Después de la desaparición de su hija, la primera princesa de Asdefor, los reyes adoptaron a Valentina Befort, ella creció amada por su nueva familia. Pero todo se derrumba cuando la verdadera hija de los reyes es encontrada. Esta no solo le quita el amor de sus padres, también se lleva la atención de su prometido, convirtiendo a Valentina en la cruel villana que envidiaba a su hermana, a quien intenta asesinar. Su destino es la muerte por su crimen contra la princesa real, pero la historia no acaba con un final feliz, ya que los protagonistas encuentran su final en manos del cruel villano, Maximiliam Chevalier.
Pero ahora, otra alma ha reencarnado en Valentina y esta no piensa tener un final miserable por culpa de las personas que la traicionaron, así que, en busca de su supervivencia, se acercara a Maximiliam, el villano, siendo este, la mejor opción para cambiar su destino y su cercanía a él la llevaran a descubrir su verdadero origen.
¿Podrá Valentina escapar de su miserable destino?
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capítulo 12- fiesta...
La preparación estaba terminada, gracias a que la reina tuvo ayuda de las mujeres nobles que pertenecen a su séquito y tras acabar, se han sentado a charlas y beber té, así que la reina presume que el príncipe Maximiliam, estaba en el palacio como invitado de honor a la fiesta y que es muy probable que Frida, sea su acompañante esa noche y quizás estén a un paso de comprometerse, todas las damas elogian a la reina, pero una parecía callada y preocupada, de lo cual se dieron cuenta y no dudaron en preguntar.
— no quiero ser grosera majestad, pero yo he ido a la capital del imperio y he escuchado cosas...sobre la familia imperial...— expresa preocupada la mujer.
Las otras se miran entre si, incluso la reina se ve confundida, pero no esta dispuesta a retractarse de nada.
— ¿que has escuchado? No creo que sea nada malo...—
— se dice que los hijos de los emperadores solo pueden casarse con una persona destinada a ellos, porque un solo beso puede ser mortal para la otra persona, si esta no es la correcta...Los hijos y nietos han heredado ese poder mortal de la emperatriz Maxime Chevalier...— susurra con temor.
Todas las presentes estaban sorprendidas, la reina ya había escuchado todo eso, pero cree que solo son tonterías para alejar a las mujeres de los hijos de la emperatriz.
— entonces sin duda mi hija es esa persona destinada, ya que no ha muerto.— levanta la cabeza con orgullo.
Esto solo les hace creer a las mujeres, que Frida y ese príncipe ya tienen un amorío, aunque sería muy malo para su reputación, ya que existe el rumor de Frida y Alvin siendo muy cercanos, pero esas mujeres no dicen nada, no tiene caso discutir de eso con la reina.
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La noche había llegado, en el pueblo el festival daba inicio y al palacio iban llegando los carruajes de los nobles, quienes entraban tras ser anunciados por el guardia de la puerta, la reina y el rey son anunciados, bajando por el balcón interno de aquel salón, hasta llegar a sus tronos, Omar, también entra y toma su lugar.
"La princesa real, Frida Befort, va entrando, con el joven duque, Alvin Cremond."
Rápidamente las miradas se posan en la pareja que recién baja las escaleras, la reina puede notar la confusión en todos, no se suponía que sea así, se supone que su hija debería entrar del brazo del príncipe Maximiliam.
—¿que significa esto? Había dicho que usted hablaría con el príncipe...— le murmura al rey.
— su alteza rechazó la petición, así que mantén la compostura y no arruines la noche.— le advierte.
La reina no tiene de otra que mantenerse callada, pero le dirige una mirada de desaprobación a Frida. Tras su entrada, el guardia pide su atención, pues el invitado del honor ha llegado.
"Su alteza imperial, el príncipe Maximiliam Chevalier del imperio Trois Blanc, viene acompañado de su alteza, la princesa Valentina Befort."
La reina se para de un salto, mientras que todos los presentes se muestran confundidos y no es para poco, ya que la princesa Frida siendo soltera, entro del brazo de Alvin, el prometido de Valentina, mientras que esta acompaña al príncipe Maximiliam. Valentina dirige su mirada a la reina y sonríe con arrogancia, mientras que la mujer apenas y puede aguantarse su coraje, porque ella misma sabe que pronto saldrán mas chismes con respecto a esa noche. Valentina estaba del brazo de Maximiliam, mientras a este le saludan por los nobles.
