¿Qué pasaría si una chica rebelde y algo desordenada se encuentra con un chico cool pero problemático?
Anugerah Larasati Van Houten, la única hija de la familia más rica del país, tiene una personalidad un tanto desordenada que pone de los nervios a su madre, pero su inteligencia está por encima de lo común. Su padre, por otro lado, guarda un secreto sobre su identidad.
Y Bintang Wicaksono, un chico marcado por una familia disfuncional, es el líder de su propio grupo de motociclistas, junto con sus amigos.
"¡Tsk... No me gustan las chicas molestas como tú, me incomoda estar cerca de ti! ¡Lárgate!" dijo Bintang.
'Estoy cansada de perseguir algo incierto. Durante meses he corrido tras ti, pero siempre es otra chica quien gana. Puedo apartar a todas las chicas que te persiguen, pero me rindo cuando eres tú quien persigue a otra. Me voy, Bin. Espero que seas feliz con tu elección.' pensó Laras.
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Capítulo 18
"Qué persona tan molesta, cuando se queda, nunca es por poco tiempo. ¡Eres un niño abandonado!", dijo Laras.
"Laras, no hables así. Me duele la vesícula, tus palabras me hieren el corazón", protestó Ellora, aunque no se ofendió en absoluto. Porque sus bromas siempre eran así, si alguien que no los conocía los escuchara, seguramente lloraría a gritos, ofendido.
"Ay, qué dramática. El, ahí está el vendedor de hierbas. Quiero...", Laras corrió delante de Ellora, acercándose al vendedor de hierbas.
"Sra. Nur, quiero su té helado", dijo Laras de repente.
"Esta chica, qué costumbre. ¿Realmente soy la Sra. Nur del puesto de comida? Pides té helado. Si le pidieras a la Sra. Nur del puesto de comida, te daría ofrendas florales", respondió la Sra. Nur en tono de broma, porque Laras la molestaba con demasiada frecuencia. Así que parecía que había contraído el virus de la locura.
"Eso será para esta noche, justo para la noche del jueves. Ya que hay alguien que va a rondar por ahí, yo me encargaré de las flores y las velas", dijo Laras con indiferencia.
"¿Estás insinuando que yo soy la que va a rondar?", preguntó Ellora sin poder aceptarlo, entrecerrando los ojos y mirando fijamente a Laras. Pero la persona a la que miraba no parecía importarle.
"Sí, ¿quién más?", respondió Laras despreocupadamente, la Sra. Nur soltó una risita.
"Oye, Sra. Nur, usted sería más adecuada. Su risa ya es perfecta, vamos a robar a la gente esta noche, Sra.", dijo Laras con inocencia.
"¿Qué, vamos a robar, Sra. Ras?", dijo la Sra. Nur con tono interrogativo.
"Sí, luego, si alguien pasa. Usted se ríe como lo hizo antes, Sra., nuestro objetivo será la pareja que está en los arbustos. Seguro que saldrán corriendo, dejando su moto", respondió Laras, Ellora se echó a reír a carcajadas. Realmente no podía creer el cerebro de su amiga.
"Chicas guapas con cerebro de criminal", comentó la Sra. Nur.
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"Wooow... de verdad que Laras ha venido temprano, eh", comentó Bayu, como de costumbre, recibiría un golpe de Laras.
"Ay... eres realmente mala, Ras, parece que golpearme se ha convertido en tu desayuno", dijo Bayu molesto.
"Parece que se ha convertido en tu segundo nombre, ENVIDIOSO. BAYU ENVIDIOSO RUBIANTORO, ese nombre ya es una locura", dijo Laras mientras negaba con la cabeza, orgullosa del apodo que le había puesto a su amigo.
Bayu se acercó inmediatamente a Laras, quien sabía lo que Bayu iba a hacer. Inmediatamente le dio una patada en la pierna, Bayu gritó de dolor mientras saltaba y se frotaba la pierna dolorida.
"¿Qué le pasa? ¿Síndrome premenstrual? Siento que aún no es la fecha, ¿o está... embarazada?", preguntó Bayu, ya que eran amigos desde hacía mucho tiempo. Bayu incluso se sabía de memoria la fecha del síndrome premenstrual de las dos mujeres que tenía delante.
¡ZAS!
¡ZAS!
Incluso su novia se unió a la paliza a Bayu.
"Tu boca, amigo mío, es como la de alguien que nunca ha ido a la escuela. ¿Qué pasa si hay alguien hablando en serio?", dijo Ellora enfadada.
"Sí, tu boca, parece que pide que la cosa", añadió Laras, que entendía un poco lo que Ellora estaba diciendo. Porque a menudo escuchaba a Ellora hablar en javanés cuando hablaba con el ama de llaves de su casa.
