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Doncella De La Mafia

Doncella De La Mafia

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Contratadas / Aventura de una noche / Mafia / Matrimonio antes del amor / Diferencia de edad
Popularitas:6.4M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Li.m

Una noche ardiente e imprevista. Un matrimonio arreglado. Una promesa entre familias que no se puede romper. Un secreto escondido de la Mafia y de la Ley.
Anne Hill lo único que busca es escapar de su matrimonio con Renzo Mancini, un poderoso CEO y jefe mafioso de Los Ángeles, pero el deseo, el amor y un terrible secreto complicarán su escape.

NovelToon tiene autorización de Li.m para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

#21

Transcurrió más de media hora.

Anne vagaba al costado de la carretera, intentando que alguien le diera un aventón. Sus pies comenzaron a lastimarse por culpa de los zapatos y el clima fresco otoñal no ayudaba para nada.

“Debí traer un abrigo conmigo”, se reprochó Anne, desesperanzada.

Nadie detenía su carro para ayudarla. Luego de haber mostrado las piernas, Anne no quiso volver a intentar algo tan vergonzoso y se limitó a hacer “dedo”. Sin embargo, no había obtenido buenos resultados: las personas se reían de ella y, algunos curiosos, le sacaban fotos o la filmaban con sus celulares, ya sea desde autos, buses de larga distancia o camiones, como si Anne fuera la gran novedad del día.

—Se burlan de mí porque uso gafas y no me veo “bonita”... Las personas pueden ser realmente vacías, solo se fijan en el aspecto. Pero, ¿Dónde está su solidaridad? Les avergüenza ayudarme…

Anne sintió ganas de llorar, pero no de tristeza sino de indignación: ella de verdad estaba pasando un mal momento y nadie tenía el suficiente cerebro para preguntarle si le había ocurrido algo malo.

Siguió andando, muy consciente de que, a esta altura, Renzo Mancini la estaría buscando. Por esto, prefirió apartarse un poco de la ruta, pues ya no quería llamar la atención; de todos modos, nadie quería ayudarla.

—Tengo que pensar en otra cosa — se dijo Anne, haciendo una mueca de dolor pues, al pisar, el zapato abrió aún más la herida que se le había hecho en el talón.

De repente, a unos veinte metros, Anne descubrió una camioneta vieja que había aparcado al costado del camino. Al parecer, su conductor estaba verificando algo en el motor.

—Si… ¡Esta es mi oportunidad!— exclamó Anne con renovada esperanza.

Ella comenzó a correr, soportando el dolor de los pies. Debía meterse en la parte trasera de esa camioneta sea como sea. Al encontrarse a pocos pasos, Anne se dio cuenta que el conductor ya estaba sentado al volante y le dio marcha al vehículo, por lo que, antes que la desesperación le ganara, tomó aire y dio un enorme salto, logrando alcanzar la caja trasera de la camioneta y aferrándose a ella con todas sus fuerzas.

Antes de meter una pierna dentro de la caja, sintió que un auto a un costado mermó la velocidad. Ella lo miró con pavor, pensando que los hombres de Renzo podrían estar en ese carro, pero era todo lo contrario: un grupo de chicos y chicas en un descapotable le sacaron fotografías, riéndose, y le gritaron:

—¡Así que la mona del vestido bonito al fin consiguió transporte! ¡Tenemos la primicia para las redes, amigos!— Las risas estallaron. Antes de acelerar el carro y alejarse, una de las chicas le gritó — ¡Eres trending topic, nena!

Los ojos de Anne se abrieron de par en par al oír eso... ¿Qué ella era qué? No podía ser cierto…

La camioneta comenzó a moverse. Al parecer, el conductor no le había prestado atención a los del descapotable y siguió su rumbo. En la parte trasera, Anne cayó de golpe al interior de la caja techada de la camioneta, cayendo sobre una pila de bolsas de arpillera que tenía un olor asqueroso.

—Estiércol… — sentenció la joven, mirándose las manos sucias y frotando entre sus dedos un pedazo de esa cosa asquerosa — Igual, prefiero el estiércol a estar con Renzo Mancini…

Anne se acomodó, sentándose y abrazando sus piernas. El dolor en sus pies, la suciedad en su cuerpo y el cansancio dejaron de molestarle por un momento, pues, en esa oscura y apestosa caja trasera de una camioneta vieja, se sentía a salvo.

Mientras, en otra parte de la carretera Puebla…

Renzo Mancini estaba furioso. ¿Cómo demonios había dejado que esa niñata se le escapara así? Imbécil, era un total imbécil.

