Mi Diamante A Pulir

Días pasaron desde que se dio a conocer la noticia del arresto de Linda, Sam a desaparecido y Richard se fue del país.

- Tanta calma es increíble- dijo Hanna

Te lo mereces amiga- comento Lola

- Oye hace tiempo no hablamos, que hay de ti?? Te veo con un brillo diferente- indagó Hanna

Que te digo amiga, el amor ja ja ja- respondió la otra- He estado saliendo con Dante, es muy caballero, amoroso y divertido.

Wooow, si que estás enamorada- bromeó Hanna

Esta noche me invitó a cenar, nuevamente ja ja ja ja- dijo- casi todas las noches aparece en casa con comida.

Lola se fue apurada porque llegaría tarde, era sábado así que no había universidad, Derek trabajaba medio día únicamente, pero sorprendentemente no lo había visto en toda la tarde. ¡Me dispuse a subir las escaleras para ver si lo encontraba en su oficina o en su habitación, pero nada!!

¿Qué raro?- dijo Hanna

¿Qué es lo raro hermosa?- pregunto Derek detrás de ella.

Hanna se asustó, pero se alegró de verlo- ¿Dónde estabas? No podía encontrarte.

Estaba preparando una sorpresa linda, y aparte no quería andar metido en conversaciones de damas ja ja ja- bromeó - ¿Por qué no bajamos? La cena está servida.

Cuando llegamos al comedor me sorprendí al ver qué nada estaba servido.

Hoy cenaremos en el jardín nena- dijo Derek con amor.

Al salir casi me desmayo de la emoción, mis ojos se aguaron y mire a Derek sorprendida. Y esto? Preguntó

Creo que te debía al menos una cena mí amor- respondió Derek, corrió la silla para que me sentara siendo todo un caballero.

Gracias amor!- le dije dándole un pequeño beso

No es nada mí diamante- respondió

Cenamos muy a gusto, la comida era exquisita y me sorprendió saber que Derek la había hecho, había música romántica y todo. De un momento a otro Derek se levantó, se acercó y me dijo

-Hanna se que no empezamos de la mejor manera y ahora no quiero que esto termine, quiero compensar todo de ahora en adelante, Hanna mí amor ¿Te casarías nuevamente conmigo?-

Oohh Derek, si, claro que si- dejo una Hanna muy feliz y emocionada

Ambos se fundieron en un tierno beso, el cual se fue calentando poco a poco, emociones nunca antes sentidas por Hanna despertaron. Derek la cargó hasta la habitación, ella se puso un tanto nerviosa.

Derek yo. Yo..- dijo bajando la cabeza.

Lose nena y juro que seré muy cuidadoso. Y nena me prometiste nunca volver a bajar la cabeza por nada- dijo Derek levantando mí barbilla.

La ropa empezó a estorbar demasiado, Derek me recostó en la cama y se posicionó encima de mí, sin aplastarme. Los besos siguieron, no hubo un lugar que Derek no acarició, beso, lamió y mordió.

¿Estás lista mí reina?- me preguntó. Yo solo asentí feliz. Poco a poco fue entrando, un dolor abrumador me invadió cuando entro por completo, pero comenzó a besarme para hacerme olvidar de todo nuevamente y un vaivén delicioso de placer comenzó.