Bayu, por reflejo, se tapó la boca, las palabras de Laras eran como una ejecución para sus oídos.
"Hola", saludó alguien.
"Vaya, Lex, ¿también estás en esta clase?", preguntó Laras, Alex sonrió y asintió.
"Sí, siéntate conmigo, Ris, muévete", dijo Bayu.
Su amigo, llamado Haris, inmediatamente recogió sus cosas de la escuela y se trasladó a un pupitre vacío. Las alumnas de la clase de Laras se pusieron inmediatamente nerviosas porque un chico guapo había entrado en su clase. ¿Había entrado? Sí, un demonio, jajajaja.
"Parece que no tenemos que planear nada, porque esas personas aparecerán por sí solas", dijo Laras con una sonrisa significativa.
La noche anterior, había hecho su movimiento enviando pruebas de las fechorías de cada uno de los culpables. Estaba segura de que ahora estarían inquietos, nerviosos y en un estado de caos. Jajajaja.
¿Dos semanas? ¿De ninguna manera?
Laras estaba segura de que habría una reunión de última hora en la escuela. A la que asistirían, por supuesto, los sospechosos. ¿El tema de debate? Por supuesto, su miedo actual. Seguro que no se creerían que alguien conocía sus crímenes y que estaban a punto de ser descubiertos. Ahora seguramente estarían buscando quién les había enviado esos mensajes.
Y entonces...
"Vamos, hay una reunión de profesores. Nos han pedido que estudiemos por nuestra cuenta", dijo el delegado de la clase, Laras levantó una comisura de los labios.
"Me lo imaginaba". Bayu y Alex, que estaban sentados delante, se giraron para mirar a Laras. Laras simplemente enarcó las cejas y se encogió de hombros sin decir nada. Alex y Bayu, por supuesto, ya habían adivinado lo que Laras había hecho.
"Salgamos", les invitó Laras, y sin preguntar, sus tres amigos la siguieron. Era gracioso ver a Alex, a quien se le había pedido que vigilara a la hermana de su amigo, disfrutando de su compañía. Laras sacó otro teléfono móvil, ya que su padre sólo le había dado dos semanas. Le gustara o no, tenía que actuar ahora.
Cuando salieron, Laras estuvo a punto de chocar con alguien delante de la puerta. Si Alex, que iba justo detrás de Laras, no la hubiera cogido de la mano.
"Eh, lo siento, lo siento...", dijo Laras, que seguía sin ver quién tenía delante porque estaba concentrada en el smartphone que tenía en la mano derecha. Pensando que quien le cogía la mano izquierda era uno de sus amigos, dejó que Alex se la siguiera sujetando.
Sin darse cuenta, una oscura aura emanaba de la persona que tenía delante. El chico con el que Laras había estado a punto de chocar, pero ella seguía sin inmutarse. Mientras tanto, Bayu y Ellora se miraron e inmediatamente levantaron las manos, invitando a Alex y pidiéndole que se llevara a Laras fuera de la clase.
Doni, Satria y Ammar simplemente disfrutaron de la vista, sonriendo en silencio. Sí, el chico con el que Laras había estado a punto de chocar era Bintang, y el humor de Bintang se vino abajo al ver la mano de Laras agarrada por el chico de la foto.
De repente, el teléfono de Laras sonó, no era el tono de llamada. Pero era una alarma, que sonaría si un hacker intentaba piratear su sistema. Se le había olvidado silenciar el teléfono, pero no le importó. Ahora estaba aún más concentrada en el objeto que tenía en la mano, buscando la dirección IP que estaba intentando entrar en su sistema.
"Estúpido", maldijo Laras sonriendo, lo que hizo que todos la miraran.
"Bay, ¿puedes traerme mi portátil? Te espero en el jardín, vamos a tener una batalla de cerebros", dijo Laras, sin mirar ni soltar la mano que la sujetaba. Lo que hizo que Bintang se sintiera aún más acalorado, con el pecho oprimido.
Laras se fue primero con Ellora y Alex, Ellora, harta de ver la mano de Alex, golpeó la mano de este último...
"No te emociones demasiado, o te pondrás cómodo", dijo Ellora, Alex se rió entre dientes y soltó su mano. Laras, que acababa de darse cuenta, miró fijamente a Alex.
"Lo siento, no lo volveré a hacer", dijo Alex mientras levantaba las dos manos, Laras volvió a centrarse en su teléfono y se sentó en una silla. Ellora se sentó junto a Laras, Alex se sentó en la silla de enfrente.
"¿Vas a empezar a través del sistema?", preguntó Alex con seriedad.
"Hmm... empecé anoche, ahora mismo están hechos un lío", respondió Laras, Bayu llegó y le entregó su portátil.
"Vamos a empezar....
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