Estoy a punto de casarme con un hombre cruel y sin sentimientos y todo por pagar una deuda familiar, mi nombre es Sofía Gómez y el hombre que me compro se llama Adrik Ivanov, su nombre lo define a la perfección, ya que el es un hombre cuya oscuridad y frialdad te abraza con solo una mirada.
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Capitulo IV Luna de hiel.
El avión despegó sin problema alguno; sin embargo, Sofía seguía nerviosa y pidió otra bebida.
— Terminarás borracha si sigues así. — dijo Adrik con su usual tono frío.
— Que te importa!, es mi vida y hago lo que se me pegue la gana.
Era obvio que ya el alcohol estaba haciendo efecto en Sofía, pues ella sobria no se hubiera atrevido a hablarle así a su esposo.
— Ya te dije que no beberás una gota más de alcohol, no quiero terminar, casado, con una alcohólica.
— Vete a la mierda.
Cuando Sofía iba a continuar discutiendo con su esposo una fuerte ráfaga sacudió al avión haciendo que Sofía se aferrara en un abrazo a Adrik, ella lo tomo con tanta fuerza que el hombre sintió todo su cuerpo estremecerse bajo su agarre, al cabo de unos segundos el avión se estabilizó, pero Sofía seguía aferrada a su esposo.
— Ya puedes soltarme. — dijo Adrik divertido con la situación.
— Lo siento!. — contesto Sofía apenada.
— Donde quedó la mujer valiente de hace un rato?. — pregunto Adrik.
Sofía lo miro con odio y volvió a su asiento, abrochando su cinturón e ignorando a su esposo.
El resto del vuelo paso sin mayores inconvenientes y al llegar a tierra Sofía bajo corriendo de aquel aparato del infierno.
En cuanto Adrik tocó tierra firme, su teléfono empezó a sonar, al ver la pantalla se dio cuenta de que era su padre quién llamaba.
— Papá!. — dijo Adrik sin emoción.
— Hijo tu abuelo exigió que tú o tu primo tuvieran al próximo heredero lo más pronto posible, yo solo espero que a tu regreso la mocosa esa, este embarazada, por lo del divorcio no te preocupes que apenas ella tenga el bebé te podrás divorciar.
La sonrisa de Adrik se ensanchó muchísimo, eso era lo que él quería escuchar, si bien el no era un santo, tampoco quería pasar el resto de su vida al lado de una mujer de tan mala reputación, si al menos hubiera sido su hermana Alina las cosas fueran diferentes pues Alina era una mujer de innumerables virtudes que la hacían la candidata perfecta para cualquier hombre, mientras que Sofía era una promiscua manipuladora y sin sentimientos, una vez naciera su hijo la desecharía y se quedaría con su hijo.
— Bien vamos. — dijo Adrik llevando prácticamente a la fuerza a Sofía.
— Puedo caminar sola, por favor suéltame!. — exigió Sofía.
— Eres una malcriada sin modales, mejor cállate y camina, aquí no vas a hacer lo que a ti te de la gana.
La luna de miel la pasarían en un complejo de cabañas dispuestas a cierta distancia una de la otra para que los asistentes a ese lugar tuvieran privacidad.
Al llegar a la recepción Adrik se presentó, la muchacha que estaba atendiendo en la recepción al escuchar su nombre esbozo una enorme sonrisa y la coquetería se hizo presente, Sofía al ver la reacción de la mujer puso los ojos en blanco, reacción que fue vista por Adrik.
— Entonces cariño, cual sera nuestra cabaña. — dijo Adrik coquetamente a la recepcionista.
— Señor su cabaña será la número uno, esa es la que está más alejada de todos y la que cuenta con la mayor comodidad posible, como puede ver le damos a lo mejor a nuestros mejores clientes. — respondió la mujer descaradamente.
— Bien señorita, muchas gracias por su amabilidad, pero si usted quiere yo me retiro y usted se va a la dichosa cabaña con mi esposo. — inquirió Sofía.
La mujer palideció al escuchar las palabras de Sofía, hasta el mismo Adrik quedó mudo por la reacción de Sofía, mientras ella simplemente camino hasta el auto que los llevaría a aquel lugar que sería el comienzo de su desgracia, realmente ella no estaba siendo sarcástica, cada palabra que pronunció lo hizo con la firme intención de que su esposo se largará con esa mujer y a ella la dejara en paz.
— Veo que estás ansiosa por estar a solas conmigo. — dijo casualmente Adrik.
— No es eso, simplemente existe un dicho que dice "al mal pasó darle, prisa". — comento con disgusto Sofía.
— Verás que no será ningún mal pasó y vas a querer que vaya lento. — respondió el hombre.
Sofía simplemente ignoro sus palabras y empezó a ver por la ventanilla del auto, aunque aquel lugar era realmente hermoso, ella no podía disfrutar de aquella belleza, ya que su mente estaba puesta en lo que pasará en ese lugar.
Al llegar a la cabaña, Sofía volvió a bajarse del auto sin esperar por su esposo, ella no pensaba en nada, ella solamente andaba por inercia.
— Bienvenida al infierno. — dijo Adrik.
— No entiendo, yo a usted no le he hecho nada, ahora no entiendo porque me odia tanto.— dijo Sofía sin emoción.
— Quieres saber por qué te odio?, eso es muy fácil, yo odio en general a las mujeres como tú, que se las dan de inocentes cuando en realidad son unas zxxxxx sin escrúpulos, y para serte sincero tu hermana es mucho mejor que tú, yo solamente acepte este matrimonio pensando que sería ella con la que me casaría, y desde el momento que supe que eras tú, se me revolvió el estómago y no porque te hayas acostado con otros, sino porque lo hacías solo por diversión y no porque tu pareja te gustará.
Las palabras de Adrik rompieron el corazón de Sofía, a ella no le importaba que el pensara así de ella, pero ella sabía que todo el mundo incluyendo sus padres pensaban así, ella solo esperaba el día en el que todos los que la han humillado paguen y se traguen sus palabras.
— Está bien, ya veo que tienes la peor impresión de mi, realmente no me importa lo que tú o los demás piensen, yo sé quién soy y ni tu ni nadie destruirá mi ser.
— Vamos a ver si queda algo de tu ser cuando termine de cxxxxxx. — grito Adrik.
— Entonces deja de amenazarme y haz lo que quieras me da igual, total después de conocer a un ser tan desagradable como tú supe que mi vida sería un infierno.
Sofía empezó a quitarse la ropa quedando solo en ropa interior, la mirada de Adrik se tornó más fría de lo normal, así que la condujo hasta la habitación sin pensar en la pobre Sofía.