Carla

Despierto bien, estoy más calmada, la ducha me hace bien y antes de quedarme aquí prefiero ir al trabajo, seguro van a estar todas hablando del superjefe y no de lo que me pasó a mí, así que es una buena estrategia para aparecer. Vamos Carla ponele un poco de color al día.

Al llegar veo a todas mis compañeras perfectamente maquilladas e incluso algunas más de lo normal e imagino el porqué? Torbellino Watson pasó y subió la libido de todas aquellas damas. Mi amiga se acerca y me da un fuerte abrazo.

-amiga, ¿cómo te sentís hoy?

-bien Ani, veo que están revolucionadas.

Ana revolea los ojos y suspirando me confiesa

-el súper jefe es un Dios que vive en esta tierra.

-me imagino, me lo perdí. ¿Alguien le sacó al menos una foto?

- ni de chiste Carla, quedamos todas atónitas.

De pronto el Sr. Juan se acerca y me indica que pase a su oficina.

-Hola Juan, está todo bien?

- Hola Carla, está todo más que bien. La Auditoría salió excelente y puedo decir que nuestros departamento tuvo varias estrellas de reconocimiento y como sos del equipo te digo GRACIAS!.

-No sé que decir, me gusta mi trabajo y espero seguir haciendo todo bien.

-Carla, seguro ya te enteraste de que el Sr. Watson estuvo aquí

Yo asiento con la cabeza

-le expliqué que tenía inconvenientes personales y que por eso no estabas, él quería conocerte, pero para la próxima será. Solo quería agradecerte nuevamente por tu compromiso con la empresa, como te dije antes, estas varias estrellas son de todos pero más por tu esfuerzo.

-Muchas gracias Juan.

-¿Cómo te sentís hoy después de lo de ayer? No soy de meterme en vidas privadas, pero necesito saber que el personal que tengo a cargo se encuentre bien. ¿Algún problema con algo o alguien de acá?

-Me siento bien y no, no tengo problemas con nada correspondiente a la empresa, pero sí quería hablar nuevamente de los días que me deben de vacaciones.

- entiendo, para que mes los quieres?

- para el mes entrante está bien así, tengo tiempo de arreglar todo mi itinerario y dejar en orden todo aquí.

-perfecto, Carla, entonces dentro de tres semanas firmamos los papeles.

-Muchas gracias Juan y sobre todo por comprender.

Regreso a mi lugar, con ánimo, ahora puedo escapar por unos días, necesito pensar y volver a ser yo, que el tiempo ponga a todos en su lugar y que yo pueda respirar de nuevo.

De repente toda una revolución empieza a pasar de nuevo en nuestro sitio de trabajo. No llaman a todos a la sala de juntas, así que todo nuestro equipo se reúne con tres departamentos más, haciéndonos una multitud en esa sala. Varias figuras importantes encabezaron la reunión. El Sr. Miguel fue el primero en hablar, hasta que de pronto aparece el segundo vocero y yo me quedo congelada.

-Carla, ahí está en vivo y en directo nuestro superjefe fantasma, el Sr. Watson.

Yo no digo nada, mi amiga me mira con cara, sería.

-amiga estás bien?, estás pálida

-si, si Ana estoy bien.

En realidad no lo estaba, si bien todas tenían razón, ese hombre es un Dios en la tierra, pero lo que no podía creer es que ese hombre es Ale, el que me tiró el trago, con el que tuve un lazo sexual que incluían al mismo infierno. Y ahora todo empieza a tener sentido.

A la mierda el código de tener contacto físico con nadie de la empresa, no fui a la cama con un compañero, sino que con el mismo jefe, del jefe, del jefe. Mil cosas pasan por mi mente, ahora entiendo por qué su castellano deslizaba, me pidió que le diga Ale, pero nunca me percate de preguntarle su nombre completo, supuse que se llamaba Alejandro, y todo bajo el modo irónico de no enredarme y no querer preguntar. Pero que estúpida soy!!, el mármol que describió Ana, el puto mármol.

Siento como mi estómago se achicharra como si hubiese comido algo ácido, me está entrando calor, no siento las piernas. Por Dios Carla no te vayas a desmayar, lo único que falta es montar una escena y que justamente Alexander me viera. Respiro, respiro, ya falta poco para que esta convocatoria termine y pueda volver a mi trabajo y espero que no se acuerde de mí y que no me vuelva a llamar, ya me conforme con las felicitaciones de mi jefe y las de él vía email. ¿Qué voy a hacer?, como puedo trabajar acá?, sabiendo todo lo que pasó, tranquila, es un hombre que nunca viene y que cada vez que pisa este país se va enseguida, tengo que preocuparme de que no me vea hasta que se vaya, pero que lindo que está vestido hoy!!, si no fuera por todos los impedimentos que tengo, no dudaría en tirarme encima de él. La reunión termina y soy la primera en salir, vuelvo a mi lugar y procuro tener un perfil bajo de ahora en más, casi como un fantasma. La hora de retirada se marcó y me dispuse a salir con el grupo por si las dudas, tampoco quiero que Iván moleste, ya todo esto me está colmando. Llegamos al último piso y salimos todas de allí, Ana dijo algo gracioso que todas se empezaron a reír e imaginen un grupo de mujeres riendo, es como que lleve un cartel luminoso diciendo ¡ACÁ ESTOY!, y si ahí está el Sr. Alexander hablando con algunos colegas y de repente su mirada se dirigió a nuestro grupo, giró de nuevo para seguir su charla, pero algo le llamó la atención que nuevamente nos mira, yo por supuesto bajo mi cabeza y me meto más en el medio hasta que salimos y pude respirar. Se habrá dado cuenta?, no lo creo, tengo confianza de que no me va a reconocer, salvo que me tenga muy cerca. Yo realmente soy morocha y él me conoce solo en rubia