Seré La Tía De Mi Ex

Al no verla reaccionar estaba lleno de ira, su mirada cayó en la vista de Eduardo el cuál sintió que quería golpear, pero su condición no lo permitió, esto lo frustró aún más.

La mesa se quedó en silencio, lucero pensó que Guillermo dijo eso por culpa de Cristina, pero la verdad era que el nunca pensó en casarse con Lucero una mujer de tan baja clase.

La cena continuo en silencio, Guillermo miro a Cristina varias veces, pero ella no le prestó atención, en cambio dos personas estaban queriendo asesinar a la pareja del otro.

— tío por cierto, escuché que tú condición no era muy estable.

Cristina que no había dicho nada, miro a Eduardo.

" Por qué no me lo dijo, aún no soy de confianza para el".

Eduardo al sentir su mirada, dijo sin rodeos.

— eso es cierto, me quedan solamente dos meses.

Cristina apretó la cuchara en su mano, su mente solo tenía un pensamiento en este momento.

" Debo tener a su hijo rápidamente".

Tras las impactantes noticias, el ama de llaves quería llorar, lucero se burló dentro de si, en cambio Guillermo ya lo sabía pero fingió sorpresa.

— cómo puede ser esto, acaso no sirven estos doctores, de que sirve apoyarlos si no pueden curarte.

Dijo mientras dejaba los cubiertos con brusquedad.

La mesa se movió por su impacto, Cristina Sostuvo su plato y el de Eduardo no quería que se regara, después de todo el estaba comiendo lo que ella preparo y no había más, los demás comían lo que Mari preparo.

— compórtate

Regaño Eduardo.

— lo siento tío, solo me frustre, tal vez quieras que busqué otros médicos, tal vez puedan tratarte

— no es necesario, esos son buenos, además aquíen no le llega la muerte.

Dijo mientras volvía a comer, hablaba como si el no fuera el que estuviera enfermo.

— ya veo

Su rostro parecía triste, el miro a su tío y luego a Cristina.

— Cristina recuerda esforzarte más, no dejes solo a mi tío.

Cristina Asintió, pero no le dio mucha importancia, al ver esto, Guillermo sintió que algo faltaba, lo hizo sentir incómodo, sentía que ella ya no se interesaba por el.

La cena termino en silencio.

— me iré entonces tío, que tengas buena noche.

— de acuerdo.

Guillermo miro a Cristina una última vez y se alejo con Lucero.

el la llevo a su departamento.

— por qué no puedes llevarme a tu casa

Se quejo ella, el tomo sus manos, su mirada cayó en sus ojos, era como si solo ella fuera lo más importante para el.

_ escúchame, te llevaré a mi casa cuando todo esté arreglado.

Ella negó

— pero dijiste que no te casarías conmigo.

El Acaricio su cabello rojo

— sabes que lo dije para calmar a mi tío, debes de ser más cuidadoso.

Su voz llevaba un cariño inmenso, lucero Asintió, sabía que el la quería mucho, pero aún había algo que la molestaba.

— por qué miraste tantas veces a Cristina, ella termino contigo, cómo puedes seguir pensando en ella.

— no te preocupes, solo quería ver la oportunidad para molestarla ¿no querías vengarte? Es una lastima que no cometió errores.

Lucero quedó convencida, pero aún quería ir a la casa de Guillermo.

— cálmate, ya te dije que te llevaré luego, toma esto.

Saco una tarjeta platino, los ojos de lucero brillaron más que las estrellas, lo abrazo y beso, después de un ardiente y apasionado beso, ella regreso a su propio departamento, viendo la tarjeta como si fuera su preciado tesoro.

Por otro lado Guillermo condujo hasta su casa.

Era una casa de dos pisos, con jardín.

— bienvenido maestro

El le entró las llaves del auto y su chaqueta, luego subió a su habitación, por alguna razón sintió que era muy solitaria la casa, pensó en su tío que estaría toda la noche con Cristina y apretó la perilla de la puerta, saco su teléfono y envío un mensaje a Cristina.

Está estaba terminándose de secar su cabello, al ver que su teléfono se encendió apagó el secador y reviso el mensaje, puso sus ojos en blanco, quería bloquearlo pero se detuvo un momento, quería ver qué le mando el bastardo.

[ Dormida]

Ella suspiro y le respondió.

{ Que quieres}

[ Lleve a Lucero a disculparse]

{¿Y?}

Eso no tenía nada que ver con ella, sabía que el solo quería quedar bien ante Eduardo.

[Cristina, me disculpo, se que hice mal, perdóname de acuerdo ]

Al ver este mensaje, solo pudo burlarse.

{Entiendo}

Guillermo miro el mensaje, sabía que no se lo tomó enserio, por lo que intento más fuerte.

[ Sabes que te amo, solo a ti, solo tu puedes ser mi esposa]

Cristina quería reírse en su cara, creía que era estúpida y caería de nuevo.

[{Ya veo}

[ No puedo dormir, el solo hecho de pensar que estarás en brazos de otro hace que me hierva la sangre.]

Ella negó, pensó que le diría algo interesante pero solo era eso, pensó él que había olvidado las muchas traiciones que tuvo que soportar, las veces que sus amantes le enviaban fotos presumiendo de lo que el les daba, pensó que ella era de piedra y no sentía.

Ella respondió sarcásticamente.

{ Tengo que descansar, después de todo aún tengo que ayudar a tu, *amante* en el parto, debo estar muy descansada para cuando llegue el día}

Guillermo golpe la cama con ira

[ Eso lo dije solo para molestarte un poco, jamás dejaría que hicieras eso, te amo como podría humillarte así]

{ No creo en tus palabras Guillermo}

[ Te lo demostraré con hechos, además no tienes por qué preocuparte cuando mi tío ya no esté, estarás conmigo, siempre tendrás un espacio en mi corazón]

Ella negó, sabía la personalidad de este bastardo, solo le importaba el, si tenía que dañar a alguien incluso si es la persona de mayor confianza para el, no dudará en dañarlo.

— Crees que caeré en eso, ¿estaré en su corazón? Lo estaré Con las Miles de mujeres que lo rodean, ya que quieres jugar veamos hasta donde llegas, bastardo.

{ Quieres que te perdone}

[ Yo quiero]

{ Firmemos un contrato}

El rostro de Guillermo se oscureció, varios signos de interrogación aparecieron en su mente.