Cian ha tenido desde hace cinco años una enferma obsesión con un personaje de un libro, el malvado archiduque que acosa a la protagonista hasta... ¿Enamorarla? ¿¡Qué demonios!? ¡Claro que Cian quiere tener su lugar! ¿¡Dónde quedó la co-protagonista que la salva de las manos del villano dejándolo triste y solo!? ¡Claramente hay un error aquí!
Entonces, ¿qué podía hacer él para tener a su hombr... Cof... Cof... Digo, el final que quiere? Si era originalmente un Yuri omegaverso, ¿a que las protas deben estar juntas y él llevarse al villano?
Vete tú a saber, pero entra al libro con la mala suerte de ser el esclavo del archiduque, ¿que muere? Nah, pero es que ni sale en el libro original. Oh, espera, sí sale, se muere de gripe.
En fin, solo queda tirar los dados y confiar en la suerte de Cian para conquistar a su desconfiado Ahderon Xic Vermish Trivax Vell... Parece trabalenguas...
🦋Dato curioso: me conozco, sé que a mitad se va a ir poniendo turbio... :3 perdón por adelantado
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Capítulo 21
...🐈⬛Narra Cian🐈⬛...
El juicio empieza y los nervios me atacan haciéndome tomar asiento y mirando el rostro de Ahderon. Muerdo mis uñas y respiro profundamente esperando ver su plan... Espero que tenga alguno.
Crowley se ve como todo un profesional, maldito hijo de perra. Tiene puesta su toga y observa a mi hombre como si este fuese su turno de ser el verdugo, algo que no es mentira.
—Duque Ahderon, ¿sabe de qué se le acusa? —expone Crowley.
—Sí, del asesinato del rey mientras se encontraba en mi residencia principal —responde Ahderon con suma calma.
—¿Cómo se denota? —pregunta Crowley.
—Culpable —responde Ahderon y todos en la sala se quedan de piedra, incluso yo.
¡¿Qué carajos, no debería decir eso?!
—¿Qué...? —dice Crowley como si no esperase eso para nada.
—Sí, soy culpable de su muerte ¿Merezco morir, no? —responde Ahderon con una paz qué me hace pensar que perdió la cabeza.
La emperatriz madre le mira mientras aprieta con fuerza el brazo de su asiento. No parece haber esperado una confesión así de descarada.
Dios mío, incluso así él se ve sexy.
Neliver me mira y luego a él, para terminar sonriéndome y agregando: entonces tu plan era convencerlo de confesar, eres genial, Cian.
No entiendo nada...
—Entonces, ¿terminó el juicio? —dice mi hombre mientras extiende sus manos con las esposas, unas que no podrían retenerlo si se transforma.
—¡Eres un monstruo, debimos asesinarte cuando pudimos! —grita la emperatriz madre mientras se asoman las lágrimas por sus ojos y veo temblar sus manos.
—Lo soy —responde Ahderon y un disparo se escucha en la sala, uno que impacta en la cabeza de la emperatriz haciéndola caer sentada en su silla.
La sala se llena de gritos por todos lados mientras las puertas se abren y entran guardias qué no son los del palacio y masacran a todos.
Ahderon ni se ha movido.
Neliver me toma del brazo para tratar de huir conmigo y forcejeo para soltarme, desgraciadamente este débil cuerpo no puede contra él y soy arrastrado junto a su figura a una salida secreta debajo de los asientos.
Lo último que veo es la sonrisa de Ahderon, una que podría ser digna de demonios sin pizca de piedad sobre todos los que están siendo masacrados en su presencia. Lo está... Disfrutando...
Cierto, el es el villano... Dios, que excitante.
Sus ojos se cruzan con los míos y su semblante se endurece al ver a Neliver a mi lado llevandome de la sala. Su transformación empieza, la de un hermoso lobo plateado que ayuda a aumentar los gritos de terror de los invitados.
Los guardias de Neliver me llevan cargado por las catacumbas mientras grito tratando de volver donde Ahderon.
—¡Suéltame, debo asegurarme de que esté bien! —digo sin lograr liberarme del agarre de uno de sus guardias.
—Cállate, ese maldito planeo todo eso... Tenía gente infiltrada... —dice Neliver sin detener sus pasos—. Es peligroso volver, todo va a estar bien mientras yo viva, Cian.
—Déjame volver con Ahderon, por dios, te voy a sacar los ojos, maldito —grito y el guardia me toma por el cuello, deteniendo su agarre intenso cuando Neliver le regaña.
—Lo siento, su alteza —dice el guardia—. Le había amenazado.
Neliver toma la misma espada del hombre y con esta corta su cabeza con una facilidad sorprendente. Mis atuendos blancos se manchan de sangre al igual que mis cabellos. Los ojos violetas se clavan en mí y de a poco una sonrisa de placer se dibuja en su rostro.
—Nadie puede tocar a Cian, ya veré como deshacerme del duque —comenta Neliver y golpea mi cabeza con la parte trasera de la espada haciéndome caAsesinarnsciente—. Vámonos.
...🦋Narra Ahderon🦋...
Aseinar a todos en la línea y obtener el reino, no era mi plan original para esta fecha, pero sería el indicado para el juicio.
Nadie puede sobrevivir en esta sala, una donde hasta yo terminaré herido y para eso debo asegurarlo.
Crowley pronuncia su pregunta inicial y admito parte de mi culpa. Una falsa, teniendo en cuenta que posiblemente todo fue cosa de Cian...
Quizás incluso su herida a Vicaria...
¿Qué planeas?
Las balas empiezan desde los cristales, los cuales revientan por el impacto y la anciana bruja cae inerte.
Quiero reír, por fin me deshice de usted, quien volvió mi infancia la de un niño que se convierte en monstruo ante la luna llena y las madrugadas se vuelve alguien menos controlado.
Busco a Cian con la mirada en el público mientras los guardias cortan la carne de los invitados y este está huyendo. Se escapa por uno de los pasadizos junto a futuro emperador Neliver...
¿Realmente tienen algo?
¿Cian?
Su mano se extiende hacia mí mientras es llevado...
Tranquilo querido Cian, no van a poder huir por mucho tiempo...
Mi cuerpo se vuelve el de un lobo enorme de cinco metros, ese que dijiste que te gustaba. Dije que lo asesinaría por ti, ¿debería devorarlo?
¿Debería devorarte?
prioridades.