Ivette Mora es una madre de dos hijos que prefiere pasar su vida sola, el maltrato y desamor que sufrió con el padre de sus hijos dejó huellas en lo más profundo de su ser, en una jugada del destino se cruza con Gustavo Martínez y viven una historia de amor plena. Pero un error hará perder la confianza, allí empezará la difícil tarea de reconquistar a su amor o dejar que todo se pierda.
Una historia de amores y desencuentros.
NovelToon tiene autorización de GUSLUZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Primer día de tratamiento.
Ivette seguía esperando que un taxi se dignara a para y todos iban ocupados, era un día de mucho calor, tarde de verano
—Si te parece podemos ir a tomar un helado? Dijo él.
Ella estaba con dolores físicos y mareos solo pensar en probar algo le provocaba más náuseas, aun así respondió — Gracias, no deseo, te lo agradezco.
—En otra ocasión te gustaría?
—Lo dudo —Ella ni siquiera lo miraba en ese entonces, solo esperaba un taxi, quería llegar a su casa, pensó... Pediré un auto por aplicación, sacó su teléfono y no tenía batería, casi enojada guardó su teléfono.
—Parece que los taxis están ocupados hoy—agregó Gustavo — Te llevo si quieres.
—no viajo con desconocidos
—Me presento, soy Gustavo Martínez.
—Yo soy Ivette.
—Perdón si te molesto, solo que no hay taxis y yo podría llevarte.
Ella respiró hondo, estaba molesta con el dolor, — OK, pero te pago el viaje. — Ella no subía a autos de cualquier persona pero había agotado casi toda instancia e ir en la locomoción colectiva le haría peor a su mareo y malestar.
Gustavo parecía un niño pequeño, no sabe porqué sintió tanta alegría que ella aceptara qué él la llevara. Era como hacer un gol en un partido importante. — Iré a buscar el auto, por favor me acompañas?
—¿DDóndeestá?
—Abajo en el estacionamiento, está en el piso (menos tres)
—No, ve tú —respondió ella. La verdad no estaba en condiciones de caminar el tratamiento era bastante molesto.
El no quería dejarla allí tenía miedo que mientras fuera a buscar el auto se fuera, pero no le quedó otra opción que dejarla allí, se apresuró para hacer la búsqueda lo más pronto posible y al salir del parqueadero ella aun estaba en la calle. Paró su vehículo, se bajó a abrir la puerta como todo un caballero.
—¿Dónde vives?
Ella le dio la dirección y agregó — cuánto me cobrarás el viaje?
Él se sintió incómodo con esa pregunta, No respondió, trago saliva y puso música.
— Te gusta alguna música en particular?
Ella respondió — Toda música es hermosa, representa una expresión o un sentimiento de alguien.
—Tienes razón, a mi también me gusta escuchar de todo un poco, verás que esto que puse es un pendrive que tiene varios géneros musicales. —esperaba que ella dijese algo pero no respondió. — así que vives cerca del estadio? Agregó por hablar algo.
— Si, ¿conoces por ese lugar?
—por su puesto, vivo por esta zona también.
Ella no respondió, escuchaba la música que era agradable.
Gustavo no sabía que más hablar, ni como llegar a entablar una charla fluida.
Pronto llegaron a la dirección que ella le dijo.
—Cuánto es el valor del viaje — volvió a preguntar
—Una salida a tomar helado cuando tengas un tiempo.
—Pero no me gusta deber nada a nadie cobrame con dinero por favor.
—No, mi tarifa es salir a tomar un helado, siempre y cuando no tengas problemas con alguna marido celoso.
—No, no lo tengo. Pero no era el trato.
—El trato era que te cobraría, no como lo haría y estoy cobrando con una salida a tomar helado, solo eso.
—OK, hablamos en otro momento, te parece.
Él sonrió y dijo — Si, si quieres toma mi número de teléfono y cuando tengas tiempo me avisas, le paso el número anotado, ella lo recibió y se bajó del auto.
Esperaba que el se fuera, la verdad le dio una dirección cercana a su domicilio porque no queria que supiera su dirección real. Él no se marchaba, porque no quería dejarla sola en la entrada, entonces se le ocurrió decir —Iré a comprar ahí a la esquina, gracias una vez más.— Ella comenzó a caminar hacia el negocio y el se marchó. Cuando vio que ya no estaba se dirigió a su domicilio.