No muy lejos de ellos, Frida observa a Valentina con enojó, no le agrada que Maximiliam la haya elegido como su acompañante y es que sabe que su madre también se enojara con ella.
Algunas mujeres mayores se acercan a Valentina saludando de manera cortés.
"Nos tiene sorprendidas, usted tiene un prometido y sin embargo acompaña al príncipe imperial."
"Las personas podrían malinterpretar la situación." Menciona con cierto tono de burla.
— ¡oh! Cierto, el anuncio aun no se hace oficial, pero, se hizo un cambio, es mi hermana quien se casará con el joven duque Cremond, ustedes ya saben, ¿no? Son tan cercanos y creo que en mi ausencia, hubo ciertos acercamientos.— les susurra.
Tras decir eso, se muestra triste, las mientras que las mujeres se han quedado confundidas, sin saber que responder.
— yo estudiando, mientras mi hermana y mi prometido, teniendo un romance ilícito.— se cubre la boca ahogando un sollozo.
Tras decir esto, se disculpa con Maximiliam y se aleja de aquel lugar. El rubio solo observa, pero puede ver como aquellas mujeres hablan entre si, debido a lo que ha dicho Valentina. No cabe duda que esa chica sabe como reaccionar ante las sisañas de las mujeres.
— es tan lamentable lo que le han hecho, los reyes hacen menos a la princesa Valentina, solo porque es adoptada. Con reyes así, este reino no prosperará, mis padres estarán muy decepcionados...— se lamenta.
Tras decir esto se aleja de las mujeres y estas se quedan calladas, pero algo consternadas por las palabras de Maximiliam, pues si los emperadores saben la clase de reyes que tienen, estos pueden considerar una amenaza el reino.
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Valentina ha salido al balcón, por lo que fue seguida por la reina y esta cierra la ventanas del balcón.
—¿que crees que haces? ¿Crees que una plebeya como tu tendrá al príncipe imperial? Eso jamás, Frida es quien se casará con él.— le grita.
— si es así, ¿por qué esta asustada?, Tiene miedo, lo se, ahora todos saben como mi hermana se robó a mi prometido.— se abraza así misma mostrándose triste.
— ¿asustada?, Frida será quien se case con el príncipe imperial...— expresa con enojo.
La reina se aleja y al entrar, se asegura de que nadie vea, para cerrar las puertas con llave. Valentina intenta entrar pero no puede, parece que esa mujer en verdad esta asustada de ella. Pero eso no la detendrá, aunque escucha un ruido y al voltear, había dos hombres en el barandal mostrando las dagas en sus manos.
— debes haber hecho enojar a alguien muy influyente, princesa.— menciona uno de los hombres.
El hombre se acerca para atacar, pero ella esquiva el ataque y logra darle una patada, así que el otro hombre la sujeta del cuello por detrás, aunque ella fácilmente lo golpea con el codo y lo empuja por el balcón causando que caiga.
— maldita...— grita su compañero.
Intenta atacar de nuevo, pero Valentina le esquiva saltando hacía el otro balcón, pero contrario a lo que el hombre piensa, ella no entra al salón donde esta la fiesta, solo se queda en el barandal, levantando una mano, de la cual se ve como se forma una especie de arco, del cual crea una flecha de energía oscura. Al ver esto, el hombre se agacha para cubrirse con el barandal, pero Valentina suelta la flecha y esta atraviesa la piedra del barandal, dándole directamente en el pecho.
— magnífico, sabía que no eras una chica débil.— se escucha la voz de Maximiliam.
— si estaba viendo debió ayudarme...— le reprende.
—¿por qué ayudarla? Sabía que no serían un problema.— y si tenía problemas, claro que la ayudaría.
Maximiliam la sostiene de la cintura para bajarla del barandal, aunque esto sorprende un poco a Valentina, aún así no se enoja, ya que el rubio ha sido cortés con ella.
— creo que ahora se quien intenta matarme, la reina debe de estar desesperada.— sacude su ropa.
Maximiliam le hace levantar el mentón, notando un leve enrojecimiento en su cuello, debido a que el otro hombre la sostuvo. Maximiliam gruñe bajo, ese maldito, si no se murió en la caída, se encargará de acabar con él, personalmente.
— es mejor si nos vamos, no querrá que vean esto.— señala el cuello de la albina.
— será interesante ver como el invitado especial se va antes de tiempo.—
Valentina deja ver una leve sonrisa, se le acaba de ocurrir algo muy divertido.
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