—Le gusta jugar al gato y al ratón — murmuró, sentado solo en el asiento trasero de su Bugatti, apretando una pelota anti-stress, mientras sus hombres se movilizaban en búsqueda de Anne — La muy estúpida dejó su abrigo, debe tener frío…

Al lado del saquito de Anne, estaba su celular. Renzo había intentado ver sus mensajes, pero el aparato tenía contraseña.

—¿Es necesario que hackee el móvil de mi… “prometida” para poder saber dónde demonios está? —gruñó entre dientes, revoleando la pelota anti-stress y haciéndola rebotar en el volante.

Harto, Renzo salió del carro y encendió un cigarrillo. No solía fumar, pero siempre tenía algún cigarro en el bolsillo por si se sentía nervioso. Al hacer chasquear el encendedor para que salga fuego, nota a su compañero, Guido Vitale, a unos metros de distancia cerca de la ruta, mirando su móvil.

—¿Qué demonios hace? — se preguntó Renzo, molesto — ¿Otra vez perdiendo el tiempo con eso?

Sin siquiera dar una pitada, Renzo arrojó el cigarro encendido, lo pisó y se lanzó hacia donde estaba Guido.

—Oye, Tuko, ¿Por qué no miras tus redes en otro momento? — espetó el joven jefe mafioso. Tuko  era el apodo de Guido; así le decía Renzo desde niños y solo lo usaba cuando estaban solos o con gente de confianza — Voy a meterte el móvil en el cul* si esa chica no aparece…

Guido, que era apenas más bajo que Renzo, pareció no darle importancia a la agresividad de su jefe ; ya conocía cómo era él. En lugar de mostrarse intimidado, le enseñó lo que estaba viendo en el celular.

Era un video que se había viralizado, algo que había ocurrido en la carretera Puebla hacía no más de una hora.

—¿Qué… carajo? — dijo Renzo, sorprendido, sin quitar los ojos del móvil de Guido.

“La loca de la carretera”, “La Mona vestida de Seda”, “La freak de la Puebla”, entre otros hashtags y frases desfilaban en las redes junto a los videos que las personas subían.

Era una chica haciendo dedo, vestida con un lindo vestido de marca, sucia y despeinada. La gente se reía y hacía comentarios sobre sus gafas o lo loca que estaba.

Renzo apretó los dientes.

—Que estúpidos… — murmuró espontáneamente, refiriéndose a los que subían esos videos.

Guido se sorprendió. ¿Acaso su amigo estaba mostrando empatía por esa chica? Eso sí era nuevo. Sin embargo, no se atrevió a decir nada al respecto: él siempre prefería guardar su opinión en determinados casos, pues sabía más que nadie cómo manejarse con su amigo y jefe.

—Mira esto, Renzo. Es el último video que subieron — dijo deslizando el dedo sobre la pantalla. Las imágenes mostraban como Anne se subía a una vieja camioneta.

—¡Ahí, dale pausa! — pidió Renzo efusivamente. Con la imagen congelada, averiguaron la patente y el modelo de esa camioneta — Busquen y detengan a ese vehículo ¡Ahora! —ordenó.

Veinte minutos después, Anne, quien se había adormecido entre las bolsas de estiércol, despertó de golpe al sentir que la camioneta se detuvo. Se dio cuenta que el vehículo estaba rodeado y oyó voces imperativas que obligaban al chofer a permitir que revisaran la caja trasera.

El corazón de Anne latió asustado: la habían encontrado.

1
María Del Pilar Guzmán Espinosa
Excelente
Priya Morán Correa
Bueno
Yineth López Castillo
Excelente
Agnes Josefina Coma Restudis
buenísima novela... gracias autora
Esperanza Gonzalez
que estupida dejo el movil encendido no piensa
Esperanza Gonzalez
es muy torpe un sobre con dinero en la mano diosss
Eloisa Pat Hoy
ami igual está muy triste 😭
Delfina Prieto Martin
gracias me a encantado mucho está novela..
Coromoto Hernández
Excelente
Andrea Paez
Normal
Silvia Lovera
Hay no recuerdo aver reído tanto como con esta historia, son divinos, jajajajaj 🤣
Silvia Lovera
Malo
Silvia Lovera
Muy malo
Adri
me encantó muchas bendiciones
Nora Vélez
gracias por esta historia tan linda apesar de ser de mafiosos fue muy linda sin tantas muertes y tortura felicidades
Maria Garcia
Excelente
Hilda Gemignani
hermosa novela felicitaciones
Nora Vélez
escritora está muy linda la novela me encanta gracias por entretenernos con sus novelas
Carmen Isabel Faoto
hermosa historia y muy completa me gustó mucho
Hilda Gemignani
me gusta mucho ,muy entretenida/Rose/
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