Reencarne En El Cuerpo De Mi Alfa Destinado.

Días después...

_ Tío Daniel, ¿es así?

_ Así es _ Abel le hizo una demostración más_ Hiciste un buen trabajo, Josh.

Joshua sonrió feliz y lo miró de nuevo.

_ Tío Daniel, ¿cómo sabes que mis papás me llaman Josh? ¿Mi papá te dijo eso?

_ No _ Abel le di un golpecito en la nariz _ Tu papá no me lo dijo.

_ ¡¿Es papá?! ¡Papá te lo dijo! _ La carita de Issac parecía muy emocionada.

_ ¿Qué más sabes, tío Daniel?

_ ¿Yo? _ Abel le levantó una ceja _ Lo sé todo.

Issac lo miró con los ojos muy abiertos. Se veía tan lindo.

_ Tu papá dijo que, debido a que Josh ya no podía quedarse en su estómago y quería salir rápidamente, se tocaba el estómago y le decia: 'Pequeño bebé, Josh quédate unos días más. Sal más tarde, ¿por qué no?' Y cuando naciste te llamaron Josh _ Abel puso su brazo sobre su hombro, se acercó a los dos pequeño Alfas y les limpió los ojos rojos _ Papá te ama mucho, así que Josh y Saac deben ser fuertes pase lo que pase.

Joshua se sorbió la nariz, se recompuso y comenzó a tocar el piano nuevamente. El piano tocado por el niño era melodioso y alegre, pero ahora escondía algo de tristeza.

Para enseñarle a Joshua e Issac a tocar el piano, Abel salió temprano del trabajo. Hudson todavía estaba trabajando muy duro en la empresa. No sabía si había demasiadas cosas en la empresa o simplemente no quería volver en absoluto.

Joshua estaba en la escuela primaria, Isaac estaba en el jardín de infantes y la bebé Omega que vió una vez en el hospital fue atendida por el propio Hudson.

Abel recordo que es estos días en la última reunión, cuando Hudson sostenía la bebé y le orinaron encima, por qué traspaso el pañal mientras Hudson aún tenía una cara solemne en ese momento. En ese momento realmente Abel quería reír, sus lágrimas también casi se salieron.

Mientras Abel recordaba, la cerradura de la puerta giró dos veces. Escuchó los sonidos y fue a la puerta y vio a Hudson como atrapó la pequeña bomba Joshua que voló hacia él.

_ Papá... Papá... Papi le gustaba mucho este juego, es decir, nunca decía la verdad a nadie. Lo levantó y lo sacudió dos veces.

_ Llamalo tío _ Hudson volvió a decirle.

Abel ni siquiera pudo recordar cuántas veces habían corregido a Joshua. Sin embargo, fue muy insistente.

Hudson todavía tenía a la pequeña en sus brazos. Cuando entró, siguió mirando al pequeño y le arrojó a Abel a los dos grandes.

Abel llevó a Joshua a lavarse las manos y siguió pensando en Noelia. Hudson, que parecía culto, en realidad era simple, crudo y conciso.

En cuanto a quién extrañaba, miró el retrato familiar de las cuatro personas en la pared y se rió amargamente.

_ ¿Cómo estuvo Noelia hoy?, ¿se portó bien? ¿No lloro mucho? _ Abel acomodo a los dos pequeños Alfas y preguntó en la puerta.

Hudson no dejó de cambiar la ropa de la pequeña muñeca. Escuchó su pregunta y escupió dos palabras.

_ Bastante bien.

Abel se lo preguntó por el aburrimiento, y justo cuando estaba listo para irse a su vieja casa, escucho a Hudson decir.

_ Siéntate.

_ ¿Ah? ... Oh, no está bien.

Hudson enganchó el abrigo y se puso un delantal.

_ Quédate, necesito hablar contigo.

 Abel vió que Noelia se había dormido profundamente, así que fue a atender la tarea de los dos pequeños Alfas por su cuenta.

Joshua siempre actuaba como un pequeño adulto frente a su hermano Isaac. Vió que escribía con la mano de su hermano de manera solemne. Isaac dibujó un trazo a trazo, y el niño trabajó tan duro que comenzó a salir sudor.

Abel se sentó y observó sin perturbar a los hermanos.

_ Ah Papa.

_ ¿Sí? _ Abel ve a Hudson girarse para mirarlo _ ¿Qué pasa?.

_ Tío Daniel _ La cara de Joshua tenía un poco de frustración _ Hermanito, no entiende lo que estoy diciendo.

Abel miró más de cerca, tomó el lápiz y dibujo una imagen en el papel.

_ Mira ... Esta es una gran manzana, es de Saac. Joss tiene cuatro. ¿Cuántas manzanas tienes en total?.

Joshua tiró de sus dedos.

_ Cinco... cinco.

_ Correcto _ La mano de Abel continuó dibujando _ Si tú papá tenía cuatro manzanas y te dio una, ¿cuántas le quedarían a papá?.

Isaac murmuró y pensó durante un largo tiempo.

_ No... ninguna.

_ ¿Por qué? _ La resta del niño simplemente no era muy buena _ Cuatro, menos dos...

_ Porque papá le dará todo a papi.

Abel quedo atónito durante un largo tiempo antes de sonreír y llorar (de alguna manera). Cambió el ejemplo y, por fin, el pequeño Alfa pudo aprender.

_ Sí... esto es todo.

_ ¡Papi es genial!.

_ Eso no es verdad _ Abel torció la cara del pequeño bribón antes de escuchar la interrupción de Hudson.

_ Llama al tío, Daniel _ Miró a Abel por un momento.

Abel se preguntó cuánto tiempo había estado parado en la puerta. Les dijo a sus dos preciosos hijos.

_ Lávense las manos y coman.