Luca pierde la cordura en un viaje de trabajo por California, al cruzarse en su vida con una joven mujer.
NovelToon tiene autorización de Amapola para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 21
Me besa con ternura, su lengua en mi boca es exquisita, correspondo su beso con la misma intensidad, no era algo salvaje, era algo más bien íntimo, cálido, ella va soltando su agarre a mi cuello y lleva sus manos a mi rostro. Me quedo allí como un idiota mirándola a los ojos por unos segundos, luego me suelta y se da vuelta y mira el lugar
- Wow es ésto una habitación?.
- Una suite.
- Toda mi casa cabe aquí.- Me dijo entre risas mientras iba recorriendo el lugar. La seguía por detrás, solo por observar su figura. Ella llevaba un vestido, zapatillas vans, y una chaqueta de cuero. Jamás me hubiese fijado en una mujer en esas fachas, pero ella se veía tan bien así, era su estilo y lo llevaba como una estrella de rock, eso era lo que parecía, la cantante de una banda famosa, y yo ahí su perdido groupie.
- Tú quieres pintar mis paredes de blanco y yo solo quiero rayar un poco las tuyas.- Me dijo largando una risa.
- Imaginé que no sería tu estilo, pero cumple la función para lo que hemos venido.
- Si, la cumple - Dice ella y me mira fijo desde donde estaba, voy a su encuentro y no fue demasiado, solo unos besos, unas ansias de devorarse de nuestras lenguas y ya la estaba cargando, ella puso sus piernas alrededor de mis caderas, la apoyé contra la pared y la sostuve fuerte por su trasero, aquel que me vuelve loco, ella empezó a mecer un poco sus caderas contra mi virilidad, y ésta no tardó demasiado en querer unirse aquella fiesta. La llevé hasta la cama y allí la deposité suavemente. Ella se sentó y me beso, mientras hacia ésto me tomó de la camisa y empezó a desabotonarla, la saco y mientras hizo esto tocó mi piel con apenas las yemas de sus dedos, lo que solo me hacía sentir que me quemaba con su tacto, tantas eran las ganas que tenía de hacerla mía. Entre besos siguió desabrochando mi pantalón, y una vez que lo hizo lo bajo, froto mi miembro por encima del boxer y al ver qué éste estaba ansioso por salir ella lo sacó y lo tomó entre sus manos, lo tocó suave y luego más duro, subiendo y bajando. Abandonó mis labios y los llevo a mi longitud, allí pude sentir como lo rozaba apenas con sus labios, pasaba como si fuera una caricia sus labios a lo largo de mi tronco, hizo esto una, dos veces y luego sentí su lengua en la punta de mi virilidad, no pude evitar dejar escapar un gemido, aquello fue jodidamente sexi, ella sabía lo que hacía. Lo lamía como una experta, como si fuera una paleta o un helado, la cuestión es que lo hacía tan bien, se concentró en la punta y de a ratos lo succionaba haciendo que sienta un placer extremo, le daba mayor sensibilidad a la zona, me enloquecía. En un momento empezó a ocuparse de toda la longitud y no pude evitar tomarla por sus cabellos y hundirla más, y ella parecía disfrutarlo, lo que solo hacia que me enloquezca, iba a terminar en cualquier momento aquello era la mejor mamad@ que en mi vida me habían hecho. Ella me soltó, y se quedó sentada observándome, yo abrí los ojos y la miré como no entendiendo porqué había cortado aquello.
- Qué paso?.- Digo algo confundido estaba por llegar a mi clímax y ella me dejó allí.
- No te ganaste aún correrte en mi boca.- Me dijo algo desafiante y sin dejar de verme a los ojos, yo me quedé de cara, no sabía que debía hacer para ganarme tal derecho o premio. Ella se paró y me tiró en la cama, se subió encima mío, pero lo hizo al revés, quedando de espaldas a mi, estaba a horcajadas lo que yo tenía era una gran vista de su trasero y espalda. Ella me puso el preservativo y luego se introdujo en mi virilidad y largo un gemido, estaba tan húmeda que pensé que iba a correrme ahí mismo por lo que su humedad provocaba en mí. Empezó a montarme y lo que tenía era una vista genial. Su vestido apenas levantado, y ese hermoso trasero montándome, meciéndose en mi, entrando y saliendo, era la mejor vista. Llevé mis manos a sus caderas, pero nuevamente ella no necesitaba ayuda, sabía lo que hacía. Mis manos seguían firmes en sus caderas, ellas las tomo y las subió a sus sen*s, los amase y acaricié como pude ya que no tenía vista de ellos. Ella seguía moviéndose, tomo uno de mis dedos y lo llevo a su boca, aquello solo me hizo excitar más, unos movimientos más y no pude evitar correrme, ella no paró y siguió un poco y encontró su liberación, aquello me dolió algo, ya que luego de terminar había quedado sensible pero a la vez la excitación que sentí hizo que no pueda evitar que ella tuviera su momento. Me sacó de su interior y se acomodo a un lado mío, la atraje más a mí, y no quería aquella charla pero no podía evitarla más.
- Por qué eres tan buena en la cama? Apenas tienes 16 años.