a no poder controlarte si me tienes cerca? – su voz sonó como si se estuviera conteniendo una carcajada – sé que sigues enamorada de mi…
- Por supuesto que siento algo por ti – dijo girándose para verlo a los ojos – porque yo no te estuve mintiendo como lo hiciste tú… - cuando él intento volver a hablar, siguió – pero lo que vi y lo que escuché me hizo entender que no eres el adecuado para mi…
- Si lo soy… - dijo mientras que la abrazaba de golpe e intentaba besarla a la fuerza – no seas tan complicada…
- ¡Suéltame! – Guaci habló suave para no hacer ningún escándalo – te dije que me sueltes… - lo empujó suavemente pero Esteban no cedía.
- Mi hermana te pidió que la soltaras… - dijo Karaí mientras que le apretaba con la mano el hombro con un gesto que parecía completamente inocente…- si sigo apretando tu clavícula se va a romper… y te va a doler…
- Esto es entre Guací y yo… - le contestó con un gesto de dolor mientras que torcía levemente su cuerpo tratando de zafarse de esa mano que parecía una prensa
- Desde el momento en que te pidió que la soltaras es entre tú y yo… - dijo sonriendo y apretando un poco más…
- No te atreverías a armar un escándalo… - ya casi no soportaba el dolor – te puedo denunciar… y perderías tu titulo
- Pruébame… - apretaba un poco más – yo no quiero ejercer de medico… yo solo vine a aprender…
- Están locos – dijo soltándola – pero no te vas a poder deshacer de mi… la reputación de tu abuelo está en juego…
- ¿A qué se refiere…? – le preguntó a Guaci mientras la abrazaba
- Consiguió ser mi compañero para investigar con el abuelo… - el odio se notaba en su tono
- No importa donde estén… si ella te pide que la sueltes o que no la toques… - le sonrió con sarcasmo – le haces caso… los Tecol tenemos reglas muy sencillas… cuidar a nuestras mujeres es la numero uno…
- Yo no le quiero hacer daño… es mi novia… - trataba de verse seguro
- No es tu novia… - dijo riéndose – también tenemos reglas para aceptar a extranjeros…
- Tú me acabas de reconocer que me quieres… - le vociferaba a Guací mientras se friccionaba el hombro dolorido – ¡díselo!
- Lo que yo sienta por ti es irrelevante… - comenzó a andar y estiraba a su hermano de la mano – no vales la pena… ni siquiera vales que mi hermano te enseñe a ser hombre…
- No voy a renunciar a ti… - grito más fuerte mientras que la veía caminar rápido con su hermano alejándose de ese lugar.
Cuando se cercioró que nadie lo podía escuchar, tomó su celular y marcó un número.
- Estoy en su equipo… - se notaba que le ponía nervioso la persona con la que hablaba - no me perdonó todavía… la voy a convencer… está enamorada de mi… no va a ser un problema…
Cortó la comunicación y volvió a friccionarse el hombro mientras que sentía el odio aflorar.
- Malditos indios mugrientos… - dijo entre dientes – me la van a pagar una por una…
Los hermanos Tecol caminaban ajenos a todo el plan que estaban trazando alrededor de su familia.
- ¿Estás bien? – dijo Karai deteniéndose y abrazándola con cariño –
- Si hermano… - lo empujó suavemente – no necesitas protegerme todo el tiempo… puedo romperle la nariz fácilmente – comenzaron a reír los dos
- Esa maniobra que te enseñé es la que mejor te sale… - la volvió a abrazar con cariño –te quiero hermana… y no te preocupes por él…
- No quiero preocupar al abuelo o a papá… - lo miró a los ojos – no les digas que él fue mi novio…
- Te voy a guardar el secreto mientras crea que no corres peligro… - le advirtió
- Me rompió el corazón… - dijo avergonzada – pero no es un peligro, es solo un imbécil…
- No lo sé cariño… - seguía preocupado – nunca me ha gustado y puede ser eso lo que me hace tener mis reparos… - le tocó la nariz con cariño – menos mal que no te vas a casar con él…
- No me voy a casar nunca… - dijo bajando la cabeza avergonzada – ya no soy pura… - se confesaba porque sabía que su hermano era incondicional con ella – por despecho tuve sexo con un desconocido…
- ¿Y eso que tiene que ver…? – sonreía con piedad – hoy en día la virginidad no es tan importante…
- Quiero quedarme en la aldea… - comenzó a reflexionar – y si me tengo que casar con alguien de la tribu sería una vergüenza para papá…
- ¿Y si te enamoras de alguien…? – seguía insistiendo - ¿y si llega a tu vida alguien que te hace sentir diferente?
- Eres demasiado romántico hermano… - trataba de evitar seguir el tema de conversación – crecimos viendo a nuestros padres que ya son empalagosos con su amor… pero esos son casos de uno en un millón…
- Los abuelos también tienen una hermosa historia de amor… - seguía defendiendo su postura
- Pues esa tradición familiar va a continuar contigo que vas a ser el cacique… - sonreía molestándolo
- No quiero ser cacique… - su voz apenas se escuchó – no tengo el instinto de papá… yo prefiero ser el sanador…
- Creo que tienes que hablarlo con papá... – lo abrazó consolándolo – él ha roto muchas de las reglas ridículas que tiene la aldea… así como no nos obligó a comprometernos en la adolescencia y nos permitió estudiar, tal vez también puedas elegir esto…
- No se lo digas… - sonrió en complicidad – un secreto cada uno…
***
Iván estaba desesperado, las cámaras del bar mostraban que la chica había salido de su departamento y simplemente se había alejado de allí caminando de forma apresurada. Viéndola en las imágenes seguía pensando que era una mujer hermosa y que había algo en ella que lo volvía vulnerable, esa manera de besarlo y de olerlo principalmente le había despertado instintos que ni siquiera sabía que los tenía.
“Hueles rico… nadie que huela así puede ser malo…”, la frase no salía de su cabeza, acompañado con la imagen de ella abriéndole la camisa para olerlo… no pudo evitarlo y volvió a olerse… el brazo… el hombro… incluso se olio las axilas… no notaba nada fuera de lo normal.
Nadie que diga algo como eso puede ser muy normal… a lo mejor era una chica con alteraciones mentales… pero cuando se dio cuenta que él mismo también se había sentido atraído por su aroma… y que tampoco podía asegurar que era su perfume o su desodorante… comenzó a reír como desquiciado… mientras que buscaba un contacto en su celular…
- Daniel… - dijo al auricular en cuanto del otro lado de la línea atendieron la llamada – necesito el número de la agencia que contrataron ayer…
- Tengo que decirte algo respecto a eso… - dijo rápido su amigo
- No me interesa lo que tengas para decirme… - lo interrumpió bruscamente – aun no les he perdonado que se metan en mi vida… - e insistió con voz de mando – quiero ese número ahora mismo… y el nombre que utiliza la acompañante…
- Bien… - dijo riendo su amigo – después no me recrimines que no te lo dije… te mando el contacto…
Iván esperó unos segundos y luego sintió que el mensaje entraba, lo miró por varios segundos… y luego entró otro mensaje: “me dijeron que enviarían a la joven y hermosa Ema”. Luego un tercer mensaje: “que conste que te quise aclarar”