Un Secreto Para Ambos

En ese entonces solamente era un mocoso de 6 años, el hijo menor de la familia M̶o̶r̶e̶t̶t̶i̶ y pronto hermano mayor cuando el nuevo bebé naciera.

La familia se había reunido para celebrar el compromiso del hermano menor de mi padre, mis abuelos maternos y paternos se encontraban en nuestra casa del lago. Mis primos y tíos, todos reunidos en la hermosa mansión de madera, tan vieja como el a̶b̶u̶e̶l̶o̶ ̶M̶o̶r̶e̶t̶t̶i̶ con sus 102 años de edad.

Los adultos conversaban entre sí y reían de cosas que un niño de mi edad no entendería. Los chillidos de mis primos eran ruidosos y nunca fue del todo social con ellos como para unirme a su juego, pero no había necesidad de hacerlo cuando podía divertirme con mi hermana mayor.

Ella era divertida, talentosa en piano e increíblemente inteligente, con sus 16 años había terminado la educación media al adelantar unos pocos cursos y entraría a la universidad este año.

S̶t̶e̶l̶l̶a̶ ̶M̶o̶r̶e̶t̶t̶i̶ era el orgullo de mi familia, una joven llena de vida que nos hacía reír con sus locas ocurrencias.

...Fue una buena hija y una buena hermana....

No entiendo que ocurrió aquella noche, pero la mansión estaba siendo consumida por las llamas cuando abrí mis ojos al toser el humo que estaba entrando por mis pulmones.

—¡¡M̶a̶t̶t̶e̶o̶!!.—Escuché a mi hermana gritar desde el pasillo.—¡¡Abre la puerta!! ¡¡rápido!!

Obedecí su petición con una mano en mi boca para evitar el humo, aunque era imposible y seguí tosiendo en consecuencia.

—Hermana, ¿qué está ocurriendo?.—Le pregunté y luego vi las llamas detrás de ella.

...S̶t̶e̶l̶l̶a̶ cerró la puerta luego de entrar....

—Alguien debió dejar el gas de la cocina encendido, no lo sé, eso es lo único que sé me ocurre.—Respondió mientras abrió mi ventana de par en par y comenzaba a sacar el colchón de mi cama.

—¿Qué estás haciendo?.—Pregunté cuando le vi tirar el colchón fuera de la habitación tan rápido que me sorprendió.—¿Dónde está mamá y papá?

—El fuego..—Detuvo su oración.—Escucha M̶a̶t̶t̶e̶o̶, debemos salir ahora, el fuego rodeó las escaleras y el pasillo...

Unos gritos que posiblemente eran de mis primos comenzaron a escucharse. Luego más gritos desgarradores llamando los nombres de mis tíos hicieron que mi corazón se detuviera por un momento.

—Cof cof.—Comencé a toser por la falta de oxígeno.

—M̶a̶t̶t̶e̶o̶, saltaras por la ventana y el colchón amortiguara tu caída.—Afirmó ella y yo negué con la cabeza.—Lo harás, no te lo estoy preguntando.

...¿Estaba loca?...

—Estamos en un tercer piso.—Hice una mueca de horror.

—Estarás bien, lo prometo.—Ella me abrazó.—Voy a abrazarte y no voy a permitir que la caída te haga daño.—Sus lágrimas humedeciendo mi cuello y parte de mi rostro.—Te amo mocoso, lo sabes ¿verdad?

—Me estás asustando.—Comencé a llorar sin lograr entender por completo mis emociones.

...Quiero ver a mis padres....

—Vamos M̶a̶t̶t̶e̶o̶.—S̶t̶e̶l̶l̶a̶ me cargo entre sus brazos.—Intenta proteger tu cabeza.—Me puso está en su pecho y me obligó a permanecer en esa posición mientras ganaba algo de valentía para saltar por la ventana.

La puerta de mi habitación ya estaba siendo consumida por las llamas y el suelo parecía inestable, así que no teníamos mucho tiempo y mi hermana lo sabía.

...Fue entonces cuando ella saltó....